SUPERMAN (Eddie Munson) ✔️

24

Era lunes, el peor día de la semana, Eddie entró con su séquito de freaks, con su clásica polera. Frankie nuevamente estaba en el pasillo, Grace miraba con picardía a su amiga, Frankie estaba roja al verlo caminar, él le guiñó un ojo y Monica se dio cuenta, cosa que llamó su atención. A lo lejos estaba Smith, y Frankie notó de la forma en que la maestra veía a Eddie y aquello no le gustaba, pero tampoco había pecado en mirar, y no podía recriminar a Eddie, ella confiaba en él.

— Eddie está loco por ti— Grace susurró en su oído.

— He estado todo el fin de semana en casa de Eddie— Soltó Frankie.

— ¿Y cómo ha estado? — la chica la miró divertida.

— Pues, todo muy tranquilo— Frankie tragó saliva al recordar todas las veces en que lo hicieron. Estar en algo con Eddie era totalmente distinto a estar con Daley, Daley era un chico recatado, la intimidad con él era extraña, era casi como si fueran un matrimonio de 50 años. Ella aún recordaba su primera vez con Daley, él también era virgen, lo hicieron en su cuarto con un cuadro de Jesús en frente de ellos, y fue casi traumático, entre el dolor, y entre las constantes preguntas de Daley a ella: ¿Lo sientes? ¿Lo estoy haciendo bien? Cuando ya agarraron más práctica, una vez Frankie le pidió si podían sacar ese cuadro de Jesús, y Daley se molestó con ella, porque según Daley, por ese motivo ella no quedaba embarazada, y aquello fue tan desmotivante para Frankie.

En cambio con Eddie era todo tan distinto, él era dos años mayor que ella, y en esas noches de conversaciones nocturnas, le confesó que había perdido su virginidad  a los catorce con su primera novia, él ya tenía seis años de experiencia, y eso le hacía poner nerviosa de sobremanera, no quería quedar como una inexperta frente a él, y Eddie sólo le decía que no debía preocuparse y que si sentía más pudor a experimentar nuevas cosas, él tendría toda la comprensión del mundo, y que las cosas irían cediendo conforme ellos agarraran experiencia con sus cuerpos.

En definitiva, ese fin de semana, experimentaron bastante, y verse en la escuela, después de todo lo que hicieron, era una experiencia extraña, pero a la vez, buena.

...

Ese lunes en la mañana, antes de la conversación con Grace, Smith les hizo un test sorpresa, Frankie pensó en Eddie, y en que estaba realmente jodido, pues un test sorpresa para él, no era exactamente lo ideal. Después del receso la propia maestra los revisó, como eran preguntas cortas y acumulativas para una nota al final del año, no tomó demasiado en estar los resultados. Los publicó en el tablero y cada uno iba revisando su desempeño.

Frankie tenía tres puntos menos y Eddie tenía puntaje completo.

La chica se sintió tan feliz por él, pero a la vez, fue extraño, de cualquier forma, pensó: Quizá sí le está haciendo bien ese reforzamiento después de clases.

Ese día Frankie buscó a la maestra Smith en su sala después de clases, tocó la puerta y la mujer le hizo pasar.

— ¿Qué buscas Harrington? — la maestra le respondió.

— Vengo a preguntar por mi calificación—la chica espetó y la mujer se largó a reír.

— Lo supuse— la mujer habló con un poco de risa.

— Tengo tres puntos menos, y mis preguntas están correctas— Frankie se sentó frente a ella.

—Sí, eres bastante astuta.

— Entonces necesito mi calificación real— Frankie habló un poco molesta.

— ¿No se te olvida lo del viernes? — la mujer la miró de reojo.

— ¿Se refiere a lo que vio entre Munson y yo?— Frankie estaba atónita.

— Es simplemente lo que mereces, no le dije al rector, pero ten por seguro que esta materia se te hará más complicada. Cariño...¿Piensas que es muy decente dejar que un chico se te meta entre las piernas en plena escuela?

— No estábamos haciendo nada más que un par de besos— Frankie refutó a la maestra. Frankie no quiso sacar el tema del puntaje de Eddie en el test, no quería perjudicarlo

— Como sea, es lo que tienes por faltar a las normas ¿Algo más Harrington?— Smith le sonrió y Frankie tomó su mochila para salir, pero justo antes de salir, entró Eddie.

— Ya está tu café, Lyra—Eddie llevaba el café a la maestra. Él también le había ido a preguntar por el puntaje, no tenía idea de las preguntas y aun así tenía mejor nota incluso que Frankie. Cuando vio a su chica justo en la oficina de Smith, quedó helado y pálido, Frankie lo miró molesta y pasó de él.

— Esto no puede ser real—la chica espetó, no podía creer aquello.

— Frankie— Eddie le gritó por la puerta sin importar que alguien más escuchara. La chica se fue furiosa por el pasillo de la escuela.

— No te desgastes Eddie— la maestra se acercó a él.

— Lyra, tengo que hablar con ella— Eddie estaba nervioso, no quería que Frankie malinterpretara lo que había pasado.

— Oye, no te sientas mal. Me dijo que por qué tenías mejor puntaje que ella, si eras pésimo en química— Mintió la profesora. Y aunque aquello era una verdad, Eddie lo sintió bastante triste— A esa chica su ego la matará.

Eddie se sentó y quedó pensativo.

— Sólo no quiero que vuelva a pasar algo así, en serio quiero pasar, pero...quiero que sea realmente por mí— Eddie soltó y la maestra acarició sus hombros.

— Tómalo como un empujón—Smith le habló divertida— Deberías analizar lo que tienes con esa chica. Si Frankie hubiera sido distinta, estaría feliz por ti, y no hubiera puesto en duda tus capacidades— Eddie sabía que Frankie lo quería incondicionalmente, pero no sabía realmente qué percepción tenía ella de él respecto a lo intelectual. No es primera vez que cambio puntajes, a veces los maestros lo hacemos como una manera de motivar a los alumnos, yo en serio quiero que termines bien el año, y por eso mismo, evalúa tus amistades, si seguir con Harrington va a significar que te mire en menos cada vez que pueda, créeme que va a ser doloroso. 

Eddie tragó saliva.

— Debo irme Lyra— se paró del asiento. En cuanto salió de la oficina, se veía en la necesidad de buscar a Frankie y solucionar el malentendido.

Mientras tanto, Frankie Harrington abrió de golpe su casillero, metió sus cosas ahí y caminó a la oficina de talleres y clubes, se saldría del jodido grupo de química, no soportaba más a Lyra Smith.