ғɪɴᴀʟɪᴢᴀᴅᴏ
¿Qué esperaría al ver a su daddy por primera vez?
Nunca se habían visto o enviado fotos de su rostro, mantenían una relación sin saber cómo era el otro porque Pied Piper la aplicación donde se habían contactado existía un apartado llamado...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Tae Hyung no estaba preparado para separarse de Kore Play. Seok Jin se había reunido con el comprador que había elegido y el acuerdo determinaba que se realizaría la venta a principios del próximo año, donde se tenía previsto la finalización de los servicios de la desarrolladora por la inauguración del Epiphany Paradise en Itaewon. Marzo había llegado muy veloz a su vida.
Estuvo de acuerdo en aceptar su cargo como vicepresidente de la cadena de hoteles ahora que Kore Play estaba por ser vendida. Acordarán los detalles en una reunión que se celebraría ese día por la mañana, él no tenía conocimiento del comprador, solo sabía que era un conocido de su novio, pero quién había entrado por la puerta no era solo un conocido suyo. Seok Jin se levantó de la silla muy amenazante, porque el hombre con el que estaba negociando Kore Play venía acompañado de Min Dong Hae.
—Kim Seok Jin, hace tiempo no vas por la organización.
—¿Qué se supone que haces aquí? —cuestionó enfadado—. Ni siquiera eres bien recibido.
—¿Cómo no sería recibido?, estoy a punto de comprar Kore Play —Tae Hyung miró a Seok Jin—. El señor aquí presente estaba haciéndome el favor de intermediario, pero soy quien desea comprarla, por lo que me ha tocado venir, soy el que va a firmar.
—No, eso no va a suceder.
—Seok Jin, no dejes que problemas que no son tuyos afecten a tus decisiones.
—He dicho que no. No voy a venderla y les pido a los dos que se retiren de inmediato.
—Esperé demasiado de usted, señor Kim, pero si no le importa, quiero un minuto a solas con Tae Ho antes de irme —su piel se había erizado por complemento con la mirada confusa, era seguro que su interés nunca fue Kore Play, quizá era la forma más sencilla de reunirse con su hijo.
—No voy a permitirlo —mencionó al quedar frente al menor—. Lárgate ahora o...
—Seok Jin —interrumpió Tae Hyung a sus espaldas—. Quiero hablar con él.
—No Tae Hyung.
—Por favor, solo un minuto.
—Lo has escuchado, solo un minuto es necesario.
Seok Jin miró los ojos aterrados del menor, pero su mirada era más insistente. Asintió dejándolos a solas en la sala de reuniones, pero se quedaría cerca, no iba alejarse demasiado, Dong Hae no era de fiar. La soledad se sintió de pronto, todos sus recuerdos dolorosos se lo demostraron.
—Has cambiado mucho, Tae Ho.
—Mi nombre es Tae Hyung ahora.
—Es verdad, ese era tu nombre de huérfano.
—Es el nombre que mi papá me dio —mencionó firme—. Ya no es más mi nombre de huérfano.
—Tae Hyung —había dicho de forma burlista—. Eres muy hermoso ahora que creciste, tienes un parecido a Chung Ha que hasta ahora puedo ver —una suave caricia pasó por su mejilla, pero apartó el rostro—. Antes te gustaba —mencionó con burla.