Al día siguiente me levanté más temprano de lo normal a preparar el desayuno de mis dos amigos ya que hacía tiempo que nos les cocinaba nada, de hecho, tengo pensado en más adelante prepararles la cena para compensar el tiempo en el que no lo he hecho.
- ¡El desayuno está listo! -Grité por el corredor para que ambos me escucharan, de inmediato aparecieron por la cocina. Ambos observaron la mesa, había huevos, fruta picada, incluso jugó de naranja recién exprimido, Ieiri se acercó a tocarme la frente con su mano-
-No, no tienes fiebre, Nanami a ver compruébalo tú, yo tengo mis manos frías -Rodeé los ojos y tomé asiento en la mesa, mi amigo rubio hizo lo mismo mientras Ieiri resignada a que esto era una realidad también tomó asiento mientras se preparaba un pan con palta.
-Tengo clases más tarde hoy, así que quise hacerles el desayuno.
-Ya decía yo que había algo extraño en todo esto -mencionó mi mejor amiga mientras masticaba su pan-
- ¿A qué se debe todo esto? -preguntó Nanami, acaso el igual desconfiaba de mis intenciones-
- ¿Es que no puedo prepararles desayuno a mis dos mejores y únicos amigos? -me hice la ofendida para hacerlos sentir culpables-
-Nunca lo haces, por eso es raro además tu nunca tomas desayuno -volvió a hablar Nanami-
-Bueno, ahora decidí que siempre tomaré desayuno para no tener a Ieiri encima mío pretendiendo ser mi madre -Ella me dio un pequeño golpe en el brazo mientras arrugaba las cejas- a propósito, Suguru me invitó a una fiesta el fin de semana, le preguntaré si pueden ir ustedes.
-Yo pasó -dijo Nanami dando un sorbo a su café.
-Ah no, tú vas porque vas –lo apunté con mi dedo-
-No me puedes obligar y no me apuntes porque es de mala educación -Odiaba que se ponga así de pesado con las formalidades-
-Quizás sólo te invitó a ti por un motivo -aquí vamos de nuevo, ieiri siempre me molestaba de alguna u otra forma-
- ¿Qué hablamos ayer Shoko? -Ella sabía que cuando la llamaba por su apellido era porque de verdad me estaba molestando algo, inmediatamente cambió su postura- Supongo que también irá Satoru. -Nanami al escuchar el nombre me miró sin entender nada, supuse que mi amiga no le había comentado nada sobre lo que ella me había contado- ¡Oh! ¡¿No lo sabes?!
- ¡__________ cállate! -Habló Ieiri entre dientes dejándome ver su molestia, no me importó-
- ¡A Ieiri le gusta Satoru! -Pude ver que a Nanami le apareció una pequeña vena en su frente, se había molestado, dejó la servilleta sobre la mesa y se retiró sin decir nada. Ambas nos miramos dudosas, Ieiri sabía que yo estaba haciendo eso para molestarla, pero no pensamos que Nanami se lo tomaría tan mal o al menos eso quedó demostrado porque ni siquiera nos dijo algo al respecto.
Seguimos tomando desayuno en silencio hasta que lo vimos salir nuevamente de su habitación, pero esta vez listo para irse a la universidad, si se despidió de nosotras, pero su semblante no era el mismo.
- ¿Qué le habrá pasado? -preguntó mi amiga, yo sólo me encogí de hombros porque tampoco entendía nada, sabía que a Nanami no le agradaba del todo Satoru Gojo pero desconocía los extremos.
-Bueno también me voy, tus lavas los platos -Besé su mejilla para luego salir por la puerta, alcancé a escuchar uno que otro reclamo por parte de ella, pero era la única que tenía el día libre así que por todo mi esfuerzo matutino ella debería ser la que lavaría los trastes o al menos eso decidí.
Como aún era temprano decidí que me iría caminando a la universidad ya que la mañana estaba riquísima, había un enorme sol que poco y nada daba calor, pero era perfecto. Amaba los días así.
Mientras caminaba comencé a escuchar música, mi spotify me entregó una sugerencia y quise escucharla, se llamaba ''disco'' de un grupo llamado Surf Curse lo cual encontré que era acorde al paisaje que estaba viendo en estos momentos al caminar por las calles transitadas de Japón. Me sentía vintage y me encantaba.
