Capítulo 14

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La mañana había llegado y Harry se encontraba muy motivado por iniciar el día, escondió muy bien su maleta, tomó su alabarda y caminó hacía el comedor para poder comer algo antes de iniciar el entrenamiento. El recluta buscó a Louis con la mirada, con la esperanza de verlo, pero él no se encontraba ahí, ya que él siempre desayunaba solo en su cabaña, era una costumbre que tenía desde muy pequeño, siempre le había gustado su soledad y por las mañanas era el momento perfecto para prepararse mentalmente para el comienzo del día sin ninguna interrupción, pero la noche anterior, después de que el general Malik lo estuviera molestando con que vio a Harry comer a solas con el soldado John, decidió que sería buena idea pasar un rato en la cafetería y sus alrededores, así podría vigilar que sus soldados y reclutas se estuvieran comportando decentemente, y a la vez, poder asegurarse que Harry estuviera bien y sin ningún soldado demasiado amistoso cerca de él. El comandante miró por lo lejos a la cafetería viendo a Harry desayunando solo y con prisa, así que decidió ir al campo de entrenamiento para esperarlo a él y a los demás reclutas.

Las horas pasaban lentamente, el chico podía sentir dolor al respirar debido a tanto esfuerzo físico, pero se negaba a rendirse, ver a Louis trabajar con ellos lo impulsaba a continuar, realmente quería hacerlo sentir orgulloso y demostrarle que no fue un error enlistarse en la guerra. Al llegar el medio día, el comandante les ordenó comer algo y descansar un momento para después continuar con los ejercicios. Cuando Harry estaba llegando al comedor su amigo Liam lo alcanzó. —¡Harry! Amigo, ayer no te vi por aquí, ¿estás bien? — Dijo el recluta tocando el ojo morado de el chico, Harry hizo una mueca de dolor. —Aun me duele Liam, pero estoy bien, ayer te vi muy ocupado con el general Malik y no quise interrumpir — Respondió sonriendo. —No lo vuelvas a hacer Harold, realmente te extrañé y me preocupé por ti — Liam le revolvió los rizos como señal de reproche y ambos chicos pasaron por su plato de comida.

Su amigo lo invitó a sentarse con el resto de arqueros y Harry aceptó. Luego de un rato conversando, el soldado John se acercó. —Recluta Styles, que gusto verte de nuevo — Dijo saludando cordialmente mientras se sentaba frente ambos chicos. —Lo mismo digo soldado John — Respondió Harry tomando un poco de agua de su vaso, Liam los miró a ambos. —¿Cómo es que se conocen? — preguntó mirando a los dos. —Bueno, ayer me acerqué a hablar con el recluta sobre lo peligroso que puede ser el soldado Simon — Respondió el soldado comenzando a comer. —Pues me alegro que se conozcan, Harry, John me está enseñando a utilizar el arco, es realmente bueno, solo por debajo del general Sheeran — Dijo Liam tomando otro bocado de su plato. —No me gustaría sonar engreído, pero es verdad — El soldado rio. —Y, recluta Styles, ¿Cómo te ha ido en los entrenamientos del comandante Tomlinson? — El soldado añadió curioso por saber la respuesta. —Los ejercicios son muy duros, pero me mantengo motivado — Le respondió ruborizándose, recordando la noche anterior. Liam lo notó y le sonrió con complicidad. —Me alegro por ti, espero que no cambies esa actitud, te oyes como un futuro gran soldado — Dijo John levantando su vaso para brindar con los reclutas. En ese momento Louis entró al comedor y chocaron miradas. —Ese es mi único sueño ahora — Respondió Harry, chocando su vaso contra el de John y el de Liam. Louis le sonrió ligeramente y los ojos del chico brillaron, intensificando el color verde de su iris.

Los dos reclutas y el soldado continuaron comiendo y charlando tranquilamente. —La comida de hoy estuvo exquisita, el cocinero debió estar de buen humor ahora que Simon no está para molestarlo — Dijo el soldado John mientras terminaba su última pieza de pan. —¿Cómo que el soldado Simon no está? — Preguntó curioso Harry. —Bueno, me refiero a que no está en condiciones de molestar, ayer por la noche hubo un ataque en su cabaña, al parecer otros soldados lo atacaron mientras descansaba, rompieron sus cosas, le robaron algunas pertenencias y lo golpearon tan duro que está tirado en su cama sin poder moverse, ni siquiera puede hablar — Harry estaba muy consternado sobre la situación. —He escuchado que molesta a tantos soldados, que no me sorprende que se hayan hartado de él y le dieran una lección — Dijo Liam. —Pero él es de los soldados más fuertes y peligrosos aquí, debieron atacarlo entre muchos soldados para vencerlo — Comentó Harry, intentando imaginar quienes pudieron realizar tal acción —El general Sheeran pidió que se investigara el ataque para atrapar a los responsables, pero el comandante Tomlinson no lo permitió, dijo que era algo que Simon se había ganado a pulso, y la verdad, el comandante tiene razón — Respondió John —Es mejor así, el ambiente se puede sentir menos tenso de lo habitual, disfrutemos mientras podamos — Añadió el soldado, y Liam asintió. Harry estaba pensando en la noche anterior y como Louis le había devuelto su sombrero, ¿El comandante le habría hecho daño a Simon por recuperar el regalo que su madre le había dado? Harry quería creer que así había sido.

La hora de comer había terminado y los jóvenes se terminaron de despedir para volver a sus campos de entrenamiento. El entrenamiento continuó y Louis no pudo evitar mirar a cada rato al recluta de los rizos, de vez en cuando ambos chocaban miradas. Luego de unas largas horas de entrenamiento con las alabardas, el comandante Tomlinson mandó a los reclutas a descansar. El joven se preparó para dormir, pero estaba muy inquieto, Harry mantuvo la esperanza de que el comandante lo visitara de nuevo esa noche, pero Louis no lo hizo, ni esa noche ni la siguiente.

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