Capítulo 31 - (Primera parte)

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Harry tardó más de dos minutos en poder salir del agua, estaba desorientado y el agua lo continuaba arrastrando. Pudo escuchar a Zayn y a Louis gritar su nombre a lo lejos. El agua fría lo hizo tensarse y cuando intentó nadar se sentía muy torpe.

Hizo un gran esfuerzo por salir a flote, intentaba entender lo que le estaba diciendo, pero simplemente no pudo. La paranoia se hizo presente cuando se dio cuenta de que el agua lo estaba arrastrando.

Tuvo miedo de morir.

Fue entonces que la adrenalina en su cuerpo le dio la fuerza necesaria para nadar contra la corriente y hacía la orilla. Nadó y nadó, pero sentía que no avanzaba. Decidió hundirse bajo el agua y nadar hasta que su fuerza se acabara.

El chico estaba muy débil y sus brazos comenzaban a arder de tanto esfuerzo. Había llegado el momento, sabía que no podía dar más, dio su última brazada, rindiéndose ante su ineficiente intento de llegar al otro lado.

Pero en ese instante Harry sintió el suelo bajo sus pies, y asomó su cabeza. Lo había logrado, estaba en la orilla. Obligó a sus piernas a continuar y se dejó caer en el suelo, tosiendo el agua que había entrado en sus pulmones, el chico respiraba con dificultad y el frio comenzaba a hacerlo temblar.

—¡MALDITA SEA, HARRY! ¡TE DI UNA ORDEN! — La voz enojada de su comandante lo hizo reaccionar, poco a poco se incorporó y alzó su brazo hacia Louis y Zayn, en señal de que estaba bien. —¡Lo siento, Louis! — Le respondió tan fuerte como pudo. La luna salió de entre las nubes, regalándoles un poco de luz. Pudo ver así el rostro asustado de Louis, el comandante estaba pálido.

El chico se sentó por un momento sin saber que hacer. Estaba temblando y no estaba pensado con claridad.

—No puedo creer que lo haya logrado — Dijo Zayn admirado, dirigiéndose a Louis, quien tenía el corazón muy alterado. —Estuvo a punto de no lograrlo — El comandante respondió casi con un susurro. Ambos veían a Harry caminar lentamente mientras temblaba. —Se va a morir de hipotermia, debemos hacer algo rápido — Louis comenzó a crear un plan en su cabeza, pero la presión era demasiada y no sabía como comenzar. No cualquier vida estaba en peligro, era la vida de su adorado rizado.

Para Zayn era muy extraño que Louis no supiera que hacer, era él quien siempre guardaba la calma y tomaba las decisiones correctas y rápido, incluso en medio del combate.

—Podemos lanzar una cuerda al otro lado para poder cruzar sin problemas — Propuso Zayn. —Tienes razón, saca el arco, yo traigo algunas cuerdas — El comandante comenzaba a unir las cuerdas para lograr una mayor resistencia. Ataron un extremo de la cuerda a la flecha y Zayn estaba listo para lanzarla.

—¡Harry, cuando la cuerda llegue al otro lado, átala a un árbol, vamos a cruzar! — El general mandaba la orden al chico, quien lentamente se giró a mirarlos, aun con lo débil que se sentía, estaba listo para obedecer a Zayn.

El comandante ató el otro extremo en un gran árbol, asegurándose que quedara estable. Ya todos estaba listos, no había tiempo que perder, el general Malik lanzó la flecha, directo al tronco de un árbol y el soldado se apresuró tanto como pudo para atarla y dejarla segura.

Mientras Harry terminaba de atar la cuerda, escuchó un ruido entre los arbustos. Se oía como un quejido. —¿¡Liam!? — El chico hizo el último nudo y se adentró al bosque.

Zayn al escucharlo, se apresuró a cruzar el rio, siendo seguido por Louis.

—¡Liam! ¿¡Dónde estás!? — El chico temblaba al caminar y sus rodillas se doblaban, pero la esperanza en su corazón lo hizo continuar. El lugar estaba realmente oscuro, ya que las copas de los árboles bloqueaban la luz de la luna, haciendo al chico tropezar al caminar. —Harry... sabía que... vendrías — Liam le hablaba con esfuerzo, estaba tirado entre unos arbustos, y voz apenas y podía escucharse. —¡Liam!¡hermano! — Gritó el chico, lanzándose sobre él para abrazarlo. Liam le intentó responder el abrazo, pero no pudo. —Te hemos buscado todo el día, no sabes cuanto miedo tuve al pensar no volverte a ver jamás — Harry estaba llorando de felicidad, todo el esfuerzo había valido la pena.

Zayn llegó a la escena y apartó a Harry. —¡Liam! — El general lo sostuvo entre sus brazos. El soldado sollozó de dolor. —¡Vámonos ahora! ¡Liam está congelado! — Ordenó el general, y sin perder el tiempo, comenzó a caminar de regreso al rio. Louis acababa de cruzar, pero se quedó inmóvil ante la escena, Liam estaba muy herido.

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