Era jueves, no había pasado demasiado durante esos días, tampoco habían tenido química, cosa que tenía un poco nerviosa a Frankie, pues no encontraba del todo normal a la nueva maestra, ese día no se habían visto con Eddie.
Eddie estaba en esa ayudantía que su misma maestra le estaba ofreciendo, él tenía pereza, prefería hacer miles de otras cosas antes que estudiar extra, pero sabía que, si lo hacía, o si no le ponía algo más de empeño, se graduaría al veintiuno si la suerte estaba de su lado. Él la esperaba en la biblioteca, había leído un par de hojas de sus vagos apuntes, que escribía sólo cuando los maestros caminaban por su lado. Un portazo lo hizo saltar del asiento y ahí estaba ella, la maestra Smith, ella le sonrió y se sentó frente a él.
— Hola Eddie ¿Qué tal? — la mujer acomodó unas hojas y se cruzó de brazos frente a él— ¿Te dicen Eddie verdad?
— Sí, Eddie, sólo Eddie— respondió nervioso. La maestra Smith lo miraba de cerca.
— ¿Eres mayor, verdad? — Ella acomodó su blusa, dejando ver de forma sutil sus pechos aún firmes.
—Sí, he repetido dos veces—Él tragó saliva, estaba nervioso si así se podía decir, no era tan normal después de todo que una maestra sea tan amable, pero él estaba al borde del precipicio, no podía dejar su suerte echada.
— Se nota, te ves más...maduro— la mujer le sonrió.
— Oh, no sé...sólo tengo este cabello enorme— Eddie sonrió también.
— Claro, y, por cierto, no debes sentirte mal por repetir de curso, eso demuestra que no eres igual que todos los alumnos, y me gusta.
— Gracias Maestra Smith— Eddie no podía verla a la cara, la mujer era guapa, pero algo había que le generaba ruido en ese actuar, no era una amabilidad genuina, ni maternal.
— Dime Lyra— ella le sonrió y observó el cuello de su polera que estaba un poco corrido hacia abajo, la polera de ese día del Hellfire Club era una talla más grande— Wow, ¿Es un tatuaje? — la mujer tocó su clavícula sin preguntar, Eddie sólo respiraba nervioso, esa mujer no era Frankie. Smith tocaba su piel, la mujer tenía alguna especie de fetiche con los hombres así, y no le estaba importando demasiado el hecho que sea un alumno. Además, ya tenía veinte.
Un niño no era.
Frankie justo pasaba en ese instante por fuera de las salas de estudio de la biblioteca. Usaba una jardinera, polera naranja, vans negras y su mochila de siempre , caminaba con una carpeta llena de apuntes de historia, hasta que por la ventanilla vio esa cabellera que la volvía loca, y ahí estaba él, con su nariz recta y fina, sus labios bien marcados, sus ojos marrones que sólo significaban problemas, su sonrisa encantadora, sus anillos, sus cadenas, era él, Eddie Munson, y su rostro casi se cae cuando vio los dedos de esa mujer en su tatuaje , ese que ella conocía de memoria, lo había besado más de una vez. No supo qué hacer, no podía hacerse la tonta, pero tampoco podía demostrar celos que podían ser estúpidos.
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SUPERMAN (Eddie Munson) ✔️
Fiksi PenggemarFrankie Harrington nunca pensó enamorarse perdidamente del Freaky de la escuela y él nunca pensó que dos personas tan opuestas pudieran tener tanto en común. Eddie la salvó una noche, y desde ahí, es que sus caminos jamás se separaron.