Capítulo 39

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PENÚLTIMO CAPÍTULO

Un retumbar llegó a los oídos de cada persona, y un leve temblor se hizo presente.

La Torre de comunicaciones, el orgullo de la ciudad cayó estrepitosamente cortando toda señal existente; el sonido siguió al palacio que en pocos minutos quedó convertido en escombros.

Los siete chicos habían corrido con todo esfuerzo hasta llegar a una caja de seguridad en la plaza principal; logrando salvar sus vidas.

-abran paso, dijo alguien llegando hasta Jungkook, -voy a salvar tu vida muchacho, fuiste demasiado valiente.

Las personas murmuraban con alivio, otras lloraban de terror y se consolaba mutuamente.

Seokjin se sentía cansado.

-¿amor? ¿Dime qué sientes? Dijo Nam de rodillas en el piso sosteniendo a su Omega entre sus brazos.

-me duele todo, pero estoy bien, susurró mientras acariciaba el rostro que tanto amaba.

El polvo de la explosión se fue disipando, las cajas fueron abiertas y todos comenzaron a salir y observar el desastre.

-todo se ha destruido, dijo Nam en voz alta, -pero nosotros estamos a salvo, sobrevivimos a demasiadas cosas, esta vez no será distinta.

-¡nos levantaremos! Dijo Seokjin
Mientras caminaba entre la multitud, -yo he vivido fuera de la ciudad por muchos años, nos enseñaremos y saldremos adelante.

Las personas le observaban sorprendidas, su porte alto y fuerte demostraba su valor; su rostro tierno les devolvía esperanza.

Ayudaba a las personas en crisis nerviosa y algunos niños lastimados; su presencia fue bálsamo entre todos ellos.

Después de algunos días, tuvieron en su poder una lista de las personas vivas, heridas y fallecidas; la ciudad tenía pocos espacios sin destruir, pero habían logrado reunir a todas las personas en un espacio cercano a las orillas de la ciudad.

-construiremos desde cero entre las montañas, valles y planicies; podremos cultivar alimentos diferentes y exploraremos cada lugar respetando la naturaleza.
Dijo Taehyung cuando comenzó a hablar.

-tendremos nuevas leyes y nuevos líderes, avanzaremos juntos, no uno sobre otro.

Las personas celebraron aquello, un sentir de alegría y temor reinaba entre todos los presentes; un omega del grupo gritó:

-lograremos hacerlo porque los tenemos a ustedes, agradecemos al líder Seokjin y al líder Nam por ser tan especiales y llenarnos de esperanza a todos.

Un alfa se acercó:
-también al líder Jung y a su Omega por ser tan dulces y darnos lo necesario para creer en nosotros mismos.

-líderes Jimin y Yoongi, reciban nuestras muestras de cariño por ser fuertes y llenarnos de valor a todos nosotros, dijo una mujer sollozando con su bebé en brazos.

-y a ti Jungkook, dijo un anciano beta; -por recordarnos a cada instante que en el momento preciso podemos tomar fuerzas de nuestras debilidades y vencer, mereces también cosas buenas.

Los siete chicos se sintieron conmovidos, Taehyung ocultó su rostro lloroso en el cuello de Jung; mientras Yoongi y Jimin sonreían agradeciendo a todo el mundo.

Jungkook descansaba en una pequeña silla, recuperándose de sus heridas, su rostro sonrojado agradecía cada muestra de afecto de las personas.

Namjoon tomó las manos de su Omega llevándolas a su boca depositando en ellas un tierno beso lleno de sus más dulces sentimientos.

Seokjin lo observó con amor y ojos llenos de lágrimas; -me siento orgulloso de ti y nuestro pequeño, ahora sé que viviremos bien. Susurró llevando sus brazos al cuello de su alfa.

Namjoon escuchó sus palabras,
-la bella luna escuchó nuestras plegarias, estamos juntos; es lo que importa. Dijo a su oído.

Acercó suavemente su rostro al rostro de su Omega y sintió su dulce aroma; besó sus mejillas y su boca con ternura y suavidad.

Seokjin sintió calidez en su interior, apretando su cuerpo al cuerpo de Nam profundizando su beso y todo lo que sentía en su interior.

Los aplausos resonaron sorprendiendolos, las personas habían observado aquella tierna escena y celebraron su unión junto con ellos.

Los alfas betas y omegas prepararon a sus familiares perdidos, por la tarde llevaron a sus muertos bajo el gran árbol donde Seokjin había llorado tantas veces la muerte de su padre suplicando la suya. Fue un momento especial y muy triste.

Varias personas aparecieron de la nada entre los árboles causando sobresalto a los que sollozabam por sus muertos.

Jimin se acercó,
-¿están bien? Dijo llorando con pena.
Eran las personas que había mandado al exilio por orden de su padre; había salvado sus vidas al darles en secreto la ubicación del antiguo hogar de Seokjin.

Caminaron en grandes grupos hacia los lugares donde Seokjin había estado sintiendo en su interior el instinto de explorar.

-¡no tocaremos esta área! ¡Será conservada como símbolo de nuestro cambio! Dijo un omega mientras reverenciaba hacia la casa y se alejaba. Los demás le imitaron y volvieron a la ciudad.

Aquel fue un momento inolvidable.

Las siguientes semanas, se dedicaron a buscar lugares para vivir y cosechar; midieron, trazaron y empezaron a construir comunidades extendiéndose en grandes áreas de territorio.

Lo que antes había sido una ciudad encerrada y de espacios reducidos, ahora se expandía por kilómetros y kilómetros de áreas verdes boscosas, sin murallas ni vigilantes, sin restricciones ni tiranos al mando.

En tres meses habían construido casi la mitad.

-Namjoon ¿puedes traerme fruta corazón? Dijo Jin sentado junto a Taehyung, ambos estaban jugando algún juego de cartas.

Namjoon se levantó para traer lo que le habían solicitado, -¡miren quien obedece sin resistencia! Dijo Jung riéndose junto a Yoongi y Jungkook.

-Hoseoki, ¡cariño! ¿Quieres dormir afuera esta noche?

Jung llegó de inmediato a su Omega, -¡no corazón! Pido una disculpa.

Yoongi rio por aquello, Jimin se acercó para besarlo de sorpresa causando un sonrojo en el contrario. -¡no digas nada porque no te conviene gatito!

Los siete chicos se rieron a carcajadas por sus actitudes, sus casas se estaban construyendo a lo largo de la extensión territorial, tenían a su cargo todo el lugar.

Se sentían felices, sus sueños por fin se habían cumplido.

Cinco meses habían pasado desde el desastre y el nuevo comienzo,
Nam caminaba con su Omega a la orilla de un pequeño riachuelo, sus manos unidas y el vientre crecido de Seokjin los hacían sentirse plenos.

-¿estás seguro que quieres caminar? Podemos regresar, lo sabes. Dijo el alfa preocupado.

-solamente quiero ver la puesta del sol en nuestro acantilado, dijo el Omega haciendo un puchero.

Nam sonrió, caminando el resto del camino con la mayor felicidad entre sus manos.

Serendipia (Namjin Omegaverse) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora