CAPÍTULO 15: ESPECIAL MIS 18

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—Uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete, ocho y... ¿dónde está la cachorro nueve? —preguntó Yelena ajetreada girándose para observar a Harley y a la perrita en brazos—. Suéltala, Harley, no vamos a quedarnos ninguna.

—Ah, es cierto —dijo con un suspiro devolviéndola con sus hermanos.

—A ver —dijo Yelena aún nerviosa—. Hoy vienen sus dueños y eso. Es increíble que todos pudieran venir el mismo día.

—Y que el vídeo de Spiderman ofreciendo cachorros se haya hecho tan viral —dijo Kate—. Peter deberías hacerte Tik Tok.

—Tal vez a la gente le interese más las historias de una arquera —comentó levantando las cejas, Kate sonrió.

—No creo —respondió—. Cuando yo puse el anuncio solo respondió una de mis compañeras de tiro con arco.

El resto de la mañana se encargaron de la fiesta. Kate y Yelena se habían encargado de la decoración de la casa. Llena de globos y serpentina de colores. Peter acomodaba los platos repletos de comida que Harley había preparado. Para almorzar, le daba miedo encender la sartén, pero para hacer dulces no le asustaba absolutamente nada.

—Me da pena que se vayan —comentó Yelena mirando a los perritos con ternura—. Espero que esos que vengan sean unos buenos cuidadores porque sino se la verán conmigo y yo puedo ser muy, muy vengativa. —Su voz provocaba escalofríos.

Al cabo de unos minutos los invitados comenzaron a llegar. Eso revolucionó a Lucky quien parecía querer proteger sus crías. Fanny solo descansaba junto a ellas.

—Hola —saludó Yelena con frialdad a la primera invitada—. Soy la dueña de la madre. ¿Cómo te llamas?

—Me conocerás como @lolagm_13 —respondió la chica con una sonrisa—. Pero me llamo Nora. El chico que llevó la publicidad, Harley, me dijo que podía quedarme con una de las perritas. Por cierto, gran anuncio. Increíble que pudierais contactar con Spiderman.

—Ese no era Spiderman, solo le imitamos —dijo Peter nervioso. Nora frunció el ceño extrañada.

—Buenas tardes, bella —saludó Harley saliendo de pronto con una bandeja repleta de magdalenas—. ¿Quieres un muffin? ¿O quizás mejor una galleta? —preguntó sacando otra bandeja de galletas tan rápido que nadie pudo ver de dónde.

—Oh... me llevaré una galleta, gracias —respondió ella con una sonrisa.

—Ha venido a ver la perra, no a por galletas, Harley —se molestó Yelena empujando a la pobre Nora por el pasillo hasta llegar a todos los perritos—. Harley, ¿cuál es la de Nora?

Harley se acercó a paso rápido aún con las bandejas en las manos. Nora se relamió los labios, pero no pensaba agarrar otra galleta. Tal vez sería maleducado.

—Es la canelita —marcó Harley señalándola con la cabeza. Yelena ablandó su rostro. Esa era tan hermosa.

La tomó en sus manos con delicadeza. La perrita era de lo más tranquila. Los ojos de Nora brillaban mientras Yelena le pasaba el animal a sus brazos.

—Supongo que ahora necesita un nombre —comentó Yelena apretando los labios con amargura.

—La llamaré Ginebra —dijo Nora haciéndole monerías a la perrita mientras ella jadeaba feliz. Yelena solo pudo sonreír. Nora era perfecta para la perrita, por mucho que doliera.

—Bonito nombre —sonrió Yelena—. Ahora disfruta de la fiesta.

Nora asintió y se alejó aún con la perrita en brazos. Yelena se giró melancólica al resto de los animales, los contó con detenimiento y al comprobar que allí seguían todos volvió a la fiesta.

Compañeros para SpidyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora