XX ★ Palabras hirientes...

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Mace Noher maldijo por lo bajo, apretando los dientes

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Mace Noher maldijo por lo bajo, apretando los dientes. Observó el cielo, esperando ver al responsable.
—Cómo me fastidia ese Fáred —farfulló—. Ha de ser obra de ese Ángel de mierda…, sólo querían que empleara el hechizo. Me siento usada.
Gruñó apretando los puños. Torció la boca con amargura y avanzó hacia sus oponentes. Vio cómo sus miradas se fijaron en ella: dos frías y desdeñosas (de Kena y Vanaih) y dos miradas anegadas de angustia (de Kora y Jesús), lo cual le causó gracia. Dark-Dusk incluso sonrió de júbilo, entre sus delgados labios se asomaron unos dientes ensangrentados. Viendo así las cosas, tenía la victoria a la vuelta de la esquina. Porque a fin de cuentas ella era capaz de materializar una Armadura Oscura, ellos no, eso la hacía superior. Ni siquiera usaría su armadura, estos eran oponentes endebles.
—¡Excelente! —exclamó—. Tengo tanto poder que usaré sólo casi nada para dejarlos en el suelo suplicando por sus patéticas vidas. Dark-Dusk les enseñará a no meterse en cosas ajenas. ¡A no estorbar cuando otros quieren alcanzar sus sueños!
»¡Prepárense para morir! ¡Cometieron un grave error al haber venido esta noche, porque para el amanecer seré la única gobernante en este planeta y nadie podrá impedirlo!
La sonrisa socarrona en el rostro de Dark-Dusk cambió bruscamente a un gesto de severidad. Estaba lista. Su ataque fue tan inesperada que Kena ni siquiera la vio.
«BAKIIH»
—¡¡Hermana!! —chilló Kora con el labio inferior temblándole.
Kena salió a volar por una patada en la quijada, sin embargo, antes de que cayera, rodando con mucha fuerza, Dark-Dusk se movió…
«SHAH»
… tan veloz para los ojos de Vanaih. Lo tomó por sorpresa.
«ZUGAH»
Le atestó un puñetazo con vehemencia. Vanaih cayó de golpe a unos metros de allí.
—Espero no haber dañado tanto ese apuesto rostro —se mofó Noher curvando los labios. Y no tardó en fijarse en la niña, aquella que temblaba de miedo—. Oh, Kory.
Kena estaba fuera de combate, igual que Vanaih. Ella tenía hilitos de sangre escurriéndole por las comisuras de la boca, y la piel de la quijada despellejada y sanguinolenta. Le dolían los hombros y la cabeza, incluso brazos y piernas le flaqueaban. En cambio, a su compañero le hubo brotado sangre de las fosas nasales, lo que le tiñó los labios de rojo. La nariz le palpitaba, el rostro le dolía de sobremanera y la cabeza le daba vueltas.

