Trato equivocado | Satoru Gojo jjk

Diecisiete.

La temporada de verano comenzó oficialmente, un año de universidad se iba nuevamente para próximamente iniciar el tercer año de carrera. Mis mejores amigos ahora se encontraban oficialmente en una relación por lo cual se me hacía aun sumamente raro el hecho de verlos siempre tan acaramelados, aunque cuando pasamos tiempos juntos los tres tratan de no hacerlo tan evidente para no incomodarme, sin embargo, estoy feliz por ellos.

Por otro lado, estoy yo, ya no he visto a Satoru y decidí bloquearlo de las redes sociales para no tener que ver nada acerca de él, esto también provocó mi alejamiento con Suguru, es su mejor amigo y en donde esté él también está Gojo y por ahora no quiero tener alguna relación ni siquiera con su círculo cercano.

Acepte salir con Takuma, sólo como amigos y nos llevamos bien, es un año más joven que yo, pero es amable y me trata bien, aun así, no quiero crearle ilusiones, basta y sobra con sólo un corazón roto.

- ¿Dónde vas? -me preguntó Ieiri mientras cambiaba de canal en la televisión-

-Voy a salir con Takuma -crucé mi bolso sobre mis hombros mientras me miraba en el espejo del corredor para apreciar mi look una vez más-

-Estas saliendo demasiado con ese tal Takuma ¿te gusta? -levantó una ceja mientras me veía-

-No, sólo somos amigos ¿No puedo tener amigos? -ella rodó los ojos- No creo que llegué a cenar para que no me esperen.

-Lo olvidaba, Suguru llamó, nos invita a su cumpleaños -la observé, sabía lo del cumpleaños, pero no quería ir, los motivos eran obvios para mí sólo que mi mejor amiga no tiene la más mínima idea-

-Ok –fue lo único que dije- Adiós, luego hablamos.

Me junte con Takuma en un bar ya que hace días habíamos planeado salir a beber algo. Había mucha gente porque era fin de semana, ambos nos pedimos unas cervezas mientras reíamos alegremente.

-Le pregunté a mi jefe si podías entrar a trabajar -estaba ansiosa pues me había ofrecido trabajar junto a él en una cafetería que se encuentra cercana a la universidad, podría trabajar algunas horas en mis tiempos libres como garzona y me pagarían algo de dinero extra que siempre es bien recibido-

- ¿Qué dijo? -pregunté con emoción-

-Que si -sonrió-

- ¿¡En serio!? -grité y me lancé a abrazarlo de felicidad, él se shockeo ante mi acto, pero mi abrazo fue bien recibido- Gracias, gracias, esto es excelente, así puedo estar algo más ocupada con ya sabes que –Takuma había sido mi confidente estas últimas semanas, él sabía todo respecto a Satoru-

-Lo sé, pero eso también tiene solución, sólo debes dejarme.... -lo interrumpí, sabía lo que iba a decir-

-Takuma ya hablamos esto, no quiero herirte.

-No me importa, ____________ tú me gustas y sé que sólo llevamos algunas semanas saliendo como amigos y que existe la posibilidad de salir roto, pero no me importa porque en estos momentos me siento feliz y es por el simple hecho de estar pasando tiempo contigo, tiempo que es impagable...

- ¡¿Qué mierda acabas de decir?! -mi cuerpo se tensó al sentir esa voz, Takuma desvió la vista a la persona que había hablado, al parecer estaba detrás de mí. Lentamente me giré para verificar que era él y si, era Satoru. - ¡Te estoy preguntando que mierda dijiste! -Se acercó a Takuma de forma amenazante y de pronto yo me encontraba en estado de Shock ¿cómo es que él estaba aquí? ¿Por qué no lo vi? ¿Él me vio a mi junto a Takuma? No entendía nada, detrás de él apareció corriendo una chica, probablemente una de sus conquistas.

-No tengo por qué responderte, no te conozco –Habló Takuma calmadamente mientras ignoraba a Satoru bebiendo un sorbo de su cerveza, esto provocó aún más a Satoru que podía sentir como casi echaba humo por los oídos. Debía intervenir.

- ¡¿Qué carajos crees que estás haciendo Satoru Gojo?! ¡¿Quién te crees?! -Me observo de reojo, pero al escucharme relajo un poco su postura-

-No te metas... -dijo entre dientes-

-No le hables así -dijo Takuma mientras dejaba la botella vacía sobre el mostrador- No tienes derecho a hablarle así, bastardo. -No hizo falta nada más que eso para que Satoru se abalanzara al cuello de Takuma provocando que ambos cayeran al suelo entre combos y patadas. La gente se juntó a nuestro alrededor mientras algunos gritaban, yo observaba hacía todos lados tratando de buscar ayuda, ningún guardia apareció.

- ¡Ya basta! -grité- ¡Satoru basta! -ninguno me hacía caso, Gojo tomó una botella y la estampó en contra de la cabeza de Takuma, este cayó al suelo inmediatamente por el golpe. Rápidamente corrí a él para ver cómo se encontraba, al parecer no le hizo ningún corte además de los golpes en el rostro.

-__________.... -balbuceo Satoru mientras se acercaba a nosotros-

- ¡Púdrete! ¡qué tienes en la cabeza! ¡Estúpido!

-Satoru cariño ¿qué ocurre? -Dijo la muchacha que anteriormente había llegado detrás de él-

- ¡Que está puto loco, eso ocurre! -grité, ella no entendía nada y no la culpo. De pronto sentí como sus brazos me tomaban a la fuerza mientras me cargaba como un saco de papas sobre sus hombros ¿qué mierda? Comencé a patalear mientras el seguía avanzando, hacia la salida. Pude observar cómo Takuma era atendido por otras personas mientras intentaba levantarse.

- ¡Satoru suéltame! ¡Mierda, qué estás haciendo! ¡Ayuda! ¡Auxilio por favor! -Nadie me tomaba atención, camino unas cuantas cuadras alejándose lo máximo posible del lugar hasta que finalmente me bajó, intenté darle un golpe, pero el inmediatamente lo detuvo, no tenía tanta fuerza como él. - ¡¿Qué te pasa?! ¡¿Por qué haces esto, primero golpeas a mi amigo y luego me secuestras?! ¡¿Qué tienes en la cabeza?!

Satoru no dijo nada, pasé a un costado de él para volver al bar, tenía que volver por Takuma hasta que de pronto sentí un grito al cielo que me paró los pelos de punta, me giré para observar a Satoru de rodillas frente a mi mientras sollozaba. Jamás lo había visto así, me quedé inmóvil.

-Perdóname... -Susurro aun mirando el suelo, pero inmediatamente levantó su rostro para verme a la cara- Perdóname -volvió a repetir. Se puso de pie y se acercó a mi lentamente, yo di un paso atrás para intentar alejarme de él, pero simplemente no pude, él me tomó de la cintura y me atrajo a él como un imán y sin tardar más de cinco segundos pegó sus labios a los míos dejándome completamente estupefacta, quise alejarme, lo intenté, pero al sentirlo fue mi corazón el que comenzó a mandar desde ese momento.