Capítulo 26: El Duende Verde

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Apretó su puño con fuerza. Iba a vengarse... Lo iba a hacer porque se lo había prometido y él no incumplía sus promesas.

Paseó unos segundos por el lugar con las manos metidas en los bolsillos y el ceño fruncido. Iba negando con la cabeza. Matar a Spiderman sería la venganza perfecta después de todo. Después de aquella muerte.

Sí, al principio no pensaba vengarse, no sabía nada de la identidad de Spiderman después de todo. Iba a ser imposible, pero cuando llegó con aquella pizza, a la casa equivocada y se encontró con un chico que sospechosamente bajo sus sábanas asomaba algo similar al traje de Spiderman, todo cambió. Tan fácil lo había encontrado.

El plan de después fue sencillo: Repetir una y otra vez esa costumbre. Fingir que se equivocaba de puerta cada día hasta que logró colocar una cámara. Lo suficiente pequeña para que Peter no la viese, pero lo suficiente grande para grabar todo lo que ocurría. Después de eso, solo tenía que comprobar que ese chico era Spiderman y... así fue.

Entonces solo tenía que cargarse lo suficiente, hacer uso de aquellas sustancias como él había hecho... antes de morir. Pero cuando estaba preparado para atacar, algo interrumpió su plan: Peter Parker se mudaba. Estuvo pensando cómo entrar a su casa, pero solo hizo falta que alguno de sus compañeros pidiera pizza.

Una vez hecho, tocaba revisar las características de este nuevo grupo. Una arquera, una viuda negra y un chico cualquiera. No iba a ser fácil. Mientras pensaba un plan personas y más personas eran invitadas a la casa de los chicos. ¿Tan fácil era? Solo tenía que fingir conocer a alguno y entraría en esa casa con facilidad, pero tan pronto como lo dijo Peter dudó de él. Había olvidado lo del hechizo de Doctor Strange que les había contado a sus compañeros, entonces... se le ocurrió algo. No iba a vencer a todo ese grupo unido, pero ¿y si no lo estaba?

El miedo era lo mismo que la desunión. Y la desunión era mucho más fácil de vencer. ¡Era el plan perfecto! Podía empezar con el Santuario, pero ¿quería meterse con el Hechicero Supremo? Bueno, en realidad no era más que aquel inservible ese, no Doctor Strange. Así pondría en alerta a Peter y lo que era más importante, lo asustaría.

Todo se puso a su favor cuando las grabaciones estaban llenas de traumas. Honestamente no entendía demasiado los multiversos que mencionaba Peter, pero le temía y eso era lo más importante. Solo tenía que trasladar ese miedo al resto del piso y al parecer daba resultado.

Echó una última mirada a la lápida con un nudo en el estómago. No lo entendía, los superhéroes como Spiderman destruían casas y no se preocupaban por los civiles que dañaban. Así como pasó hace años. Sí, como aquella persona que fue atacada y que cuando todos los médicos habían perdido la esperanza una extraña persona lo sobreexpuso, pero eso él no lo aguantó. Harry sí lo aguantaría. Harry sería el próximo Duende Verde. Harry haría justicia.

—Te vengaré, papá —prometió apretando su puño mirando fijamente la tumba donde estaba escrito: "Norman Osborn".

. . .

—Gran trabajo con el diseño, Kate —le felicitó Peter—. Sus trajes son increíbles.

—Lo sé —respondió con orgullo.

—Bien, pues ahora que estamos listos —dijo Peter con el corazón acelerado—. Solo queda irnos y empezar con el plan —se le quebró la voz con esto último.


Nota de la autora: Holis! Sé que este capítulo ha sido demasiado corto, pero no quería contar nada más que presentar al villano en realidad. Weno, eso es todo por hoy, pero mañana habrá nuevo capítulo (o más de uno) y va a tener una cosa muy especial. >:3

Ahora una dosis de mi vida je, je. Es que necesito contároslo... Me han admitido en un campamento de escritores por haber ganado un concurso literario, así que iré casi una semana de julio. Aunque voy a seguir teniendo internet, así que cuando llegue la fecha continuaré publicando seguramente. Pero para eso todavía falta.

Para lo que no falta son para las notas que son mañana y tengo miedo. Son a las nueve, pero no podré saberlas hasta que mi madre vuelva del trabajo porque el correo le llega a ella. Aún así desearme suerte.

Con esto me despido y mañana seguiré. Hasta entonces!

Compañeros para SpidyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora