Capítulo 21

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El entrenamiento iba de maravilla, Harry se sentía con más confianza y estaba decidido a ser el mejor recluta. Louis se notaba de un mejor humor también, estaba incluso bromeando durante las prácticas con la alabarda. Al medio día, el comandante les ordenó ir a comer algo rápido y regresar para no perder tiempo, ya que sería su último entrenamiento, al atardecer comenzarían con el camino a Dover. Cuando Harry llegó a la cafetería, vio que John estaba comiendo con el general Sheeran. En cuanto el soldado lo vio, se levantó y se fue del lugar.

El recluta sintió culpa por la situación, por lo que decidió tomar su plato de comida y volver al campo de entrenamiento. Se encontraba ahí, sentado bajo la sombra de un árbol comiendo sin ganas el pan duro que le habían dado. Pensado en Louis y en el futuro que tendría en la guerra. Se preguntaba como estaría su familia, el dolor de su madre lo tenía tan fresco en su corazón que se le comenzaba a crear un nudo en la garganta. Cerró los ojos permitiéndose viajar al pasado, donde su madre estaba en la puerta de su casa, trenzando el largo cabello de su pequeña hermana, con sus mejores ropas, se preparaban para ir a la iglesia, una actividad que no le gustaba, pero entre el temor de ser real o no, obedecía tanto como podía las reglas que los sacerdotes daban.

Cuando abrió los ojos, pudo ver a Liam sentarse junto a él. —Esa camisa te queda bien — Dijo su amigo acomodándose al lado de Harry. —Gracias, fue un regalo de Louis — El chico respondió limpiando sus lágrimas. —No te vi en la cafetería, te estuve buscando ¿estás bien? — Liam hablaba con honesta preocupación, su mente lo torturaba día y noche por haber arrastrado a Harry en esta situación. —Estoy bien, no quise comer en la cafetería porque me sentí mal al ver a John tener que irse por mi presencia — Su amigo lo escuchaba atento. —Bueno, realmente no es tu culpa, el comandante fue el que ordenó que así fuera — Harry asintió bajando la mirada. Ambos chicos se quedaron en silencio, disfrutando de los últimos minutos de paz que tendrían juntos. En cuanto el comandante regresó al campo de entrenamiento, Liam y Harry se despidieron con un abrazo.

Cuando todos reclutas estuvieron reunidos, el comandante Tomlinson llamó al resto de sus soldados para una pequeña charla. —Sé que hay dudas sobre nuestro viaje a Dover, no les voy a mentir, no considero que nuestro batallón esté listo para ir a la zona de guerra, nunca antes un batallón había sido llamado al frente con tan poca preparación — Louis sacó una pequeña botella de licor de su saco y tomó un trago. —Nosotros somos los que iremos al frente, nosotros somos la base de esta guerra, el trabajo que los alabarderos hacen, no se compara al de los demás soldados — El comandante observaba a todos con atención, podía ver el miedo en los ojos de los reclutas, pero Harry... Harry tenía un brillo de esperanza en su mirada. —Si nuestra tropa cae, las demás lo harán también — Louis volvió a tomar de su botella, el liquido bajaba por su garganta dejándole una agradable sensación de calidez. —Sé que tienen miedo, pero créanme reclutas, los soldados que ven aquí, empezaron justo como ustedes, ningún entrenamiento los preparará para lo que verán en el campo de guerra — El comandante comenzaba a oscurecer su mirada con el recuerdo de su primer enfrentamiento. —A partir de hoy dejan de ser reclutas, y pasan a ser soldados — Los reclutas emocionados comenzaron a murmuran entre ellos. —Tomen la responsabilidad de un soldado, sean valientes y fieles a nuestra guerra, el miedo no tiene lugar aquí — Louis dirigió la mirada a Harry. —Demuéstrenme que son merecedores de tal cargo — Los soldados festejaron con gritos y saltos, Louis sonrió uniéndose al festejo de su tropa.

El chico de los rizos sabía que no debía temer con Louis de su lado, y haría todo por mantener la confianza de Louis en él, como soldado... y como hombre.

