—me gustaría ser mayor, o un alfa—dijo Jin mientras pateaba un pequeño pedazo de ladrillo en el camino.
—así no dependería de nadie, buscaría irme a vivir lejos.Llegó a su pequeña casa decidido buscar donde marcharse.
—¡Seokjin! ve por tus cosas y herramientas, ven a casa conmigo.
El anciano alfa en jefe lo había seguido en todo el camino.
Seokjin no pudo ocultar su felicidad, y corrió a abrazarlo.
Últimamente descubrió que su padre lo había hechado como un perro, así que aquella noche se dirigió junto al anciano para pensar un poco sobre lo que haría de ahí en adelante.
—¡así que el bastardo de Seokjin se ha ido! Y pensar que le puse el nombre de mi padre.
Dijo aquel alfa borracho.
—dejó un mugroso papel olvidado con quien sabe que dibujo horrible.La Omega guardo silencio mientras lloraba.
—¿Quieres irte con él? Vete también dijo yéndose a dormir.
La Omega salió corriendo tras su pequeño hijo llorando fuertemente.
—hijo de mi corazón perdóname por dejarte, vivirás bien con él alfa en jefe, yo me quedaré donde mismo. No me odies por eso.
Seokjin amaba a su madre por que a pesar de todo siempre lo había defendido, pero si ella no quería salir de su casa el tampoco la llevaría por la fuerza.
Se despidió de ella dándole un fuerte beso en la mejilla, —cuando decidas salir de casa ya sabes donde encontrarme.
Por su parte Namjoon se encerraba en su habitación todas las noches para ver aquel libro viejo, sus gastadas páginas denotaban la humedad, estaban carcomídas e incompletas;
Por las mañanas enseñaba a Jimin lo aprendido.Namjoon aprendió aquellas noches sobre un mundo rebosante de vida, a veces sólo le quedaba imaginar lo que describían las páginas, o tratar de adivinar la forma del animal en las manchas borrosas de las páginas viejas.
Namjoon desconocía el lado oscuro de su familia, el creía que el Reino vivía tan bien y en paz que le encantaba la idea de ser rey, sin embargo su primo Jimin le contaba ciertas cosas extrañas que sucedían, por eso Nam lo consolaba y se querían mucho aunque no le creyera la mitad de lo que decía.
—ya te dije primo que hay personas enviadas fuera del muro para que las bestias las devoren.
—Jimin ¿cómo puedes decir eso? Tu padre mi tío y mi papá no podrían ser así de crueles, o a lo mejor las personas son malas.
—Nam eres tonto, esta noche ven conmigo voy a mostrarte dijo Jimin retandolo.
Esa noche ambos niños se escondieron detrás de la puerta de la mesa de reuniones a escuchar.
“—la recolección de minerales va muy bien, nuestros hombres han regresado por el túnel; cada vez que hay curiosidad sobre si la mina está adentro o fuera de la muralla se les exilia, probablemente mueren, a nadie le importa eso."
Aquella había sido la voz del primer ministro, luego el monarca habló.
“—me parece bien hacer ese tipo de medidas en situaciones fuertes, las riquezas de esta ciudad vienen de fuera, pero nadie sale a la verde vegetación, sólo van por el túnel a la mina sin ver la luz del sol”
—¿te das cuenta? Susurro Jimin a Namjoon.
Ambos se alejaron pensativos, —no debemos decir nada a nadie, pero debemos estar atentos.
Aquellos niños siguieron con su rígida vida de palacio, sin embargo un día al volver del entrenamiento se hallaron con una noticia extraña.
—un joven como ustedes ha venido a pintar las paredes del palacio como acto de rebeldía, es preciso que se mantengan dentro y no salgan, había dicho la reina.
—¿Qué cosas ha pintado?
—nada que les importe a ustedes dos,—dijo la mujer.
Mientras esto sucedía, Seokjin se hallaba en casa del alfa en jefe, sentado muy nervioso entre sus pertenencias.
—¿te volviste loco? Gritó el anciano mientras corría de un lado a otro guardando una y mil cosas con desesperación.
—¿como se te ocurrió esa brillante idea? ¡No me queda duda que soy un terco viejo estúpido que insistió en enseñarte por nada!
—¡pero solo fue una broma! Yo solo quería pintar algo para asustar a la gente.
—toma tus cosas, iremos a ocultarlas por si acaso, dijo el anciano.
—perdóname por favor alfa.
—ya, ya, quizá me exalté demasiado, pero hay muchas cámaras de vigilancia y no quiero que te pase nada.
Ambos tomaron las cosas que eran prohibidas: libros, pinturas, planos, herramientas y demás en dos cajas y salieron rápidamente.
—¿donde las ocultaremos? Preguntó Seokjin con pesar.
—hay un lugar cerca de aquí que me pertenece, dijo el anciano caminando con prisa.
Ambos rodearon el camino, dieron dos vueltas más y se encontraron cuatro soldados de gobierno tapando el paso.
—¡alto! Puesto de registro provisional.
—debemos revisar el contenido de su carga.—señores míos, solamente llevamos herramientas y soldaduras del trabajo.
Seokjin temblaba tras el anciano a punto de llorar.
—corre, había dicho el alfa en jefe en un susurro cuando un disparo le dio justamente al lado de su pie.
—¡arrestenlos! Gritó aquel soldado.Seokjin corrió como pudo, pero unas manos enormes lo sostuvieron del cuello.
—este es el niño, dijo mientras los llevaban con todas sus cosas al palacio.
Seokjin y su amigo el anciano se hallaban en prisión, sus cosas habían sido revisadas y dejadas a un lado, iban a ser interrogados.
—¿Tienes más cosas de estas? ¿Quién te las dio? ¿Alguien más lo sabe? ¡Responde!
—el niño no sabe nada de esto, solo lo encontré en el camino y pedí su ayuda, déjenlo ir en paz, por piedad—dijo el anciano.
—¡crees que somos idiotas! Rieron con sorna y burla.
—este niñito inocente pintó las paredes del palacio, su padre nos ha dicho.
—el alfa tonto se hallaba borracho con un dibujo similar al de la pared, fue fácil sacarle información.
El anciano alfa en jefe se negó a abrir la boca dejando que le golpearan y torturaran con tal de proteger a Seokjin, pero al no decir nada se enzañaron contra el niño golpeandole de igual manera, metiéndolo en agua, hiriendo la piel de sus brazos y piernas.
Namjoon se hallaba sentado en un pasillo junto a Jimin, ambos intentaban adivinar que habían pintado en la pared.
—se niegan a hablar su majestad, dudo que protejan a alguien, solo son ellos dos, el borracho dijo que nadie más lo sabía.
—sólo desechalos, son simples fanáticos, tira con ellos las cosas que traían y otra extras como signo de mi piedad.
—si señor.
Nam y Jimin se vieron asustados; ambos corrieron hacia afuera antes de ser descubiertos.
Sin darse cuenta corrieron hacia afuera de palacio a la entrada principal.
Lo que vieron los dejó perplejos.Varios hombres trabajaban arduamente para borrar lo que había en la pared.
Alfas, betas y omegas observaban con temor corriendo la voz de casa en casa.
La pintura era sobre una serpiente apretando un ciervo, sus fauces abiertas con sus largos colmillos eran fieros, lista para morder y engullir.
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Serendipia (Namjin Omegaverse)
FanfictionSeokjin un pobre omega curioso aprende sobre la historia prohibida del pasado lejano de la tierra; él vive en la ciudad de los sobrevivientes de las castas más antiguas: alfas, betas y omegas. Namjoon el alfa sucesor del dirigente de la ciudad de...