ғɪɴᴀʟɪᴢᴀᴅᴏ
¿Qué esperaría al ver a su daddy por primera vez?
Nunca se habían visto o enviado fotos de su rostro, mantenían una relación sin saber cómo era el otro porque Pied Piper la aplicación donde se habían contactado existía un apartado llamado...
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Se había aferrado al cuerpo vestido de papi mientras sentía las caricias jugar por su espalda y los labios decorar el rosado de sus mejillas. En ese punto no estaba seguro de que sus decisiones fueran lógicas y sin importar, lo quería, lo necesitaba, él era suyo, su mascota, su Osito.
Todos tienen algo que ocultar y Tae Hyung no era el único, la diferencia es que no era consciente de ello y Seok Jin sí. Que su Osito considerara a Min Yoon Gi como a un padre era más que extraño, podría recordar a su novio decir que, si tenía un tipo de relación con los Min, ¿a eso se refería?, solo eso podía justificar la obsesión de protección que Min ejercía en Tae Hyung para hablar como si tuviera algún derecho.
¿Cómo puede ser eso? ¿Qué es Tae Hyung en realidad de los Min?
No conocía mucho de la familia Min, lo más cercano que tenía de ellos era Tae Min, su medio hermano, hijo de su padre y madre de Yoon Gi hasta donde él sabía, también, la fuerte depresión que sufrió su padre cuando YooNa murió y su larga amistad con Yoon Gi hasta que descubrió la verdad entre él y Tae Min. Pero como si una voz de la razón jugara entre su cabeza, se dio cuenta de algo importante ¿Cómo es que no captó las señales?
—Cariño —el menor alzó su mirada encontrándose con el de ojos verdes del mayor—. ¿Yoon Gi es tu tío de Taiwán? —él bajó su mirada sin decir una palabra, pero Seok Jin lo abrazó fuerte—. Sí eso es así, está bien, no voy a juzgarte por mentir.
—¿Cómo lo supiste...? —murmuró con los ojos apenas cerrados. Detestaba hablar de ese tema y no sentirse libre. No estaba seguro si era buena idea hablar de su secreto sin su tío Yoon Gi.
—Mi amor, sumé dos más dos, no fue difícil —Tae Hyung sonrió abrazándolo fuerte—. Entonces es tu tío adoptivo.
—Lo es... es el hermano de... mi mamá adoptiva, ella se llamaba Whee In, pero ella... y papá...
—Lo sé, no tienes que decirme cariño. Vístete —había tomado su ropa del suelo, se vistió rápido para regresar a su lugar sobre el regazo de papi que se hallaba sentado en un sofá dentro de aquella habitación detrás de la oficina.
—Se supone que no debía decirte sin antes hablarlo con él... ¿prometes guardar el secreto?
—Te doy mi palabra. Solo que no entiendo, por qué siquiera existe el secreto y tu apellido.
—Bueno... es una historia larga, pero... se supone que estoy muerto —sonrió incómodo antes de sentarse sobre el regazo su novio—. Mi abuelo Dong Hae me dio por muerto porque pensaba regresarme a una casa de acogida después del accidente, fue la salida fácil. Yoon Gi me rescató, dijo que nada iba pasarme si estábamos juntos... sacrificó su felicidad... por mí.
—Dong Hae es un completo imbécil. Lamento tanto que eso sucediera, pero tú no eres un sacrificio, estoy seguro que te lo ha dicho.
—Sí... pero no puedo perdonar que por mi culpa él terminó su compromiso con una mujer que amaba mucho... me eligió a mí, un niño que no era su sangre... tuvo la oportunidad de sacarme de su vida.