Cuando llegué a la universidad en la entrada del colegio estaba Naoya Zenin, no me quité los audífonos para no tener que escuchar nada de lo que tuviera que decirme, en el pasado cometí el error de estar en una relación con él lo cual al principio fue todo color de rosas hasta que mostró la peor de sus versiones y la peor parte la tuve yo porque logró maltratarme de una forma psicológica que con terapia y apoyo de mi familia, además de Ieiri y Nanami logré superar. Sin embargo, el parecía tener algún tipo de obsesión conmigo a pesar de que ya habían pasado años, siempre lo evitaba, pero ahora estaba sola así que no pude librarme de él ya que pareció notar que no escuché nada de lo que dijo por los audífonos, esto hizo que se enfureciera y se acercara a mí a tirar del cable de estos para que pudiera oírlo.
- ¡Te estoy hablado! -dijo de forma prepotente mientras se posicionaba frente a mi-
-Y yo te estaba ignorando –dije, esto lo enfureció aún más tomándome de la muñeca con fuerza para tratar de arrastrarme a otro lugar, pero yo me negué de inmediato- ¡Me duele! ¡Déjame tranquila! ¡¿Qué quieres?!
-Saber cómo estabas –siempre tenía esas actitudes bipolares, cómo si cambiar el tono de voz o el trato de un segundo a otro cambiara las cosas-
- ¡Estoy bien, ahora suéltame! -seguía tratando de zafarme de su agarre, pero era imposible-
- ¡Tenemos que hablar! -Insistía con tironearme el brazo, las personas que pasaban al lado nuestro simplemente ignoraban la situación.
- ¡Yo no quiero hablar nada contigo! ¡Naoya por favor, no hagas esto!
- ¡__________ por favor escúchame tú! -Seguía insistiendo, esto ya me estaba preocupando, pero de pronto alguien más se unió a nosotros, los dos se pararon a ambos lados de él, respiré aliviada por un segundo al ver que Suguru y Satoru estaban ahí. Naoya me soltó de inmediato.
-Creo que escuchamos que no quiere hablar contigo -Pronunció Suguru con una voz muy ronca, nunca lo había oído hablar así.
- ¡Ustedes no se metan en lo que no les importa! ¡Estoy hablando con ella! -gritó Naoya entre dientes, mientras trató de acercarse nuevamente hacía a mi para llevarme a otro lado, pero Satoru se puso frente a mi dándome la espalda, Naoya era mucho más bajo que el por lo que ni siquiera pude verle el rostro, pero podía sentir su furia y de verdad agradecía al cielo que ambos apareciesen-
- ¡Ella no quiere hablar contigo o eres idiota! -Satoru sonó amenazante sin dejar de sonar irónico, Naoya se quedó en silencio ya que habíamos llamado la atención de más gente, simplemente se fue de ahí y cuando lo vi desaparecer pude respirar tranquila, me apoyé con una mano en la reja de la entrada ya que mis piernas habían comenzado a flaquear.
Suguru se acercó a mi para ver cómo estaba y yo con una seña le indiqué que ya estaba mejor.
-Gracias –les agradecí- si no hubieran aparecido quizás que habría pasado.
- ¿Y ese quién era? -preguntó Satoru de brazos cruzados mientras me miraba-
-Alguien al que no debí conocer jamás -respondí sincera mientras daba un largo suspiro- De verdad gracias.
Nanami apareció corriendo al lado mío mientras se acercaba a mí con ojos preocupados, probablemente alguien que sabe que somos amigos le dio aviso de lo que estaba sucediendo a la entrada de la universidad, decidí irme con mi amigo rubio, necesitaba un hombro amigo en estos momentos, pero no si antes volver a agradecerles por tratar de defenderme.
- ¡Gracias chicos! -me giré mientras movía mi mano en señal de despedida- ¡No eres tan idiota como pensaba! -Miré a Satoru que sonrió de medio lado mientras negaba con la cabeza, ambos me hicieron la misma señal de despedida.
ESTÁS LEYENDO
Trato equivocado | Satoru Gojo jjk
Fiksi PenggemarLa vida de Gojo Satoru gira siempre en el sentido que él le da, todo gira en torno a él y nadie más pero que pasaría si alguien llegara de pronto a conocer el mundo interno en su cabeza, tanto que lo descontrola completamente de su forma de ser. ***...