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Raros

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Raros.
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Eran las seis de la mañana cuando su alarma lo desperto indicándole que tenía que despertar, se dirigió al baño con algo de pereza para meterse a la ducha.

No le tomó tanto tiempo bañarse puesto que ya tenía la idea que no podía retrasarse si quería desayunar algo antes de ir a la U.A.
Se colocó su uniforme y suspiró antes de tomar el pomo de la puerta.

Hoy el pelinegro estaba algo motivado, ese día tenía un objetivo: hablar con Tamaki Amajiki.

No pensaba quedarse atrás, y sí es que tenía suerte, uno de los tres grandes lo ayudaría a que eso pasará.

Se dirigió a la cocina, aún no había nadie.

Tranquilamente comenzó a prepararse un café. Miro por la ventana mientras meneaba la cuchara dentro de su taza, observo cómo el sol recién comenzaba a salir.

Este tipo de momentos le gustaban a t/n, podía ver el sol salir, disfrutaba de una taza de café casera y aún mejor, no había nada de ruido...

El sonido de alguien cayendo de las escaleras lo terminó alertando haciendo que casi escupiera su café.

Fue una lástima que su tranquilidad durará tan poco.

Se dirigió a ver quién había sido el desafortunado, en cuanto vió a el rubio eléctrico en el piso sse apresuro en socorrerlo.

t/n: ¡Denki! ¿¡Estás bien!? - preguntó exaltado mientras ayudaba al mencionado a levantarse. Este solo asintió. - ¿De verdad amigo?

El rubio se mantenía evitando el contacto visual y pudo notar sus orejas rojas. Se ponía así cuando estaba nervioso, pero no entendía el porque de su nerviosismo.

Estaba actuando raro.

Denki: S-Sí, sí, no te preocupes... Amigo. - trago saliva y procedió a rascar su nuca apenado. - tropecé con mis pies cuando bajaba el último escalón, no me paso nada.

t/n: No me convences del todo...

Denki: ¡N-No tienes que preocuparte! Estoy bi-

Este dejo de hablar cuando las manos ajenas se dirigieron a sus mejillas, el pelinegro inspeccionaba detenidamente el rostro del rubio en busca de algún rasguño.

El Villano de la 1-A || BNHADonde viven las historias. Descúbrelo ahora