Frankie Harrington nunca pensó enamorarse perdidamente del Freaky de la escuela y él nunca pensó que dos personas tan opuestas pudieran tener tanto en común. Eddie la salvó una noche, y desde ahí, es que sus caminos jamás se separaron.
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Frankie temblaba en su habitación, el tan temido día Lunes había llegado, la chica tomó un vaso de jugo que tuvo que ir a vomitarlo de los nervios, nada podía entrar en su estómago. Su tía Maggie la miraba en el marco de la puerta, arqueaba una ceja. Frankie notó esa mirada intrigante de su tía, y supo que el hecho de vomitar era demasiado sospechoso en chicas de su edad, con novio.
— No es lo que piensas, ando en mis días de hecho— Frankie confesó mientras tragaba su propia saliva con un sabor agrio. Maggie suspiró, pues por un momento pensó que la chica podía estar embarazada, pero al saberlo se relajó, de igual forma, le preocupaba que no sea capaz de aguantar en la escuela— Me da pánico entrar y verlos a todos.
— Vamos, te iré a dejar yo, pasamos por Grace , y vas a caminar por ahí, verás a Eddie en la entrada. Chica, lo peor ya pasó, y es lamentable lo de John, y lo de la casa, pero me tienen a mí— La mujer abrazó a su sobrina— Llegué en el momento preciso.
— Es verdad tía— Frankie le sonrió, tenía ojeras y su piel estaba demacrada, ya no tenía ánimos ni tiempo para su brillo labial y ponerse glitter en los ojos, ese que dejaba en las mejillas de Eddie y en otras partes igual. Una vez el chico sonrió al ver glitter rosado en su abdomen, Eddie Munson con brillos estaba a años luz de suceder, hasta que Frankie se metió en sus sábanas por cosas del destino.
Las dos salieron, pasaron por Grace , ésta última pensaba que el carro rosa de la tía Maggie era lo más cool que le había pasado el último mes, y fue emocionante subirse, vio a su amiga, se veía triste y un tanto demacrada, pero sabía que había pasado por mucho esos últimos días. La mujer se estacionó afuera de la escuela de Hawkins, donde llegaban más autos. Lo primero que la chica vio fue a Stacy y Monica, quienes estaban con los del equipo de básquetbol, incluyendo a Daley Williamson. Ese día no llevaban sus estúpidas chaquetas.
¿En serio así iba a comenzar ese primer día?
— Ánimo chicas— la mujer se despidió mientras se bajaban del auto— Que sea un excelente día— la mujer tenía un cigarrillo en sus manos y dio una bocanada de humo.
Grace tomó la mano de su amiga y entraron juntas.
— Oye, vamos a estar juntas siempre— La rubia le sonrió— No te dejaré sola y Eddie menos— Frankie asintió con ternura, apreciaba tanto su amistad.
Caminaron lentamente, y pasaron cerca de ellos, las lapidaron con la mirada, pero en Daley se veía algo nunca antes imaginado por la sociedad. Sus ojos no eran de furia especialmente, sino de otro sentimiento, incluso más extraño en él.
— ¿Estás feliz con lo que conseguiste?—Stacy se cruzó de brazos— No podremos ir a la fiesta de fin de año, y lo que es peor, tenemos que hacer trabajos comunitarios en la escuela. ¿Es eso justo? Para mí , no—La chica hablaba fuerte, y sus ojos estaban desorbitados.