ғɪɴᴀʟɪᴢᴀᴅᴏ
¿Qué esperaría al ver a su daddy por primera vez?
Nunca se habían visto o enviado fotos de su rostro, mantenían una relación sin saber cómo era el otro porque Pied Piper la aplicación donde se habían contactado existía un apartado llamado...
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Cuando abrió sus ojos no estaba muy seguro de cómo debía sentirse, no estaba seguro si era buen momento para sentarse a dialogar consigo mismo sobre lo que estaba pasando, incluso lo que pasaría cuando firmara el contrato. Jadeó cuando los fuertes brazos de Kim lo rodearon.
—Buen día —dijo adormilado sin abrir sus ojos—, te sientes como un sueño —Tae Hyung sonrió.
—También te sientes como sueño... estaba pensando... en lo que pasará ahora.
—Me gusta planear el futuro.
—Lo sé, sé muchas cosas de ti, estuve... estudiándote en secreto para ser apto para ti en el trabajo —Seok Jin abrió sus ojos mirando al menor que mantenía los ojos perdidos en el techo—. No sé si me conoces tanto como yo a ti, pero presto mucha atención... anoche... sabía que algo estaba mal aunque no me dijiste que sucedía, conozco la mirada que tienes cuando estás preocupado en un tema personal, no es la misma mirada cuando te preocupa algo del trabajo, tienes muchos gestos —sonrió—, solo creí que estudiar tus necesidades me ayudaría a conservar mi puesto por más de dos meses... sé que no estaba siendo demasiado eficiente... tu mirada... lograba asustarme, no podía fallarte, me tenías solo a mí, debía ser un apoyo más que una molestia... necesitaba tanto este trabajo. Creo que... deberías saberlo, es lo justo, este... siempre ha sido mi único trabajo... nunca he trabajado para el señor Yoon Gi como decía en mi currículum —murmuró con vergüenza—, lamento haberte mentido.
—Yo no —mencionó abrazándolo fuerte—. Eres lo que necesitaba antes y ahora, no me importa que hayas mentido en tu currículum. Algo me hizo pensar que no tenías ni idea de lo que hacías... conozco a Min Yoon Gi, es igual o peor que yo y para haber estado bajo su cargo, eras bastante malo en tu trabajo.
—¡Grosero! —vaciló riendo mientras que contagiaba a Seok Jin por la dulce risa.
—¿Eres algo suyo? No imagino a Min Yoon Gi haciendo algo como eso para un extraño.
—Bueno no exactamente, pero es muy temprano para hablar de esto, además, estoy sobrio —vaciló. Aunque no estaba listo para hablar de esa parte de su vida que tanto le ha costado mantener en secreto.
—Está bien, cuando quieras hablar de ello puedes confiar en mí —tomó su mano—. No voy a juzgarte. Y quizá... también estuve estudiándote en secreto, y esa mirada que tienes... es la misma que tenías el día que perdí el contrato... es una mirada de tristeza... de impotencia, porque no quieres que esto se salga de tus manos. Yo no voy a presionarte —Tae Hyung abrió ligeramente su boca. En verdad estaba preocupado de contarle a Seok Jin su verdad, precisamente por no poder manejar la situación—. Vamos a bañarnos, hoy nos espera un día ocupado —asintió mientras se levantaba de la cama.
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