Teníamos que descubir para que serviria aquella estraña llave, me eche en la cama de un suspiro y de pronto escucho la puerta de entrada, ando hasta alli con Alex que venia detras mia, creiamos que era Rosa pero cuando abrimos la puerta supimos que no era ella, pero para Alex era mucho peor.
Estaba Sandra en la puerta diciendo buenos días sin quitar la vista de mi.
-Genial - dijo irónicamente Alex susurrando mientras miraba hacia arriba.
Sandra no se habia dado cuenta de que Alex estaba alli, pero cuando se dio cuenta solo miraba a Alex con odio.
-Mejor me voy - dijo Sandra mirando a Alex y dándose la vuelta.
-Si mejor sera - intervinio Alex rápidamente antes de poder decir palabra y cerro la puerta.
-¡Alex!, ¿porque as echo eso? - pregunte enfadada.
Sin no decir palabra se dirigio a mi cuarto, yo la segui y la vi echada en mi cama.
-Aver... y ¿ahora que te pasa? - pregunte yo aun un poco enfadada.
-Nada - respondió triste.
-¿Que es porque te he gritado?, si no fueras hecho lo que as hecho no te fuera gritado - dije triste.
-No es eso - susurro Alex.
-¿Entonces? - pregunte yo.
-Es porque quieres mas a Sandra que a mi - dijo triste sin mirarme y eso me mataba.
-¡Eso no es verdad!- grite.
-¿No? Demuestralo - dijo ella desafiante mientras se sentaba.
La bese de nuevo pero de pronto mi puerta se abrió y vi a mis padres detrás de la puerta, vieron todo lo que paso y se dieron la vuelta sin decir nada, de pronto se fueron y me quede en la habitación con Alex, hasta que mi hermano Isaac llego y me saco de allí, decidí volver a mi casa aunque no tenia muchas ganas, Alex me acompaño hasta la entrada.
Cuando iba a abrir la puerta esta se mantenía cerrada, llame pero no me abrían, seguí llamando durante un cuarto de hora pero seguían sin abrir.
Me senté en un escalón quedándome fijamente mirando al suelo hasta que vi unos zapatos, levante la vista y era Alex.
Ella me extendió la mano para levantarme y como no tenia a donde ir caminamos por la carretera hasta encontrar una casa antigua que daba bastante miedo, pero bueno había que aguantarse ya que no sabíamos otro sitio donde poder dormir.
Investigamos la casa y todas las habitaciones después de varios minutos encontramos su salón, tenia un sofa lleno de polvo, una chimenea con tres jarrones encima, una mesa y unos cuantos cuadros en las paredes.
De pronto vi que en la chimenea había un corazón y al lado una fecha, mientras lo observaba Alex miraba los jarrones hasta que uno cayo al suelo haciendo que yo me asustará.
Y cuando menos lo esperábamos la chimenea se abrió, haciendo que se descubriera un pasadiso.
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Amor de otro mundo (LGBT)
Ficção AdolescenteA veces quién menos te esperas es quién más te marca. A veces no sabes que hay cosas que existen y cuando lo descubres no crees lo que estas viendo. Para Julia y Alex fue algo nuevo. Un amor extraño, un amor que no se puede describir aunque lo inten...