Jesús se paralizó del miedo, su abulia le hacía pensar que no era capaz de hacer algo. Se sentía más inútil que nunca. Pero cuando movió un pie, la mano de Dark-Dusk ya apuntaba a la indefensa Kora. De improviso aquella mano expulsó un gran chorro de luz oscura.
«ZUUOOOOH»
«Perdón, Korakih», pensó Dark-Dusk.
Korakih alcanzó a cubrirse con los brazos, mas no a escapar. La caliente luz la golpeó, y, entre alaridos, fue impulsada hasta estamparse en el escaparate de Ópticas de México.
«¡BOGASH!»
Jesús estaba paralizado del miedo. Para acabarla, Mace Noher se volvía hacia él con una sonrisa sádica que le produjo escalofríos.
—Jesús —dijo ella con un tono frío—, te han dejado solo. Vaya séquito. Estás solo…, como siempre. Te has sentido solo algunas veces, ¿no? Ahora ni tus amigos, ¡ni estos amigos tuyos!, te podrán ayudar.
Haya salido vivo o no de esta, Jesús recordaría este momento con toda claridad. Y cuando lo hiciera, te aseguro que lo haría escuchando This Is Home de Cavetown, intentando reprimir las lágrimas.
—Introspicere aliorum memorias —musitó Mace Noher.
Jesús no le entendió en lo absoluto.
—Dime, Jesús, ¿qué tan solo te has sentido? —comenzó Dark-Dusk—. Tal vez tengas amigos…, pero no una mujer que te ame. No es lo mismo amar que ser amado. Amor no correspondido. ¿Cuántas veces no te han correspondido? No veo quién querría estar contigo, amarte y corresponder tu amor. Oye, pero dime cuántas veces.
Jesús no quería hablar, la mente se le inundaba de recuerdos lúgubres que no podía detener ni reprimir.
—Memoriam tenebris cantatio —la oyó decir.
Y sintió una punzada en la mente que le revolvió las ideas, los pensamientos y recuerdos, fue de lo más errático. Cosas aflictivas le pasaban por la mente, acompañadas por una versión Slowed & Reverb de This Is Home de Cavetown.
Amace Noher sonrió victoriosa, un tanto burlona, con los ojos radiantes.
—A fin de cuentas, todo son historias de amor… o al menos así comienzan y terminan dejando el amor de lado. Tú no has dejado el amor de lado, Jesús.
»Te gustó alguien en tu infancia, sí, y esa persona terminó jugando contigo años después, ¿no es así? ¡Te cambió por alguien más! Pero no te importó tanto porque no sentías amor.
»¿Qué me dices de tu primer amor?
«Ayleth», pensó Jesús.
—La primera persona de la que estabas seguro que sentiste… amor. Ella se sintió mal por rechazarte, ¿no? Qué considerada, pero ¡¿cómo no rechazarte a ti?! Un amor sincero siendo rechazado, ¡qué fiasco! Deseas que ella sea feliz, aunque no sea contigo. No sabes cuánta lástima me das. Tu primer amor merece ser feliz y no lo será con alguien como tú, Jesús. ¡Tú-te-jodes!
Dark-Dusk soltó una risa gélida que fue rechazada por los oídos de Jesús. Éste último tenía las manos hechas puños; la tristeza le ganaba al miedo en su interior. Temblaba de rabia e impotencia, con los ojos anegados en lágrimas, como siempre… sintiéndose acorralado, sin ningún tipo de apoyo; sin ser capaz de defenderse. No lo hacía cuando lo molestaban desde pequeño, ni cuando la vida le daba golpes. Aparentaba que todo estaba bien y seguía adelante, sonriendo, con la aflicción muy dentro en su interior…, pero hoy no.
—Oh, qué tonta soy —farfulló Noher—. ¡Sí tuviste una novia!
«Jessamyn…», recordó Jesús.
—Qué sorpresa, eso no lo esperaba. ¿Era ciega? Claro que lo era… ¡¿Qué?! —Mace Noher fingió sorpresa—. ¡No lo era! Esto es increíble, pero sucedió. Ni siquiera te gustaba y la hiciste tú novia, aunque seguías amando a tu excompañera de secundaria, ¿no? Tal parece que te gustó cuando estaba a punto de romperte el corazón. Qué curioso, tu primera novia y quien te gustó en tu infancia te cambiaron por el mismo tipo. ¡Ja, ja, ja, ja, ja! Es más horrible de ver que tú, pero lo prefirieron a él, a ese mujeriego.
«Sí, se fueron con el drogadicto, machista y mujeriego que na’más juega con las mujeres. Qué atractivo es para algunas», se dijo Jesús en el pensamiento, con cierto desdén.
—Vaya… tragedia de amor —continuó Noher—. Con razón caíste en depresión. Una depresión que nadie notó porque a nadie le importaste en esos momentos. Qué difícil es superar las cosas uno mismo, pero en realidad siempre estamos solos. Por ese incesante sentimiento de soledad buscas amor, ¿o me equivoco? Además, ¿no te has enamorado ya de otra mujer?
«¡Angie!», no pudo evitar pensar Jesús.
—Enamorarse de amigas no termina bien para ti. ¿Acaso quieres acabar hecho mierda? Así terminarás si te aferras a ese sentimiento. ¡No confundas la amabilidad con coqueteo! Y, aunque ella diga que tú también le gustas, no será para ti, ella sólo te causará daño. Quién sabe si esté consciente de eso, y de que se alejará de ti aun cuando te prometió no alejarse jamás. No me creas a mí, velo tú mismo. ¿Lo estará?, ¿estará consciente? Pues bien, parece que le importa un carajo.
»¿Ya vemos posibles futuros? ¿O qué es lo que veo…, lo que vemos? ¡Te he dicho que enamorarse de amigas no termina nada bien! Tú también le gustas, ¿está enamorada de ti? Puedes ver que ese amor sincero se aleja de ti y ella no lo nota…, ¿o sí? Pues le importa más sí misma y su vida que tú o tu patético sentimiento.
—No… ella no —masculló Jesús, bastante consternado y decepcionado—. Jami…
—Le importaste una mierda como a los demás. Todas se distancian. ¡Te dejan con una gran soledad en tu interior! ¡¡Pues no les importas!!
»A las personas no les importa nadie más, excepto ellas mismas, digan lo que digan. Las personas no ven el daño que causan en otros. Ni tú ni yo. Me pregunto cuántas personas se van a alejar de ti. Cuántas no corresponderán un amor sincero que venga de ti. O simplemente cuántas mujeres rechazarán tus esfuerzos, tus intenciones y tu amor, así como todas las demás. He visto que la vida, el destino y KÚAME te dejan solo… y destrozado. Tu interior se desmorona, pero sigues firme. ¿Por qué?
»Reprimir la tristeza no te hará bien, no seas estúpido. Llegarás a un punto en el que todo tendrá que salir por sí solo. La tristeza de varios años querrá salir desenfrenada para hacerte sucumbir… y morirás solo y sintiéndote infeliz, porque es lo que mereces de verdad, así te lo hacen ver todos, bien lo sabes y lo aceptas. No eres ni serás feliz, ¿y aun así sonríes?
Esta vez Jesús no pudo esbozar una sonrisa falsa, como lo hacía cuando reía por cualquier nimiedad. Reprimir toda esa tristeza que emergía, desenfrenada, era inexorable.
—Supiste lo que era sentir verdadera tristeza y no quieres que los demás se hundan en eso, ¿no es así? Pero tus amigos, a los que ayudas, a los que escuchas y aconsejas, ¿te dan el mismo trato? Nadie te dará el mismo trato que tú les das, nadie se preocupará como tú y nadie querrá hacerte sentir como tú te esfuerzas en hacerlos sentir. Dime, Jesús, ¿te sientes triste? Yo opinaría que frustrado. No has estado triste poco tiempo, has estado triste… ¡por diecisiete años! —Dark-Dusk concluyó riendo con descaro, abriendo mucho la boca para que su estruendosa risa escapara.
Jesús no dejó de mirar a la mujer, enarcaba mucho las cejas, sus ojos derrochaban rabia, pero la verdad era que dentro estaba sin emociones, por así decirlo.
«PUSHIN»
Todo hubo estallado en su interior de tal forma.
El corazón le retumbaba en el pecho como un gran tambor.
«¡¡DOKUN…, DOKUN…, DOKUN, DOKUN, DOKUN…!»

Vanaih se levantó sacudiéndose la cabeza, viendo aquella imagen: Noher riendo y Jesús con un aspecto extraño; aquello le asustó, no supo por qué. Vio cómo su amigo comenzaba a jadear con ferocidad, con los ojos desorbitados. Pudo ver también que en las manos le crecían unas filosas garras negras. Se volvió asegurándose de que las chicas veían lo mismo. Lo veían igual, estupefactas. Vanaih hizo una señal y de un salto se alejaron un poco, yendo hasta la otra esquina, cerca de la calle Vicente Guerrero. Desde allí observaron atentos.
Jesús sintió cómo una calidez atroz lo envolvió, así como ese nuevo sentimiento que lo comenzó a dominar, más y más. ¡Se sentía fenomenal! Algo que jamás imaginó. Era como liberarse de sus tristezas, era algo salvaje y descontrolado.
Un Descontrol Salvaje.
Dark-Dusk lo sintió y se sobresaltó. Ahora aquel idiota emanaba poder, uno que le puso los pelos de punta. Tenía que hacer algo, porque la Reencarnación de Ilev se acercaba con la cabeza gacha, mostrando un aterrador aire siniestro.
Jesús levantó una mano, y las garras resplandecieron a la luz de la luna.
Fue tan veloz.
«ZANH»
Movió la zarpa de derecha a izquierda frente a Noher.
Dark-Dusk sintió un tremendo escozor en el rostro, que se volvió insoportable. Soltó un fuerte alarido. Grandes gotas rojas comenzaron a caer, manchando el asfalto.
—¡¡Gyaaaaah!! Mier… ¡Mierda! ¡¡Aaaah!!
Mientras Amace Noher retrocedía, lloriqueando y gritando de dolor, gemebunda, sangrando y sangrando, detrás de ella se abrió un portal. A donde entró trastabillando.
La Reencarnación de Ilev rugía cual bestia, con un aspecto lobuno que intimidó a los demás. Sus poros irradiaban energía oscura que asemejaba a un fuego muy ennegrecido (más que el fuego oscuro, y distaba de éste), que bailaba a su alrededor.
—¡Uff! Ahh, ahh… ¡Arrrhh! ¡Harhh, harrhh!… ¡Aaah! ¡¡Uoooaaaaa!!
Hubo un soplo a su alrededor, tan fuerte que le voló la gorra y le revolvió el pelo, más negro de lo normal.
—¡¡UOAAAAH!!
«¡¡GUOOOH!! ¡ZUAAAH!»
El suelo se partió bajo sus pies. Un pequeño cráter se formó en medio de la calle José María Morelos. Incluso el aire cambió a su alrededor.
«GO, GO, GO, GO, GO…»
Ya no era capaz de controlarse, Jesús se había perdido en su propia mente, su alma se hallaba en otro lugar, lamentándose por el chico y… su cuerpo estaba dominado por el inexorable Lado Salvaje.


—Tenemos que hacer algo por Jesús —dijo Kora, suplicante.
—No podemos hacer mucho —sentenció Vanaih—. Las únicas pocas maneras que hay son que le roguemos a la Gran Muerte que bese su nombre, así quizá sea inmune a morir. O que le pidamos a Azrael Arcángel que por favor rece por él.
—¡Es imposible! —soltó Kena con un dejo de angustia.
—Ni yo lo comprendo —declaró Vanaih—, no sé qué digan las leyendas sobre Ilev cuando se descontrolaba por su poder. Papá dice que sólo un Ángel de la Muerte puede apaciguar este… Estado de Poder. No tenemos cómo llamar a alguno, tal vez rezando, ¡no lo sé! Estamos acabados.
—Jesús está acabado —dijo Kena con amargura, inclinando la cabeza.
—¡No digas eso, hermana! —exclamó Kora a punto de estallar en llanto.
A varios metros de distancia, Jesús rugía. Vanaih no le quitaba la vista de encima.
—Será demasiado riesgoso si alguno de nosotros se le acerca —advirtió—, así que debemos esperar distanciados de él. No sabemos si liberará más energía.
—¡¿Y esperar a que sucumba cuando no resista tanta energía?! —protestó Kena.
—No hay mucho que hacer por él —reconoció Vanaih a regañadientes—. Estoy seguro de que es ese Estado de Poder. Es el… el estado Dark Wild.
—Lado Salvaje —musitó Kena.
La más pequeña los miró, dubitativa, y se preguntó:
—¿Wild Side?
Entonces recordó lo que Jesús le había dicho cuando le sugirió escuchar música para que se sintiera mejor:
«Hay una que me gusta mucho y me sube los ánimos por su melodía y su letra. No sé, no puedo explicar qué me provoca. Se llama Wild Side…»

 Se llama Wild Side…»

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Ilev -Dark Glow- I. El estado Dark WildDonde viven las historias. Descúbrelo ahora