Serendipia (Namjin Omegaverse)

Capítulo 1

- ¡apresurate! Las personas ya están llenando la plaza, no quiero perderme esta noticia. -Dijo una joven omega mientras corría.

-¿por qué te empeñas en correr? De igual forma las pantallas reproduciran el video todo el mes -respondió el alfa sonriente tras ella.

Al igual que ellos muchos alfas, omegas y betas se dirigían a la plaza frente a la casa de gobierno, por una semana se había anunciado que una buena noticia se daría aquel día.

La plaza se componía de un semi círculo lleno de asientos, pequeñas mesas y tiendas de alimentos procesados, ropa extravagante, y pequeños cubículos expendedores, pero su mayor atractivo se hallaba en los enormes paneles que la rodeaban, invisibles a la vista, de transmisión en 3D.

Era una mañana soleada, el dirigente y alfa Kim Soo IX apareció de pronto en los paneles saludando con emoción.

Las personas saludaron expectantes el anuncio.

-¡mi bella y querida esposa Omega ha dado a luz un niño! Dijo casi llorando de la emoción mientras sostenía el bebé entre sus brazos.

-el nuevo príncipe ha llegado, dijo victorioso.

-¡que viva el príncipe Kim Namjoon X! Gritó el dirigente.

-¡que viva!

-¿vez amor? Dijo la misma Omega que corría, -pronto seremos tú y yo quienes tengamos un bebé.
El alfa sonrió emocionado mientras la abrazaba inhalando su dulce aroma a fresas.

La población tuvo pequeñas fiestas aquella semana, siempre era así; la casa de gobierno jamás escatimaba en gastos.

La "Paz" había reinado ahí por mucho tiempo, las muertes misteriosas, exilios y desapariciones eran calladas con noticias y fiestas como estas; no era necesariamente que la población fuera feliz y perfecta, era el temor los hacia querer vivir bien.

-hermano ¿no te alegras-Preguntó el dirigente a un alfa que llamó primer ministro.

-¿por qué no lo haría? Mi pequeño bebé ya tiene un príncipe al que servir-Dijo con una mueca disfrazada de sonrisa.

-No digas eso, sabes mejor que nadie que es un gran honor ser el primer ministro, tu hijo será un verdadero líder, dijo el gobernante.

El primer ministro asintió en silencio y solicitó permiso para retirarse de su presencia.

"¿feliz? ¿Cómo podría estarlo cuando se que si no hubiese nacido ese niño, mi hijo podría haber asegurado el trono?

Aquel hombre de dirigió a su mansión, su sonrisa de medio lado le daba una apariencia espeluznante, su mente pensando en uno y mil planes más.

Al llegar a su casa, su Omega lo esperaba con el pequeño bebé en brazos.

-nuestro pequeño te extraña, dijo el joven.

-¡no quiero saber nada de bebés ahora! ¡Alejalo de mi! -dijo el primer ministro furioso y resentido.

Su Omega se quedó viendo sorprendido, su alfa jamás había sido tan amable pero al menos le había tenido respeto.

-no me grites, no soy empleado tuyo, solamente quiero que seas un padre para nuestro pequeño Jimin, el Omega estaba ofendido.

El primer ministro pareció guardar la calma acercándose a su pequeño y acariciando sus abultadas mejillas.

-¡no permitiré que seas como yo! Tu también llevas sangre real siendo sobrino del monarca, serás grande, yo te buscaré un lugar- dijo el alfa tranquilo aunque por dentro su corazón rugia como un volcán lleno de ira.