Capítulo 6

28 7 2
                                    


Durante el resto de la noche Louis se mantuvo despierto viendo las expresiones de su recluta, Harry parecía estar teniendo un sueño agradable porque estuvo sonriendo y suspirando a cada rato.

El comandante estaba intrigado, quería saber que soñaba su recluta.

Louis no podía negar que la belleza del chico era muy distractora. Desde el primer momento en que cruzaron miradas pudo percibir una conexión, se preguntaba si Harry la sintió también.

Se encontraba muy confundido porque en sus veinticinco años, Louis no había encontrado a ningún hombre atractivo, siempre le habían fascinado las facciones del general Malik, le parecían perfectas, pero no de la manera en que admiraba las de Harry, nunca sintió ganas de acariciar el cabello de otro hombre, hasta ahora.

Siendo sincero, ni la belleza de la mujer más hermosa podía cautivarlo como Harry lo hacía.

El sol comenzaba a salir y los primeros rayos de luz cayeron sobre el rostro de Harry, quien se comenzó a mover, estirando sus brazos y apretando sus ojos. Louis se movió silenciosamente hacía el hoyo del arbusto, como si todo este tiempo estuviera haciendo guardia en vez de estar observando a Harry soñar.

El recluta abrió despacio los ojos y vio a su comandante atento vigilando el camino.

Recluta. Es hora de irnos, tenemos un viaje de dos días más, no hay que atrasarnos — Habló Louis con indiferencia, como si sus sentimientos hubieran muerto con la salida del sol. 

Entendido comandante Tomlinson — Louis se levantó y Harry lo imitó. Se miraron a los ojos un par de segundos hasta que Louis alzó una ceja y rio. — ¿No me la vas a devolver, recluta? — Harry se ruborizó apenado y se comenzó a quitar el saco. — Lo siento comandante Tomlinson, muchas gracias por... — antes de que el rizado pudiera terminar de hablar, Louis lo interrumpió. —No hay tiempo que perder, vamos a reunirnos con los demás ahora — Y comenzó a caminar, dejando a Harry en el lugar.

El chico se sintió tonto parado ahí solo, Louis era muy indiferente con él y Harry estaba deseando que no fuera así, era obvio que no le interesaba un rizado cenceño y débil.

Harry nunca tomó noción de lo hermoso que era, su madre y su hermana siempre se lo decían, él nunca lo creyó, no podía ver en él algo que admirar. Pero, aunque fuera tan delgado y tuviera ojeras marcadas, Harry era simplemente cautivador, sus labios eran carnosos con un tono rosa que resaltaban el color de su piel y a su vez, su piel blanca hacía destacar el verde intenso de sus ojos, dándole una mirada atrayente. Muchas chicas del pueblo deseaban que Harry pidiera sus manos en matrimonio, sin embargo, a Harry nunca le interesó ninguna de ellas, desde que cumplió los diecisiete años, su madre le insistía para que fuera pensando en que chica elegiría para casarse, pero él se excusaba en que debía concentrarse en mantener a su familia y que el matrimonio vendría más tarde.

Harry tomó la flor que Louis le había dado la noche anterior, la guardó en el bolsillo de su camisa y regresó con el resto del batallón.

—¡Harry! ¿cómo estuvo la guardia? — Liam le hablaba con una sonrisa en su rostro aun adormilado, estaba terminando de doblar una manta gris. A Harry le pareció haberla visto antes. —Estuvo bien, pude descansar un poco y... ¿de dónde sacaste eso? — Harry apuntó a la manta y Liam se acercó a él rogando con su mirada para que guardara silencio. —Zayn me la dio anoche, dijo que podía quedármela en lo que llegamos a Maidstone, es suya — Dijo su amigo hablando bajo. Liam tenía un brillo en su mirada que Harry no le había visto jamás, sus ojos marrones se iluminaron y sus mejillas se ruborizaron.

Liam, ¿qué está pasando? — Harry le preguntó divertido. —No lo sé amigo, yo le dije que no era necesario, pero él insistió Harry no lo podía creer, él tenía la impresión de que el general Malik era un hombre tosco y orgulloso, pero este lado de él del que Liam le hablaba, le parecía sorprendente. —¡¿Qué esperan?! ¡Suban a las carretas! cuando se oculte el sol nos detendremos de nuevo — El general Malik gritó mientras levantaba a la fuerza a un recluta que seguía dormido. Liam y Harry se miraron a la cara y subieron rápidamente a la carreta esperando a los demás.

Llévame a casaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora