Capítulo 25 - (Segunda parte)

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El recorrido a Dover se había vuelto más largo de lo que el comandante había calculado, ya que tuvieron que tomar una desviación porque el rio que debían cruzar, estaba desbordado.

Ya estaba atardeciendo y todos los soldados estaban exhaustos por el largo camino, pero la esperanza se hizo presente cuando a lo lejos lograron ver la gran asentación de Dover. El fuego en las antorchas que adornaban las murallas del lugar, eran visibles desde los kilómetros.

Tanto Harry como Liam, y el resto del batallón, apresuraron su paso para llegar al lugar lo más pronto posible.

Con forme se iban acercando, Harry podía ver a los soldados parados en las orillas de la muralla que cubría la asentación, ellos cuidaban que nadie se acercara a la asentación.

En las paredes había flechas clavadas, rastros de sangre, ceniza y armaduras destrozadas. Todo el contorno de la asentación, estaba protegida por grandes estacas de madera y espinas. Harry jamás había visto una muralla tan alta, su altura rebasaba la de los árboles, era algo impresionante. Liam estaba tan asombrado como Harry, poco a poco, la emoción de haber llegado fue desapareciendo y se comenzó a reemplazar con incertidumbre.

Cuando estuvieron a unos metros de llegar, el comandante hizo una señal para que detuvieran su paso, tanto él como los generales se acercaron a las puertas

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Cuando estuvieron a unos metros de llegar, el comandante hizo una señal para que detuvieran su paso, tanto él como los generales se acercaron a las puertas.

—Comandante Tomlinson, ¡maldito desgraciado! ¿Así que sigues vivo? — Un hombre de gran altura y corpulento le gritaba desde arriba a Louis. El hombre reía incrédulo ante la presencia del comandante. —No ha nacido quien logre matarme — Respondió Louis orgulloso mientras reía. —¡Bajen las puertas! ¡Los nuevos soldados han llegado! — El hombre se veía feliz, colocó el parche en su ojo y se acomodó la armadura antes de bajar.

De pronto la puerta de madera fue descendiendo, haciendo a los soldados retroceder para no ser aplastados por esta. El comandante y los generales bajaron de sus caballos y fueron entrando lentamente, el general Sheeran hizo señales para que los soldados comenzaran a entrar. Harry y Liam entraron junto al resto, el chico vio como Louis y Ed se abrazaban con alegría al hombre de la entrada. El genera Malik los fue guiando para llegar al centro del campamento.

Ahí se encontraba el resto de los soldados, listos para recibir a los nuevos integrantes del batallón de Dover. Harry miraba a su alrededor, eran demasiados soldados ahí, el chico estaba seguro que jamás había visto tanta gente reunida en un solo lugar. Rápidamente los soldados sacaron barriles y botellas de licor y comenzaron a servir a los nuevos soldados, para celebrar la llegada del comandante Tomlinson y su batallón.

Todos bajaron de sus caballos y estos fueron llevados por los soldados del lugar para dejarlos en los corrales que ahí había, de pronto llegaron los generales y el comandante Tomlinson y todos comenzaron a aplaudir.

Luego de unos minutos, el hombre de la entrada pidió silencio para poder hablar.

—Estamos felices de darles la bienvenida a los nuevos integrantes de esta asentación, ¡el sanguinario comandante Louis William Tomlinson! — El hombre levantó su copa y todos lo imitaron.

—¡El justo general Ed Christopher Sheeran! — Todos aplaudieron. —¡Y el temible general Zack Javadd Malik! — Todos en el lugar se rieron. Harry y Liam miraron a Zayn, esperando con miedo su reacción. —Es Zayn, ¿cómo puedes olvidarlo? ¿Quién a parte de mi se ha robado a tus mujeres? Eso no se olvida fácilmente — El general respondió sarcásticamente. El hombre borró la sonrisa de su rostro. La mirada del general tenía una chispa lista para encender todo el lugar. Louis sabía que eso podía terminar muy mal.

—¡Vamos! Estamos aquí para celebrar, no para recordar malos tiempos — El comandante le lanzó una mirada amenazadora a Zayn. El general tomó una botella y se fue tranquilamente del lugar, sonriendo para sí mismo. Liam estaba desconcertado por lo que acababa de pasar. —Voy a seguir a Zayn, quiero asegurarme que está bien — Liam le susurró a Harry. —Está bien, pero no tardes, no quiero estar solo — Le respondió Harry de la misma manera y dicho eso, su amigo se alejó lentamente de la multitud.

—Continuemos, estamos muy agradecidos con el comandante y su disposición por ayudarnos en estos momentos de crisis, como bien saben, en el último enfrentamiento perdimos a muchos de los nuestros y necesitábamos ayuda, ahora podremos unir nuestras fuerzas y atacar hasta la muerte a esos asquerosos franceses — Todos los soldados gritaron felices. —Esta vez la sangre que manchará el campo de batalla, será de esos cerdos, ¡brindemos por el comandante y su batallón! — El hombre alzó su copa y todos los soldados brindaron al unísono. —¡Ahora! Soldados, muéstrenles a los nuevos donde dormirán, y no tarden, porque esta noche será de fiesta — Los soldados gritaron con alegría y guiaron a los soldados a sus diferentes cabañas, Harry fue mandado con el resto de los alabarderos a una pequeña vecindad de cabañas, esta vez tenía tendría una en la cual dormir.

Al entrar pudo notar que la cabaña era realmente grande y había suficientes camas para tener a diez soldados ahí, era un lugar oscuro y con olor a humedad, pero, aun así, Harry estaba muy feliz de por fin tener un lugar donde pasar la noche, aunque hubiera preferido mil veces dormir al lado de Louis.

Al entrar pudo notar que la cabaña era realmente grande y había suficientes camas para tener a diez soldados ahí, era un lugar oscuro y con olor a humedad, pero, aun así, Harry estaba muy feliz de por fin tener un lugar donde pasar la noche, aunqu...

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El chico dejó sus cosas en la cama que se encontraba al final y salió de vuelta al centro de la asentación. Él solo esperaba el momento de estar a solas con Louis, deseaba volver a besarlo y abrazarlo con fuerza. Quería probar sus labios otra vez y hacerle saber cuanto le gustaba estar entre sus brazos, sintiendo su aroma y la seguridad que le brindaba. El chico llevó las manos a sus mejillas, sintiendo lo calientes que estaban, el solo pensar en Louis lo hacía sonrojarse.

Sin duda el chico ya había caído por completo por su comandante y ahora lo único que podría hacerlo alejarse de Louis, sería la muerte.

Llévame a casaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora