Una historia de amor situada en el año de 1439, durante la guerra de los cien años.
Cuando el recluta Styles se durmió por completo, el comandante Tomlinson lo acostó con delicadeza en el suelo y acarició sus rizos mientras admiraba su belleza, jamá...
La comida estaba deliciosa, o tal vez solo era el ambiente tan agradable entre Harry y Louis lo que hacía que todo se sintiera bien, sea como sea, el chico disfrutó cada bocado. Entre bromas y relatos, las horas les pasaron realmente rápido. De pronto, el sonido de alguien tocando la puerta, hizo a Louis detener su historia sobre como se hizo tan amigo del rey. El soldado, sin saber que hacer, no se movió, solo veía a Louis en espera de alguna orden. El comandante se puso de pie y se acercó a la puerta para abrirla, esperando ver a Zayn.
—Louis ¡te estamos esperando! — El general Sheeran entró a la cabaña con mala cara, cambiando su expresión cuando vio a Harry sentado frente a él. —¿Qué es esto? — Preguntó el general dirigiéndose al soldado. —Yo-yo... — El chico fue interrumpido por Louis, quien se puso frente a él. —Nada que te importe, Ed — El general levantó una ceja, riéndose para si mismo. —Había escuchado rumores entre los soldados, pero no lo quise creer — Ed miraba con seriedad a Louis. —He dicho que no es nada que te importe — El comandante dio un paso adelante, intentando hacer retroceder al general Sheeran, pero no lo logró. —Bueno, tal vez tienes razón, pero seguro que a Harry si le puede importar tu vida en Cragg Vale — El comandante, al escuchar al general, lo empujó con fuerza haciéndolo caer al lado de la cama. Harry veía con miedo la escena, poniéndose de pie sin saber bien que hacer. —No te metas en esto, Ed — El general lo veía desde abajo, conteniendo su ira. Se levantó del lugar y antes de salir miró al soldado con preocupación. —Solo faltan ustedes dos para poder partir — Dijo Sheeran, mientras azotaba la puerta detrás de él.
Louis suspiró con fuerza antes de dirigirle la palabra a Harry. —Ya oíste, debemos irnos — Dijo el comandante alterado, tomando de mala gana el equipaje del soldado. El chico lo veía estupefacto. —¿De que hablaba el general Sheeran? — Preguntó, ignorando el equipaje que Louis sostenía frente a él. —No tenemos tiempo para esto — Contestó el comandante. De pronto su mirada se notaba oscura, tenía la quijada apretada y su cuerpo se veía tenso.
El soldado apartó su mirada, siendo incapaz de volver a preguntar. El chico temía hacerlo enojar y que terminara alejándose de él, no soportaría su ausencia.
Louis, al ver que Harry no tomaba el equipaje, lo dejó caer y tomó lo suyo, dejando al chico solo en la cabaña. El soldado dejó caer las lágrimas que estaba aguantando, luego de unos minutos, recogió sus cosas y salió del lugar. Le dió una última mirada a la cabaña, recordando los momentos con Louis.
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Mientras caminaba hacía las carretas, junto con los demás soldados, su corazón latía con fuerza y su mente lo lastimaba con las palabras del general Sheeran. El viento frio de la noche, chocaba contra su cara, haciendo que sus lágrimas quemaran su piel.
El chico no dejaba de pensar en Cragg Vale. Harry solo sabía que ese lugar era tan pobre como su pueblo natal, pero ¿a qué vida se refería el general? Desde luego que Louis no le contaba todo sobre él y su pasado, pero, la manera en la que Ed habló... le hizo sentir escalofríos. Harry no podría estar en paz hasta saber a que se refería el general.
