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Frankie estaba en la cama de Eddie, mientras él tomaba sus muslos y entraba en ella, mientras ella gemía como nunca su nombre. Eddie ya sabía que poner música en alto le ayudaba con el tema de los sonidos. La chica se aferraba a su cabello ondulado, y él saboreaba la piel que cubría sus pechos, las manos de Eddie estaban calientes y rozaban su cintura, ella sabía que él amaba eso, y ella sabía que después disfrutaría ver sus ojos blancos, cuando decidiera esconderse bajo las sábanas.

¿Era eso lo que hacían cuando nadie los veía? Eddie se la cogía incluso sin piedad, mientras que ella disfrutaba aquello, esa noche ambos estaban enojados, pero no mutuamente, estaban enojados por lo que les pasaba, ¿Era normal tanto problema para poder tener un noviazgo decente? Por ese motivo aquello fue como una liberación de toda esa tensión que venían cargando, Eddie pensaba en qué podía pasar si le dijera a John Harrington: ''Sí viejo de mierda, me la paso genial con tu hija en cama'' , '' Me he  cogido a tu hija en mil posiciones y a ella le encanta'' o '' Se moja tanto cuando hundo mis dedos en ella, Frankie es una delicia, es dulce y me encantan las cosas dulces'' . Eddie Munson podría petrificarlo con cualquiera de esas frases , pero él no era así, no estaba en sí tratar de esa forma a las personas, era mucho más inteligente que eso. Él antes que todo, respetaba a su chica, y nunca diría algo que pudiera incomodarla, pero tan sólo pensar que con esas cosas podría matarlo de un ataque al corazón, le generaba casi una sonrisa genuina. Eddie lo odiaba, sí, lo odiaba, porque le veía a leguas que era un hijo de puta no sólo con Frankie, sino con Maddie.

Después de hacerlo esa primera vez, lo volvieron a hacer en la ducha, Eddie apegaba su espalda a las cerámicas frías,  pero a ella no le importaba, podrían estar bañándose con agua fría y ellos podían sentirla caliente, no hablaban mucho, pero sabían que después tendrían una larga conversación en la cama. Sus besos estaban mojados por el agua que les caía, también había un ligero sabor amargo por el shampoo, eso a ellos  no les importaba.

Ella usaba una polera de Dio, era de Eddie, Mientras que él estaba sin polera en la cama, Eddie notó que sus bragas eran negras, color raro en su closet, Frankie usaba colores pasteles, y eso a Eddie lo prendía incluso más, pero le llamó la atención ese nuevo color en su chica, y no sólo el color, sino también lo delgado de aquello, se sonrojó incluso.

— Creo que sabías a qué venías— Eddie la abrazó , ella se acomodó en su pecho. Frankie sonrió.

—Vale, creo que me has pillado— la chica lo miró y le hizo una cara graciosa.

—  Fue un detalle lindo, pero me pones si es que usas negro o incluso rosa barbie— Eddie rio y la abrazó aún más.

— Da igual, de cualquier forma, cuando te vi entrar a casa, supe que quería terminar así esta noche— Ella se incorporó en cama y lo miró de frente— Lo de la cena ha sido un asco. Mi papá es un hijo de puta.

— Quería hablar de eso contigo, me lo he pensado desde ayer Frankie. Y estoy aburrido de que esta relación cuelgue de un hilo de forma constante. Pasa lo más mínimo y ahí vamos, cayendo por ese precipicio. Somos más que esto y lo sabes— Eddie besó su frente — Nos amamos incluso más que no sé...— Eddie no pudo dar un ejemplo y rio, ella también lo hizo— El punto es que...todo está bien en nosotros, somos jóvenes, nos amamos, tenemos tiempo, energía, amor,¿En serio vamos a dejar que el resto meta sus narices? Sé que no soy el mejor partido, pero tú no eres una tonta, eres hermosa, eres inteligente, eres mucho más que lo que tu padre dice— Eddie tocó su mentón—Hay algo que debo contarte, pero no quiero generarte problemas.

— Me asustas— la chica lo miró atentamente.

— La cena de hoy no tiene nada de real, es decir, no tuvo. Tú padre me ha pedido que te deje sin razón aparente, me amenazó con enviarte a un internado en Inglaterra si es que no te dejaba en paz. He pensado todo el día en esto, incluso pensé que era buena opción alejarme por cuenta propia y ahorrarte problemas, pero... ¿Eso solucionaría en algo las cosas? Es decir, podría haber roto tu corazón dejándote, pero nosotros volveríamos a hablar de cualquier forma, volvería a traerte hasta acá conmigo y terminaríamos de la misma forma en que estamos ahora...Sólo viviríamos con miedo de ser descubiertos. Te lo digo porque, no quiero que tu padre haga cosas para perjudicarnos, que te use a ti, sabes que de mí no me preocupo, pero tú me importas demasiado. 

Frankie no sabía bien qué decir, aquellas palabras le hicieron tanto daño, pero no era culpa de Eddie, sino de su padre.

— No sé en qué momento dejé de ser su niña, él me trata como si sólo fuera su marioneta o no sé—Frankie cayó en el pecho de Munson— Es triste pensar en cómo cambian las cosas.

—Oye, no quería provocar esas cosas en ti— Eddie susurró en su oído— Sólo soy sincero contigo, ya hemos tenido problemas en el pasado por falta de sinceridad, y ya no quiero más de eso. Pero necesito que seamos cautos , no quiero que actuemos precipitadamente. Esto fue algo difícil, no quiero que termines a miles de kilómetros lejos de mí, en Europa.

— Está bien... ¿Nunca vas a dejarme sola, verdad Eddie?— Frankie abrió sus ojos como si fuera una niñita pequeña—En estos momentos, eres lo único real que tengo. No sabes lo que le he pedido a mi madre que deje a papá, pero ella aún piensa en salvar la familia.

— Ya verás que todo va a cambiar. Quizá un día tu madre si se anime a dejarlo— Eddie besó sus labios— ¿Te quedas esta noche conmigo?— Él corrió un mechón de su pelo.

— ¿Podría decirte que no?— Ella sonrió.

— Pues no sé— Eddie se encogió de hombros y ella lo besó nuevamente.

Eddie llegó con dos tazas de café, chocolate y cigarrillos, abrió las ventanas para no acumular el humo. Esa noche se dieron besos con sabor a chocolate, y café . Eddie fumaba en la ventana, se había puesto una polera azul, en su mano derecha tenía su taza , daba sorbos entre medio de las bocanadas de humo. La chica se paró de la cama y lo abrazó, ella podría morir así, en los brazos de Eddie Munson, y se iría feliz de este mundo.

 La chica se paró de la cama y lo abrazó, ella podría morir así, en los brazos de Eddie Munson, y se iría feliz de este mundo

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SUPERMAN (Eddie Munson) ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora