Capítulo 1

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Busan St. Mary's Hospital - Lunes, 20 de abril de 2009 - 02:27AM

Era una madrugada tranquila en la unidad de urgencias del hospital de Busan, apenas había tenido un par de pacientes, solo una contusión cerebral de una chica que se resbaló en el hielo y un coma etílico de un anciano vagabundo. Las enfermeras reían de algún chiste que les había contado el anestesista que estaba intentando coquetear con ellas cuando la puerta se abrió de golpe. Por ella entró un chico joven tambaleándose, soportaba a duras penas su peso, una mano se apretaba con fuerza a su vientre y su pelo revuelto y mojado por la intensa lluvia estaba pegado a su rostro.

Una enfermera se acercó a el sobresaltada dispuesta a ayudarlo si quiera a llegar a una silla de ruedas, pero el chico la sujetó con tanta fuerza del brazo que casi le hizo daño.

— El doctor Jeon... necesito ver al doctor Jeon —balbuceaba casi incomprensiblemente.

— Lo siento cariño —se disculpó la enfermera — Dong Hyuk no tiene guardia esta noche.

— Jungkook... quiero ver a Jungkook —suplicó.

Otra de las enfermeras que estaba observando la escena salió a la carrera hacia el área de descanso de los doctores vociferando el nombre del doctor Jeon más joven, en ese momento con los nervios y la angustia de ver a aquel pobre chico se olvidó por completo de que habría sido más rápido si lo hacía por megafonía.

Jungkook se tensó cuando escuchó la voz de aquella enfermera llamándolo a gritos, podía notarse fácilmente que estaba ansiosa, que eso no era una típica urgencia en el tranquilo Busan. Se puso en pie y sin escuchar a la pobre chica que lo llamaba a gritos, salió a toda velocidad hacia la zona de urgencias. Cuando llegó el alma le llegó a los pies de un solo vistazo. Allí estaba el una vez más... tenía la cara desfigurada con el labio roto y un ojo hinchado, las contusiones de su cuerpo estaban tapadas por la ropa, pero seguro que era más que muchas. Era la cuarta vez que asistía a urgencias en lo que llevaba del mes. Otra vez le diría que se cayó o que se tropezó con sus propios pies. Le dolía ver como se dejaba, como engañaba a todo el mundo y no hacía nada para ponerle fin a su propio infierno.

— ¿Qué ha sido esta vez, Jimin? —preguntó con tono mordaz.— ¿Te has caído por las escaleras?¿Un perro con seis patas se cruzó en tu camino? ¿O las puertas del armario se abrieron de repente y te golpearon misteriosamente?

El no contestó, le dolía la dureza de sus palabras, pero las merecías, por estúpido, por no escuchar los consejos de nadie, por dejarse embaucar por promesas vacías de un futuro mejor. Solo pudo sollozar con fuerza mientras las lágrimas escocían en su ojo hinchado.

— Jimin... —susurró Jungkook con voz más dulce mientras apartaba unos mechones húmedos de su rostro dejándole ver el mal estado de este. — ¿Qué te duele? Necesito saberlo para poder curarte.

El volvió a sollozar mientras apretaba los brazos con más fuerza a su vientre, recordando los golpes, las duras palabras. Rezando mil plegarias para que no fuese demasiado tarde.

— Estoy embarazado —dijo con un hilo de voz mientras más lágrimas nacían en sus ojos.

Jungkook se quedó en shock, sus venas comenzaron a llamear de rabia y frustración. Formando un coctel muy peligroso para el que estuviese cerca, eso si no comentamos al mal nacido culpable de todo esto.

— ¡Un ecógrafo! —gritó Jungkook después del shock inicial que provocaron las palabras del pobre chico.

Una enfermera salió a toda prisa volviendo con el aparato segundos después. Sin perder un segundo Jungkook cortó la ropa que cubría a Jimin para encontrarse con su vientre, repleto de golpes. No pudo evitar maldecir entre dientes y jurar que si algún día se cruzaba con esa escoria, le haría pagar por cada golpe. Apretó casi desesperadamente la botella del gel frío sobre el vientre de Jimin, el se encogió por la sensación y porque varios chorros cayeron en heridas abiertas sobre su sensible piel.

Golpes y floresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora