Frankie Harrington nunca pensó enamorarse perdidamente del Freaky de la escuela y él nunca pensó que dos personas tan opuestas pudieran tener tanto en común. Eddie la salvó una noche, y desde ahí, es que sus caminos jamás se separaron.
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— Oye, en serio, muchas gracias— Frankie miró a Eddie, ambos estaban frente a la puerta de la casa de la chica, él le sonrió, las líneas de expresión de su rostro fueron casi mágicas para Frankie, quien nunca había caído en lo lindas que eran. Nunca en su vida le había dicho gracias a alguien tantas veces. Aunque dárselas a Eddie no parece ser una molestia para ella.
— No hay de qué, supongo que no sería bueno que algo le pase a la hija del alcalde, no quiero ni necesito toques de queda, o rastreos masivos— Ambos rieron mirando al piso. Eddie acomodó su cabello frondoso y largo, casi como si fuera una leyenda del rock, ella notó los detalles de sus anillos, Eddie era algo completamente diferente a los chicos con los que suele charlar en clases— Después no podré salir a comprar cerveza cuando se me acabe, o no podré salir a dar vueltas en mi furgoneta— En sus rasgos se podía apreciar que él no era parte del común de los chicos de la escuela, tenía algo distinto, algo aparentemente mayor, y no era sólo la repitencia por su pésimo desempeño en química, sino que su sonrisa, su forma de mirar, eran casi atrapantes y Frankie se encontraba como estúpida frente a él.
— Claro— Frankie tragó saliva, nerviosa por estar con él.
— Cambiando el tema, estoy vendiendo ya sabes, marihuana, por si tus amigos quieren en una de esas fiestas donde no invitan a los raros como yo. Te la puedo dejar a un módico precio— Él largó una risita nerviosa que generó sentimientos compartidos en la chica. A Eddie de igual forma, no le importaba ir a esas fiestas con los populares.
— Eddie...ellos no tienen nada personal contigo— El chico interrumpió con una risa burlesca
— Ah claro, por eso siempre se ríen de mis amigos y yo. No digas que no es personal, sí lo es, yo no les hago daño.
— Tú eres difícil de llevar. Quizá hasta miedo tienen de ti, no eres el más amable— Frankie miró al piso.
— ¿Miedo de mí?— él rio escéptico— Por favor Harrington. Si tan sólo nos dejaran tranquilos no tendríamos esas constantes guerras ni peleas con Daley. Él es un estúpido y lo sabes, pero tampoco quiero discutir esto contigo. Ahora debo irme , no quiero que Tommy nos vea juntos, sería, extraño— Hizo un gesto gracioso— Y para ti sería mucho más extraño si te vinculan a mí.
— Buenas noches y muchas gracias por lo de hoy, Eddie— Frankie quedó con un sentimiento extraño . Como si incluso Eddie se hubiera molestado al recordar que las cosas entre los dos en la escuela estaban bastante rotas.
—Buenas noches— responde.
—Eddie...— Frankie alza la voz, está nerviosa.
—¿Sí?— Eddie pregunta.
—No me molesta charlar contigo, es decir, en la escuela...no tendría nada de malo si charlamos de vez en cuando— Eddie se ríe porque sabe que es una mentira, y que ella sólo lo dice para sonar complaciente y cordial.