El entrenamiento continuaba con un ambiente agradable, todos los soldados estaban sentados en un gran circulo, pasaban poco a poco hasta que Louis llamó a Harry para que luchara mano a mano contra otro de los soldados. —Ustedes dos son los que más avances han demostrado, quiero ver sus tácticas de lucha, el primero que derribe al otro, gana — Ambos soldados estrecharon sus manos y se colocaron en el centro del círculo. Harry veía a su oponente y vigilaba sus movimientos para decidir como atacarlo. El soldado frente a él era mucho más alto y fuerte, pero esto no lo dejaría intimidarlo, ambos se acercaron poco a poco. Tener a Louis mirándolo era más presión de la que imaginaba. —¡Styles! ¡Styles! — Unos soldados gritaban. —¡Clifford! ¡Clifford! — Gritaban los otros. 

Harry decidió iniciar el enfrentamiento lanzando un puñetazo con su brazo izquierdo, ya que su brazo derecho aun estaba adolorido. El soldado Michael anticipó el movimiento y tomó el brazo de Harry y lo lazó al suelo dejándole la cara llena de tierra. 

En cuestión de segundos habían terminado con él. La humillación que sentía el chico en ese momento lo hizo tomar un color rojo intenso en su rostro, el soldado lo ayudó a ponerse de pie, Harry estaba molesto consigo mismo porque sabía que podía vencer a Clifford, lo había hecho en entrenamientos pasados, pero Louis no había estado ahí para verlo. 

Louis lo miró con seriedad, negando con su cabeza. —Bien hecho, soldado Clifford — Louis le dio unas palmadas en la espalda. —Esperaba más de ti, Styles — Harry se sentó en el suelo, respingando su nariz y frunciendo el ceño. Estaba muy enojado, ni siquiera tuvo oportunidad de levantarse y continuar, sabía que su brazo sería un problema, sin contar que la armadura lo hacía moverse más lento.

Luego de un rato, el comandante Tomlinson decidió terminar el entrenamiento para que los soldados tuvieran la oportunidad de empacar sus pertenencias. Harry fue por su maleta, decidió tirar las camisas que ya no ocuparía para hacer espacio para la ropa nueva que Louis le había regalado. Se acercó con cuidado a la cabaña de Louis con el pretexto de haber olvidado tomar la ropa.

El chico tocó la puerta, pero nadie le contestó, luego de un rato ahí parado y con el miedo de que alguien lo viera, decidió entrar. Harry vio sobre la cama el saco con la ropa que Louis le había obsequiado, al igual que otras grandes maletas, una de ellas seguía abierta. —No te oí tocar — Dijo el comandante detrás de él. Harry volteó asustado. 

—No sab... creí que no estabas aquí — Harry volvió a voltear, alejando rápidamente la mirada de Louis, el comandante estaba saliendo de bañarse y solo tenía una toalla cubriendo su cintura hacia abajo. —Está bien, me imaginé que vendrías por la ropa — Louis encontraba muy divertido ver tan nervioso a Harry. —¿No quieres bañarte antes de que nos vayamos? — Preguntó el comandante mientras se comenzaba a vestir. —Si no te molesta, si — Respondió Harry con las piernas débiles. —Claro que no, solo dame un minuto — Louis se vistió tan rápido como pudo. Le ayudó al chico a quitarse la venda del brazo y lo dejó solo en la cabaña mientras él iba a revisar que todos estuvieran empacando.

Harry entró al baño del comandante, se comenzó a quitar la ropa y la colocó al lado de la de Louis, se metió en la tina y se relajó en ella, sintiendo la calidez del agua chochando con su piel lastimada

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Harry entró al baño del comandante, se comenzó a quitar la ropa y la colocó al lado de la de Louis, se metió en la tina y se relajó en ella, sintiendo la calidez del agua chochando con su piel lastimada.

Después de hoy, la vida y la muerte jugarían con las almas del comandante, los generales y los soldados. Harry estaba a punto de conocer el mundo de Louis, su delicado punto de vista sería compartido con él, para ayudarlo a entender a su comandante y para ayudar a salvar su corazón. 

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