Frankie Harrington nunca pensó enamorarse perdidamente del Freaky de la escuela y él nunca pensó que dos personas tan opuestas pudieran tener tanto en común. Eddie la salvó una noche, y desde ahí, es que sus caminos jamás se separaron.
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Eddie corrió por los pasillos, necesitaba ver qué demonios estaba pasando con Frankie, tenía miedo, justo en ese momento sintió que las cosas habían llegado a su punto máximo, y es que no quería perder a la chica, pero si fuera por él, correría tan rápido como pudiera a su tráiler.
— Sólo necesito que digas la maldita verdad— soltó Daley, de sus ojos salía fuego prácticamente, o al menos así lo veía Frankie Harrington— Que seas sincera conmigo, con eso me basta.
Eddie llegó y se escondió detrás de una pared, observaba como Daley sostenía del Brazo a Frankie, quería pararse y quedar frente a él, decirle todo lo que estaba pasando y ser valiente, pero el miedo genuino, cuando sabes que eres el último eslabón, y estás siempre en peligro, a veces ganaba.
— Mierda Daley, es verdad lo que dijo Stacy— la chica soltó entre sollozos— He estado con Eddie Munson— Daley la soltó y golpeó la pared, quería morir ahí mismo, quería desaparecer. Más que el hecho de haber perdido a Frankie, le dolía pensar que el freak se la había arrebatado frente a sus ojos.
— ¡Eres una zorra!— le gritó, Eddie abrió sus ojos— ¿No te importó lo que sentía? Dime cómo es que has llegado a hacer esto, cómo has llegado a meterte con ese idiota.
— Lo siento mucho Daley— Frankie apenas podía articular palabras—Pero ha pasado, lo he hecho de la peor forma, pero lo hice, y quizá debí decírtelo a la cara, a solas, pero tenía miedo.
— ¡NO PUEDE SER!—gritó— NO PUEDO CREER QUE ESE MALDITO HIJO DE PUTA TE HAYA ARREBATADO DE MI LADO. 'Tú eras mía, mía.
—Basta Daley...
— ¿Ya te abriste de piernas para ese hijo de puta?—preguntó a la chica, la tomó de la sudadera que llevaba sobre el traje.
— Eso no te importa—la chica soltó— No soy tu jodido trofeo Daley Williamson—Frankie había entrado en su momento de furia—Te pido perdón, lo siento, pero yo no estoy por ti, ya no te amo. Lo estoy haciendo de la peor forma, además...Eddie y yo ya no estamos juntos. Pero aunque el panorama sea ese, creo que es hora de asumir que esto ya no da para más, y Eddie es un buen tipo, no es un maldito narcisista como tú.
— ¿Sabes que ese hijo de puta me las va a pagar, verdad?— Daley le regaló una mirada casi siniestra— Eddie Munson va a pagar en vida antes que me encargue de matarlo— Tomó a la chica del cuello, nadie de la escuela se atrevía a acercarse, sabían que meterse con Daley furioso, era casi un aviso de muerte.
— No se te ocurra hacerme algo—Apenas habló la chica— Eres un asqueroso, ya te he dicho que lo siento, pero no puedo amarte, ya no más.
— Ni me importa el que no me ames, sólo me da asco saber que me he metido contigo. De seguro cuántas veces le has lamido el pito a ese jodido drogadicto bueno para nada, me das asco Frankie y cuando tu familia se entere de lo sucia que estás, vas a perder todo.
