ғɪɴᴀʟɪᴢᴀᴅᴏ
¿Qué esperaría al ver a su daddy por primera vez?
Nunca se habían visto o enviado fotos de su rostro, mantenían una relación sin saber cómo era el otro porque Pied Piper la aplicación donde se habían contactado existía un apartado llamado...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Gimió contra su cuello en el jodido instante que sus manos apretaban sus nalgas y la polla se metió más profundo en su interior. Había sido más que una reconciliación, parecía haber olvidado por qué Tae Hyung fue a la oficina en un primer lugar.
—Más duro —murmuró apretando fuerte del saco de vestir del mayor dejándose llevar a su suerte, ¿su pantalón?, qué importa dónde está. Quiso gemir, pero de su boca abierta no salió sonido. Estaba maravillado de montar la polla de papi que por un segundo olvido respirar, aunque el sonido molesto del celular de Seok Jin estaba matando su momento—. Quizá deberías contestar —murmuró dejándose mordisquear la suave piel de su cuello.
—No me importa quien llame.
—Pues quien sea que llame está muy interesado en hablar contigo.
—No seas celoso —en su lugar gimió olvidado su disgusto, tenía una tarea y era follar, no quejarse, pero en realidad quien llamaba parecía estar necesitando una respuesta del jefe Kim—. Ohh cariño —gruñó sediento cuando la traviesa lengua de su novio recorrió parte de su mentón mientras se follaba más fuerte.
—Contesta.
—No.
—Hazlo.
—No.
—Hazlo... ohh, joder.
—Que no... —tomó su boca con rudeza para que guardara silencio, cogiendo más fuerza hasta que ambos se corrieron en su último aliento y el timbre del celular dejó de sonar—. Ve a cambiarte, nos iremos pronto —con un besito en la frente, Tae Hyung abandonó la oficina, no sin antes llevarse los jodidos pantalones—. ¿Qué pasa Minnie? —dijo al responder cuando su celular volvió a timbrar.
—Joder, Seok, es de vida o muerte, incluso no debería estar llamando por varias razones... Hoy vi a Tae Hyung estaba en la oficina de Yoon Gi... —Seok Jin frunció ligeramente el ceño, conocía sobre una existente relación de algo entre estos, pero aún ignoraba de qué trataba—. Creo que se abrazaban, no lo sé, no pude ver bien qué sucedió... Min dijo que no debería decirte, que confiara en él, pero tenía que decirte, lo mío con él es diferente a lo suyo...
—Joder... ¿Tae... te vio?
—Lo hizo, y me ignoró, no quiso ni verme a los ojos cuando le pregunté qué estaba haciendo.
—¿Y... qué más te ha dicho Min? —preguntó cerrando la puerta de su oficina con seguro y apartándose de ahí.
—Dijo que lo quería como a un hijo... todo me sonó una mm... por eso te llamo... puedo lidiar con lo mío, pero esto es diferente...
—Iré a visitarlo, ¿sigue viviendo ahí?
—¡Olvídalo! No puede saber que lo sabes, eso me metería en un jodido enorme problema.