Capítulo 12: Héroes novatos

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—No es para tanto —prometió Peter, jadeante. Harley solo quería vomitar.

Ver a Peter volviendo de la acción siempre era lanzarse hacia él y preguntarle su última aventura, pero esta vez, era observarlo y escuchar cómo hablaba de su pie torcido. ¡Literalmente!

—¿Qué hago? —preguntó Harley, nervioso—. ¿Necesitas hielo? ¿Vendas? ¿Un cirujano?

—¿Qué pasa? —inquirió Yelena entrando con Kate a la habitación de los chicos—. Hemos escuchado un...

—¡AH! —gritó Kate con voz aguda—. ¿Qué es eso? Te... te has... te has... ¡¡TE HAS DOBLADO EL PIE!!

Peter forzó una sonrisa, que pronto se cambió a una mueca de dolor. Harley y Kate se miraron preocupados mientras Yelena se acercaba a Peter.

—Tranquilos, chicos, tiene arreglo —prometió agarrando un libro, acercándoselo a la pierna de Peter y crujiéndole todo el pie para colocarlo. Harley y Kate volvieron a chillar.

—Gracias, Yelena —dijo Peter. Harley y Kate estaba a punto de desmayarse.

—Así no podrás continuar siendo Spiderman —dramatizó Kate.

—No seas dramática —solicitó Peter—. He seguido peleando después de que me atropellara un tren. —Harley y Kate se miraron—. Cien por cien real —prometió Peter—, pero prefiero no hablar del tema.

—Esto es inaceptable —dijeron Harley y Kate a la vez.

—No puedes seguir con tus tareas de Spiderman —terminó la arquera.

—Pero ya estoy bien —prometió Peter poniéndose en pie, Harley y Kate se miraron sorprendidos.

—De eso nada —se quejó Kate empujándolo a la cama—. Tú tienes que reposar —se molestó cruzándose de brazos.

—Chicos, ser Spiderman es mi trabajo —respondió Peter—. Además ¿cómo se supone que voy a llevarle fotos a mi jefe si Spiderman reposa? En serio, es importante levantarme y... —Peter trató de levantarse.

—Que no —insistió Kate—. Harley y yo te sustituiremos —le quitó importancia rodeando al chico con el brazo, él levantó dos dedos formando una V.

—No, no, de eso nada —dijo Peter—. Ya lo hicimos una vez, pero no hace falta repetid. En serio, no hace falta.

—No puedes salir así —dijo Kate—. Yo saldré como la nueva Ojo de Halcón y Harley me fotografiará.

--¿Qué? —preguntó Harley con el ceño fruncido.

—Haremos un vídeo en el que yo explique que te he sustituido y solucionado —concluyó Kate llevándose las manos a la cintura.

—¡Malísima idea! —exclamó Peter, Kate dejó de sonreír y bajó sus brazos—. ¿Decir que me conoces? Solo puede traer cosas malas.

—Pues no lo digo —respondió Kate encogiéndose de hombros—, pero necesitas descansar.

—Y tú un ayudante —se molestó Harley.

—Chicos, sé que queréis ayudar, pero... —iba a decir Peter.

—Vamos, Peter, déjales —dijo Yelena apoyada en el umbral de la puerta—. No lo hacen por ti, lo están deseando. No sé, yo creo que te hace falta descansar.

—Por favor —solicitaron los dos a la vez con pucheritos y las palmas pegadas.

Peter suspiró.

. . .

—¿Alguna pregunta? —preguntó Peter después de una charla rápida de cómo ayudar a la ciudad.

Compañeros para SpidyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora