Capítulo 5

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Hacía ya dos horas que habían partido, las carretas apenas y fueron suficientes para llevar a los noventa reclutas que iban en ellas, las piernas de Harry se estaban durmiendo y no había espacio para moverlas, Liam estaba apoyando su cabeza en el hombro del chico rizado y así se estaba quedando dormido. Los jóvenes que iban en la carreta con él eran personas que había visto antes en el pueblo, pero a las que no les hablaba. 

Harry tenía la reputación de ser muy cerrado y antisocial, y es que él no tenía tiempo para divertirse, tenía que proveer a su familia de alimento y cuidar su hogar, para ello era necesario trabajar todo el día. Liam era su único amigo, se habían conocido desde que eran bebés pues sus madres eran amigas y solo se llevaban un año de diferencia. Sus tierras de siembra se encontraban cerca y eran la única compañía que tenían durante todo el día de trabajo duro, intercambiaban semillas y se compartían cuando necesitaban, incluso cuando el padre de Liam los abandonó, la familia de Harry les ayudaba con todo lo que pudieran ya que Liam era muy joven para hacerse cargo y su madre acababa de tener al pequeño Niall. Años después, cuando el padre de Harry murió, la familia de Liam estuvo muy cerca para ayudarlos y consolarlos. Es por eso que para Harry más que un amigo, Liam era su hermano.

Pasaron un par de horas cuando Harry, que no había podido dormir, comenzó a sentir que la carreta se detenía, y miró a su alrededor para ver como el resto también dejaban de avanzar. Despertó a Liam para que estuvieran atentos, cuando se escuchó una voz —Los caballos están exhaustos, nos vamos a detener a dormir aquí y en cuanto comience a salir el sol, partiremos de nuevo — Habló el general Sheeran y todos se quedaron inmóviles. —¡¿Qué demonios están esperando?! ¡Bajen de las malditas carretas y dejen descansar a los caballos! ¡ya oyeron a su general! — El comandante Tomlinson gritó y todos bajaron.

Harry y Liam estaban buscando un lugar donde poder dormir cuando alguien lo llamó — Recluta Styles, no te pongas cómodo, te tocará hacer guardia — La voz del general Ed se oía cansada —General Sheeran, nunca he hecho algo así, no sé hacerlo — respondió avergonzado Harry. —No te preocupes , no serás el único ni estarás solo, otro recluta y yo cuidaremos al sur y el comandante Tomlinson y tú estarán cuidando el norte, él te explicará que hacer

El general no esperó otra respuesta y continuó caminando en busca del otro recluta con quien haría guardia. Liam le deseó suerte y Harry caminó nervioso hacía el carruaje donde sabía que estaba su comandante. Vio salir de ahí al general Malik con una manta gris y con una sonrisa en su rostro, al pasar junto a Harry lo ignoró por completo.

El rizado se paró al lado del carruaje. —Comandante Tomlinson, estoy listo para empezar la guardia — Habló Harry con voz suave. Louis se asomó por la pequeña ventana del carruaje y al ver al chico tomó su saco y bajó lentamente. Harry no podía creer lo hermoso que el hombre se veía con su cabello alborotado y su cara somnolienta —Será una larga noche, recluta — Dijo el mayor. Su comandante le hizo señas para que se acercara y comenzaron a caminar, Harry iba detrás de él con el corazón acelerado, no quería caminar a su lado y que lo pudiera tomar como una ofensa.

Caminaron cerca de quinientos metros hasta que el comandante se acercó a unos arbustos muy altos con flores que se encontraban al lado del camino. —Aquí estaremos bien, estas adelfas nos podrán ocultar de cualquier enemigo— Harry escuchó la voz del comandante llena de seguridad, sin duda había nacido para ser un líder. 

De acuerdo comandante Tomlinson, ¿qué debo hacer? — Respondió Harry. —Tomaremos turnos para dormir y quien se quede despierto estará atento a cualquier ruido, si escuchas algo me despiertas inmediatamente para poner al tanto a los demás — Harry dio por entendido que Louis sería el primero en dormir.

Ambos se encontraban sentados en el suelo. Su comandante se acercó más al arbusto para cortar algunas ramas, con la intención de hacer un pequeño agujero para que Harry pudiera vigilar el camino, le estaba pasando las ramas a Harry hasta que entre las ramas se fue una flor. Era una pequeña flor rosada que despedía un aroma dulce y fresco. —Estas flores siempre han sido mis favoritas — Dijo Harry sin siquiera pensarlo. Louis volteó a ver al chico que estaba con los ojos cerrados disfrutando el olor de la flor.

En un segundo las mejillas del comandante se habían tornado rojas, estaba rogando internamente para que el recluta no lo notara, gracias a la obscuridad de la noche lo pudo disimular

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En un segundo las mejillas del comandante se habían tornado rojas, estaba rogando internamente para que el recluta no lo notara, gracias a la obscuridad de la noche lo pudo disimular. Harry tiró a un lado las ramas, pero puso la flor detrás de él, estaba pensando llevársela consigo al otro día. Louis no respondió al comentario del recluta y comenzó a acomodarse en el suelo, moviendo las piedras que estaban ahí para poder descansar.

Louis estaba tan cansado que se quedó dormido en minutos, por otro lado, Harry había hecho caso a las indicaciones de su comandante y estaba vigilando a través del agujero por si alguien se acercaba, solo por momentos dirigía su mirada hacia Louis y admiraba su belleza bajo la luz de la luna.

Había pasado ya un par de horas y el frio se estaba haciendo más intenso, Harry se estaba congelando, su suéter era muy delgado, pero no quería dejar su puesto para ir por su otra chaqueta, así que se estaba aguantando. El comandante despertó con el sonido de unas aves que estaban cerca, Harry lo observó abrir sus ojos y peinar su cabello. Louis vio temblar al recluta y notó que sus labios estaban tomando un tono azulado. —Te estás congelando — Dijo apenas despertando. —Estoy bi-bien comandante Tomlinson — Louis no lo pensó y se quitó el saco, se acercó al chico y se lo puso sin meter los brazos de Harry en el.

El joven estaba sorprendido por el gesto, pero más sorprendido estaba Louis al reaccionar a lo que estaba haciendo. —Gracias, comandante...— Harry estaba encantado con el aroma del saco, era esencia entre menta, leña recién cortada y ahora por las flores, tenía un aroma dulce también. Louis apartó su mirada del chico —Es mi turno de hacer guardia, descansa un poco — Dijo el comandante. Después de un día tan devastador, Harry durmió con más calma de la que hubiera imaginado, tal vez porque sabía que Louis estaba cerca y eso lo hacía sentir seguro. 

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