Capítulo 2: Reglas de convivencia

667 72 13
                                    

—Está es la última cosa, lo juro —prometió Harley metiendo la última caja. Peter y Yelena le observaban con el ceño fruncido, ellos apenas habían traído una maleta.

—¿Esta es la famosa lanza-patatas? —preguntó Kate examinando el artilugio, Harley le observó con el ceño fruncido.

—¿Lanza-patatas? —repitió Yelena divertida. Harley se lo arrebató a Kate y acarició su chisme.

—¿Por qué todos reaccionan igual? —preguntó antes de guardarlo.

—Tú solo mantén las patatas en su bol —solicitó Kate con una sonrisa irónica. Harley puso los ojos en blanco.

Después de que se instalaran se reunieron en el salón, iba a ser su primer día y Kate ya estaba dispuesta a regir unas normas.

—Para que no nos tiremos de los pelos —comenzó su discurso, haciendo reír a Yelena—. ¿Qué? —preguntó Kate con los brazos en jarra.

—Pues que no sería la primera vez que pelearíamos —respondió risueña—. Esa pelea fue épica. No me imaginaba compartiendo casa contigo meses después.

Kate frunció el ceño, negó con la cabeza y siguió con su discurso.

—A ver, tenemos que organizarnos —explicó paseándose—. Como Yelena y yo tenemos que sacar a nuestros perros, vosotros recogeréis la cocina por la noche y nosotras prepararemos la cena, ¿okey?

—Bien —aceptó Harley.

—Así el almuerzo lo prepararéis vosotros y nosotras recogemos —continuó Kate, Harley hizo una mueca—. ¿Qué pasa? —preguntó la chica con los brazos en jarra.

—Yo trabajo por la mañana, si hago la comida al llegar comeremos a las tantas —explicó encogiéndose de hombros—, pero como queráis.

—Pues nosotras haremos la comida y vosotros recogeréis también en el almuerzo —aceptó Yelena poniendo los ojos en blanco—. Pero vosotros haréis la compra.

—Y vosotras limpiaréis las zonas comunes hasta que tengáis empleo —ordenó Harley, Yelena negó con la cabeza.

—¿Qué estamos en la Edad Media? —preguntó—. ¿Los chicos trabajando y las chicas limpiando?

—¿Recordamos quién tiene trabajos? —inquirió Harley ofendido.

—¿Recordamos quién tiene ahorros de familia rica? —preguntó Yelena.

—Si hablas de mí no me metáis en esto —suplicó Kate, ambos le miraron—. Es el primer día. No podemos discutir. Está bien, nosotras limpiaremos hasta que tengamos empleo todas las zonas comunes menos el baño y vuestra habitación.

—¿Qué? —preguntó Harley.

—No es por nada, pero las niñas no tenemos que preocuparnos en la puntería, nosotras siempre dejaremos el baño bien —explicó Kate—. Pero vosotros...

—No, no acabes la frase —ordenó Harley ofendido—. Nosotros podemos ser tan limpios como vosotras. Además una vez los chicos tuvimos que ir al baño de las chicas unas semanas porque estaban pintando el nuestro en mi instituto y estaban peor.

—Dijo nadie nunca —comentó Yelena haciendo reír a Kate.

—Pero... —iba a quejarse Harley.

—Nosotros el baño —aceptó Peter para acabar la pelea. Harley se cruzó de brazos y apartó la mirada.

—Bien —aceptó Kate acercándose a por un vaso de agua—. Ahora tenemos que mirar las otras cosas. Hay que respetar los horarios. —Tomó un trago de su vaso—. A partir de las una se deja de hacer ruido.

Compañeros para SpidyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora