ғɪɴᴀʟɪᴢᴀᴅᴏ
¿Qué esperaría al ver a su daddy por primera vez?
Nunca se habían visto o enviado fotos de su rostro, mantenían una relación sin saber cómo era el otro porque Pied Piper la aplicación donde se habían contactado existía un apartado llamado...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
¿Cuánto tiempo de tortura había pasado? La respuesta que Seok Jin sentía eran mil años, pero la realidad es que tan solo había pasado un mes y medio desde que aceptaron mantenerse al margen de la situación.
Después de todo él compartía con su asistente algunas de sus intimidades, era la persona que más veía durante el día y con los años se habían vuelto cercanos. Conocía de sus pasados amoríos con Suzy y su incierto presente con Kim Jennie, la preciosa hija de los señores Kim —amigos y competencia de su padre—.
La idea del padre era emparejar a su hijo con la muchacha para que se casaran pronto. Decisión que Seok Jin había aceptado por insistencia de su abuelo, pero era un plan que no haría en realidad y lo volvió a recordar cuando vio un correo de su padre esa mañana.
—¿Por qué te ves tan horrible hoy? —Seok Jin apenas rodó los ojos escuchando a su hermano—. ¿No has dormido bien?
—No, no he dormido bien. Sabemos que algún día aparecerá por esa maldita puerta y yo perderé la puta cabeza.
—Hombre, no puedes huir de papá y el abuelo por siempre.
—Vendrá para joderme la vida, y no tengo tiempo para esa mierda. No se cansaron hasta conseguir una esposa para ti.
—Yo quiero a mi esposa.
—Bien por ti. No quiero una esposa como si fuera la adopción de un cachorrito, papá y abuelo lo saben. No han dejado ese maldito tema desde mi cumpleaños. Recibí un correo está mañana, decía que vendrían pronto, pero que no han podido establecer una fecha —Se Hun se había reído ante la mirada molesta del mayor.
—¿Por qué envían correos?, papá sabe usar su celular.
—Ni lo menciones los tengo bloqueados... y cada vez que llaman por la oficina Tae-ah les dice que estoy en Itaewon, espero que cuando te llamen preguntando por mí les digas que estoy viviendo en la jodida Alaska.
—Cielos —dijo riendo—, asimila que debes sentar cabeza. Deberías estar trabajando menos para que te enfoques en socializar.
—¿Socializar? No tengo tiempo a veces para comer, si no fuera porque tú y Tae Hyung son mis mayores apoyos estoy seguro que ya me hubiera enloquecido. Y no tengo miedo al compromiso, solo que no haré lo que ellos quieren.
—Carajo. Dile a Tae-ah que realice una lista con algunas mujeres importantes de tus contactos y de los míos, para que te organice alguna cita a ciegas, así te enamoras y ellos no escogen por ti.
—Eso no me importa Hun, estoy casado con el hotel... Además ¿citas a ciegas, en serio?, ¿esa es tu gran idea de cien millones de wones?
—No sería una mala idea, podríamos colocar en el nuevo hotel un área exclusiva para citas —Seok Jin se había reído, eso era lo último que elegiría para el proyecto por el cual estaba matándose de trabajo.