Capítulo 22

23 4 0
                                    

Harry se encontraba soñando despierto en la tina de agua. Sus manos acariciaban con delicadeza sus muslos. Cada día podía ver cambios en su cuerpo, sus piernas y sus brazos se habían fortalecido y su torso se comenzaba a marcar ligeramente. Le gustaba.

El ahora soldado, anhelaba con ser tan fuerte como Louis, con la firmeza y seguridad del comandante.

El chico se frotaba con el trozo de tela, desasiéndose del polvo que se había quedado en su piel. Se detuvo cuando sintió bajo el agua su miembro duro. Era algo inevitable, todo el baño había quedado impregnado con el olor del comandante. Harry al verse, se sintió avergonzado, trató de ignorarlo, pero el calor en su entrepierna lo estaba haciendo sentir ansioso.

El soldado miraba a su alrededor, intentando alejar al comandante de sus pensamientos, pero era realmente difícil sabiendo que hace solo unos minutos, él había estado en la misma agua en la que ahora Harry estaba sumergido.

El chico decidió que lo mejor sería salir de la tina, del baño y de la cabaña antes de cometer algún pecado. La iglesia era muy clara en cuanto a la masturbación, era algo abominable. Pero ¿tan malo era? Harry nunca había tenido problemas en controlar los deseos de tocarse, pero tener a Louis en su mente le estaba bloqueando el juicio.

Harry bajó una de sus manos y tomó su miembro intentando bajarlo, pero el roce de su mano lo endureció aún más. El chico se dejó llevar por la sensación que le provocaba ese contacto. Tomó su pene entre su mano y comenzó a subir y a bajar, desde la base hasta la punta. Se mantuvo así unos minutos hasta que el ritmo de su mano comenzó a aumentar. Harry reposó su cabeza en el borde de la tina, arqueando su espalda para darle más libertad a su mano.

Cada vez la mano de Harry apretaba más, dándole un placer que nunca había experimentado, en su mente solo estaba Louis.

Toda la escena era una obra de arte. Harry con los ojos cerrados, los labios entre abiertos dejando salir pequeños gemidos. El vapor creado en el baño, nubló el espejo que ahí había.

Harry continuó subiendo y bajando su mano, sintiendo las venas de su miembro hincharse. Pero luego de un rato más, esto no era suficiente para él. Deseaba terminar, pero no podía, sentía que Louis debería estar ahí para que su mirada posesiva lo hiciera venirse. Se imaginaba al comandante mirándolo fijamente, disfrutando tanto como él del pecado que estaba cometiendo. La parte consiente de Harry lo hizo ruborizarse ante tal pensamiento. Con su pene adolorido, se comenzaba a poner nervioso, necesitaba aliviar todo ese cúmulo de sensaciones que se creaban en su vientre.

Una vista al lado de la tina lo sonrojó más. La ropa de Louis seguía ahí. No lo pensó dos veces, esto era lo que necesitaba. Con su mano libre, tomó la camisa del comandante y la observó frente a él, pensando en lo obseno que sería lo que estaba apunto de hacer con ella. Cerró con fuerza sus ojos y comenzó a oler la camisa del comandante. Rápidamente la fragancia de Louis entró por sus pulmones, dándole justo lo que necesitaba para poder aliviar sus ansias por venirse. Harry sentía su piel arder en calor y comenzó a inhalar con fuerza, como si de eso dependiera su vida.

Su respiración estaba muy alterada y su mano comenzó a acelerar el movimiento en su miembro, aspiró profundamente la prenda en su mano, recordando el cuerpo de Louis y la manera en que lo provocaba. cuando sintió estar al borde de estallar, mordió la camisa de paral comandante ahogar el grito que iba a dejar salir. Su semen manchó parte de su abdomen y del borde de la tina.

Después de unos segundos, el cuerpo de Harry se comenzó a relajar. Por fin había logrado venirse, y sus pensamientos volvían a estar en orden. Con la respira aun acelerada devolvió la camisa de Louis a su lugar.

Toda la sensación de euforia se comenzaba a volver en vergüenza. Harry se sentía mal por haberse dejado llevar por sus deseos carnales, y por de alguna manera, haberlo hecho pensando en Louis.

El chico se terminó de bañar y se cambió de ropa para poder salir de la cabaña del comandante lo antes posible. Harry salió del baño, dispuesto a tomar su maleta y la ropa que Louis le había obsequiado y salir de ahí. Pero sus planes se vieron frustrados cuando al cruzar la puerta del baño, Louis se encontraba ahí mirándolo fijamente.

Llévame a casaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora