Frankie Harrington nunca pensó enamorarse perdidamente del Freaky de la escuela y él nunca pensó que dos personas tan opuestas pudieran tener tanto en común. Eddie la salvó una noche, y desde ahí, es que sus caminos jamás se separaron.
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Después de aquella clase de gimnasia, Frankie notó como Eddie la observaba mientras estaba de pie al lado de las gradas. Estaban al aire libre, y ella no puedo evitar posar sus ojos en él. Eddie le hace un gesto de: Vamos hacia la parte de atrás. Apunta en aquella dirección.
Grace, Monica y Stacy hablaban de cosas que no eran más importantes que estar con Eddie. Miró hacia atrás para verificar que nadie estuviera viéndola, y decidió seguir los pasos del chico.
Cogió una botella con agua y soltó el amarre de su cabello para desaparecer entre los árboles. Eddie la esperaba entre medio del bosque y cuando la vio llegar, sonrió.
—Pensé que no captarías mis señales de humo— bromea.
—¿Siempre sueles saltarte gimnasia?
—No siempre, ¿crees que me hace falta ponerme en forma? pregunta en broma, Eddie se ríe más de lo que Frankie se está riendo.
—No dije eso— responde algo cortante, recuerda lo de Stacy, pero a los segundos recapacita y sabe que no tiene sentido actuar de esa manera. Prefiere cambiar su semblante, porque no quiere convencerse de que aquello podrían ser celos.
— ¿Y tu novio?— pregunta Eddie.
—Con los demás...— Frankie se sienta sobre un tronco.
—Me das...— Eddie apunta la botella con agua.
—He bebido de ella, tiene mis gérmenes— responde Frankie, Eddie camina donde ella y se sienta a su lado.
—Vamos, hasta tus gérmenes deben ser lindos— esboza una sonrisa, Frankie se ruboriza y deja que Eddie tome la botella, en aquel intercambio, pasan a rozar sus dedos, y él se queda viéndola, para beber agua sin despegar sus ojos de ella.
—Ahora tengo los gérmenes de la hija del alcalde, debería venderlos y hacerme un buen par de billetes— Eddie bromea y Frankie estalla en una carcajada, es imposible estar molesta con él.
— Creo que debería volver...— mira hacia el camino— Las chicas van a extrañarme.
—Oh, pensé que te quedarías conmigo...¿Aún quieres verme después de clases? — hace la pregunta, jugueteando con sus anillos— He despejado mi agenda sólo para ti— Los pensamientos acerca de él y Stacy envenenan la mente de la chica, y se ve tentada a rechazarlo, pero al verlo sonreír, esperando la confirmación de aquel encuentro, le hace retractarse.
—Claro que sí...quiero verte— confiesa.
—Genial, me gusta eso...— Eddie busca su rostro.
—¿Qué cosa? — pregunta la chica, sus ojos se desvían a los labios de Eddie.
—Que quieras verme...nunca antes me había importado ser visto por alguien— Hacen el intercambio de botella, y nuevamente sus dedos hacen contacto, aunque ahora, Eddie acaricia su mano, no despega su vista de ella.
—Debo marcharme...— Frankie se zafa de aquel roce mágico y encantador, corre hasta incorporarse con sus amigas, sin dejar de pensar en que Eddie tocó la piel de sus manos.
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