Prólogo

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"Parker, es tu último aviso, ¿te queda claro?"

Las palabras de su casero resonaban en su cabeza. Al principio ser un héroe era su trabajo, así que no dudó un segundo en pedirlo, pero recordar a MJ, May, Ned en sueños no era tarea sencilla. Tampoco lo era vivir solo. No había encontrado trabajo y sus ahorros estaban empezando a llegar a su fin y lo peor de todo eso es que nadie podía saber de él. No quería porque se sentía egoísta, pero estaba arrepentido de su decisión. Pensándolo con tranquilidad había muchas más soluciones que esa, pero ya era tarde.

Sostenía en las manos el anuncio del periódico, pero nadie había respondido y a pesar de saber que no debería por su salud mental entró al Instagram de MJ. Sus fotos con Ned en su apartamento de la universidad eran una envidia y estaba claro que faltaba él allí.

La puerta recibió tres golpes. Peter se levantó con cansancio para acercarse a abrir. Tal vez el repartidor volvió a equivocarse de puerta.

Cuando Peter abrió la puerta se encontró con un chico más o menos de su edad con los ojos azules claro y el cabello marrón oscuro. Le sonaba de haberlo visto en algún lado, pero no podía recordar dónde.

—Siento haber llegado tarde —dijo el chico—, pero si aún sigue la oferta... —Paró sus palabras para observar la habitación—. ¡Madre mía! Sí que es pequeña. En la foto parecía más grande.

—¿Vienes por el anuncio? —preguntó Peter incrédulo, el chico se encogió de hombros.

—Así es —respondió entrando en la habitación sin el permiso de Peter—. Mi plan era un apartamento de la MIT, ¿sabes? Pero no me aceptaron con que me quedé con trabajos chapuceros y ayudando en casa. Aún así creo que ya es hora de irme.

—¿Tampoco te aceptaron en la MIT? —preguntó Peter interesado sin dejar de mirar al chico.

—No —respondió él—. Parece que poner que ayudaste a Iron Man a arreglar su armadura con diez años no suena muy creíble. —Peter levantó las cejas, él conocía a Iron Man y nunca le había hablado de ese chico—. Y además el nombre de tu gran invento "lanza-patatas" parece ser muy poco serio —contó después. Peter no respondió.

—Entonces, ¿quieres la habitación? —inquirió Peter tratando de ignorar las cosas extrañas que soltaba el chico.

—Ah, bueno, ¿tú me quieres aquí? —preguntó él—. Soy una persona silenciosa y tranquila. Ni notarás que estoy aquí. Aunque este espacio estaría bien para trabajar, ¿sabes? Me gusta hacer mis propios inventos.

—A ver, ¿cómo te llamas? —cuestionó Peter.

—Harley Keener —contestó el chico con una sonrisa—. Y tú eras... ¿Peter?

—Peter Parker, sí —respondió él tragando saliva. Cada vez que se presentaba recordaba que hacía unos meses todos le conocían y perseguían.

—Bueno, pues entonces ¿qué? —preguntó Harley toqueteando en libro de la mesilla de noche de Peter—. ¿Soy tu nuevo compañero?

Peter pegó un bufido. No tenía más opciones, pero no sabía si ese chico le gustaba como compañero.

—Déjame que me lo piense y te llamaré —prometió Peter, Harley asintió.

—Tómate tu tiempo, Parker —contestó él con una sonrisa—, pero confírmamelo antes del jueves. —Peter se cruzó de brazos—. Es que mi madre quiere una respuesta —explicó Harley.

Peter rodó los ojos, pero antes de que pudiera responder, su teléfono sonó de dentro de su chaqueta. Se apresuró a sacarlo y se lo colocó en la oreja.

—¿Sí? —cuestionó.

—Hola, ¿Peter Parker? —preguntó una voz femenina en la otra línea, ¿qué? ¿Otra persona también quería la oferta?

—Sí, soy yo —respondió con emoción.

—Hola, soy Kate —saludó la voz de detrás del teléfono—. Verás te he llamado tan tarde porque no estaba muy segura de la situación. No sé si lo sabrás, pero estuve ayudando a Ojo de Halcón con unos asuntos. —Perfecto, otra ayudante de un vengador, al menos esta no fue con diez años—. Perdón, no venía a cuento, pero es que me encanta contarlo. Bueno, lo que te quería preguntar. Es que mi madre está en la cárcel y bueno tampoco tengo padre y aunque tenga mi dinero, es finito, ¿sabes? Así que he pensado que podemos ayudarnos. ¿Tu habitación es lo suficiente grande para que una chica y su perro tengan su intimidad?

—¿Una qué? ¿Y su qué? —preguntó Peter mientras Harley fruncía el ceño a su lado.

A ver, lógicamente no quería que el niño lanza-patatas fuera la única opción como compañero, pero la chica que llamaba tampoco parecía lo mejor. Peter suspiró. Él era un fracasado sin familia ni dinero tampoco podía pedir gran cosa.

—Bueno, a ver, es que es bastante pequeña —contestó Peter con un hilo de voz. Harley le observaba detenidamente.

—Vale, sin problema —respondió Kate. Hubo un silencio. Peter se preguntaba si debería colgar la llamada—. ¿Sabes lo que se me ocurre? —preguntó de pronto la chica—. Podrías tú venir a mi piso. Es grande y espacioso. Creo que estaremos más cómodos.

—No sé —respondió Peter—. Es que ya tengo otra oferta que no va a hacer mudarme. —Harley levantó la mirada.

—Bueno si somos los tres podríais tener más espacio y dividiríamos el alquiler en tres partes —razonó Kate—. ¿Qué crees que le parecerá a la otra persona?

—Eh... —balbuceó Peter girándose a Harley quien había empezado a amontonar folios doblados haciendo una pirámide—. Espera, le pregunto, está aquí mismo.

—Vale —contestó Kate.

Peter retiró el teléfono de su oreja y tapando el micrófono explicó a Harley la situación. Él al principio paró en seco pensándosela, pero después de un rato solo se encogió de hombros.

—Más espacio, más gente, a mí me gusta, yo solo veo ventajas —respondió colocando el último folio de forma triangular para acabar con la pirámide.

—Bueno —contestó Peter.

Irse a la casa de la hija de una criminal no le convencía en absoluto aunque asegurara que conocía a Ojo de Halcón. Por otro lado, no podía pagar el alquiler solo y una habitación tan pequeña no sería cómoda para dos personas. Peter suspiró. Después de todo Harley iba a ir con él y Peter se había enfrentado a cosas peores, ¿de verdad iba a temer de una niñita?

—Está bien, Kate —aceptó Peter colocándose el teléfono en la oreja de nuevo—. Nos gusta la idea.

—Vale, pues perfecto, te paso la dirección y la fecha por WhatsApp y ya os venís para hablar de todo, ¿okey? —preguntó Kate, Peter se preparó para responder, pero Kate le interrumpió—: Perfecto, gracias, ¡adiós!

—Harley —le llamó Peter cuando Kate colgó la llamada—. Creo que hemos conseguido un piso.

Compañeros para SpidyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora