Llévame a casa

Capítulo 32

Habían pasado tres días ya, tres días en los que Louis evitaba estar cerca de Harry, y en los que solo le mandaba información a través de John. Le dolía no poder abrazar al soldado cuando era evidente que estaba más que destrozado por la situación de Liam. Por ahora, solo lo podía ver en los entrenamientos, y aunque evitaba cruzar miradas, el comandante notaba como el soldado estaba perdiendo el brillo de sus ojos.

Sabía por medio de John, que en cuanto terminaba el día, Harry visitaba a Liam un rato y luego se encerraba en su cabaña a llorar en soledad.

El general Malik poco se había despegado del soldado Payne, no quería dejarlo solo y estaba paranoico al no saber en quien confiar. Solo permitía que el comandante Tomlinson y el soldado Styles entraran a visitarlo, a parte claro del viejo Jake Gyllenhaal, quien se estaba encargando de curar las heridas del pobre soldado.

Zayn sabía que el hombre estaba loco, pero no quiso aceptar que el curandero de la asentación de Dover revisara a Liam.

El general siempre había sido muy astuto e inteligente, notaba las malas intenciones en la mirada de las personas, y sabía leer a la gente sin que siquiera pronunciaran una palabra, es por esto que no dejó que el curandero se acercara al chico, más sabiendo lo cercano que este era al comandante Clinton.

Y es que, las pocas veces que Zayn tuvo contacto con sus soldados, estos le comentaron de los chistes que estaba haciendo Trevor sobre él y sobre su extrema protección con Liam, y si de por si el general lo odiaba, ahora lo repudiaba.

Esta mañana, como las anteriores, Zayn estaba sentando al lado de la cama donde Liam estaba reposando, el soldado respiraba con dificultad y hasta ahora solo había podido balbucear ya que sus labios estaban rotos e hinchados y no los podía mover. 

Jake había terminado de revisar al chico con los objetos que había robado del área de enfermería, tal y como Zayn le había ordenado.

—Ahora lo entiendo, necesitaré abrir el abdomen del soldado — Dijo el viejo mirando al general con su único ojo. Zayn se levantó angustiado. —¿Qué es lo que pasa? — Jake lo miraba sin expresión. —Tiene algo en el abdomen, no estoy seguro de que se trata, pero debemos sacarlo — El viejo le respondió con un tanto de miedo, sus manos ya eran muy torpes como para realizar la operación, pero sabía que el General Malik no permitiría que el curandero de Dover se acercara, y si algo salía mal durante el procedimiento y el soldado Payne moría, Zayn lo mataría sin dudarlo.

El general estaba valorando sus opciones al ver a Jake tan inseguro. —Jake, sabes que eres el único en quien puedo confiar para realizar esta operación — El viejo soldado suspiró y buscó una silla para poder sentarse. El general Malik se comenzaba a impacientar. —Mis manos tiemblan demasiado, podría lastimar de muerte al solado — Zayn no podía soportar más la situación. —¡Es una orden! — Le gritó al hombre. —General Malik, yo nunca me atrevería a desobedecer sus mandatos, pero sé que, si Payne muere durante la operación, mis minutos de vida estarán contados también — El soldado habla rendido, sabía que se encontraba en un gran dilema y tanto la vida de Liam, como la suya, estaban al mismo nivel.

—Jake, si realizas esta operación con éxito, yo mismo me encargaré de que ningún soldado vuelva a pisar tu pueblo, serás redimido y podrás tener una muerte digna en tu tierra natal, tal y como se lo habías jurado a tu gente — El general hablaba de verdad, era una gran promesa la que estaba realizando y él lo sabía, sabía todo lo que implicaría realizar tal acción, pero Liam valía todo para él, incluso si eso era ser tachado de traidor y perder su propia vida.

El ojo del soldado brilló como nunca en tanto tiempo. Se levantó y le dio la mano. —Es un trato, general Malik — Ambos apretaron sus manos en señal de compromiso y comenzaron a planear todo para la operación.

El comandante Tomlinson había pedido dos platos de comida para que Zayn y Jake desayunaran, le preocupaba el estado de su amigo, y es que nunca nada lo había afectado tanto como esto.

Cuando llegó a la cabaña, gritó el nombre del general para que le abriera la puerta, pero nadie respondió.

—¿Zayn? ¿Jake? — Volvió a repetir. El comandante estaba a punto de volver a gritar cuando Zayn salió de la cabaña. —Louis, necesito tu ayuda para sacar instrumentos de operación de la enfermería de Dover, Liam tiene algo incrustado en su abdomen y Jake va a operarlo esta noche — Zayn tomó los platos de comida y los dejó dentro de la cabaña, haciendo pasar a Louis. El comandante miraba a su amigo, desconociéndolo por completo. —Maldita sea, no te quedes viéndome, ¿vas a ayudarme o no? — Zayn estaba realmente impaciente y el silencio de su amigo lo estaba irritando. —Claro que te ayudaré, pero, ¿sabes que es lo que está en el abdomen del Liam? —

Durante estos días, el comandante se había dedicado a investigar cautelosamente el crimen cometido contra Liam y sus sospechosos se habían reducido a dos personas, pero con esta nueva información, estaba reducida a solo una.

—No sabemos, ¿por qué lo preguntas? ¿qué es lo que sabes? — Zayn conocía esa mirada. Louis sabía quien le había hecho esto a su chico. —Dime quién fue — La mirada de el general se oscureció en cuanto supo de que el comandante tenía en la mente el nombre del culpable. —Necesito saber qué es lo que está dentro de Liam antes de confirmar mis sospechas, si hablo ahora puedo equivocarme — El general Malik estaba furioso, pero sabía que en cuanto terminara la operación, podría comenzar su venganza. —Le pediré ayuda a mis alabarderos, Ned Towley y Steven Philips para robar las herramientas de operación, no puedo confiar en nadie más ahora — Zayn asintió. —Manda a decirle a Harry la noticia, sé que está preocupado por Liam — Le pidió el general al comandante antes de salir.

Louis salió rápidamente en búsqueda de Harry, caminó por detrás de las cabañas para pasar desapercibido. Evitando ser visto por los soldado que hacian guardia a las orillas de las bardas que rodeaban la asentación. Se aseguró de que nadie lo viera llegar, se asomó por las rejas de la madera y vio ahí al chico solo, se estaba colocando la armadura. Caminó sigilosamente a la entrada y cerró la puerta detrás de él. —¡Louis! — Harry no pudo evitar gritar de alegría. El comandante se acercó a él y lo abrazó con fuerza.

Louis pudo volver a sentir su corazón latir.

Harry se volvió a sentir completo.

—No vuelvas a alejarte así jamás — Le reprochó el chico. El soldado se apartó para secar sus lágrimas. —No estamos seguros aquí— El comandante besó al soldado con prisa por recuperar el tiempo perdido. El chico le correspondió, quedándose sin aliento. —Harry, necesito saber si estarías dispuesto a irte conmigo —

El soldado se lo miró profundamente a los ojos. —Iría a cualquier lugar contigo, mi corazón no podría soportar estar lejos de ti — Respondió sin dudarlo. El comandante sonrió feliz al escuchar la respuesta del chico. —¿Qué es lo que pasa? — Le preguntó el soldado intrigado. —No puedo confirmar nada aun, pero tal vez estemos en grave peligro aquí, y estoy contando todas mis opciones — Harry lo abrazó, sintiéndose vulnerable. —Harry, he venido aquí porque esta noche Liam será operado, y Zayn quería hacértelo saber, al parecer Liam tiene algo en su abdomen y deben sacarlo — El soldado se hizo para atrás sin saber que decir. —No hay nada de que preocuparse, Jake es un gran doctor — Mintió.

El viejo era inestable y no había realizado operaciones desde hace ya más de ocho años, pero no dejaría que Harry se preocupara por esto ahora, necesitaba mantener la calma de todos antes de confirmar sus sospechas, y sí era lo que él temía, la vida de todos corría peligro. El comandante y el soldado se despidieron y Louis le prometió ir a verlo en cuanto la operación terminara.

El comandante salió del lugar, con el corazón derrotado, pero demostrando seguridad. Llegó al campo de entrenamiento e intentó no derrumbarse ahí mismo.

Ahora lo entendía, nunca debió ir a Dover.