Capítulo 38

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La puerta de una casa abandonada fue abierta; un alfa entró caminando con furia, sus pies hicieron crujir las lozas rotas del piso.
-¡maldición! Espetó al recordar el rostro de Jungkook. -¿por qué tuve que verte? Siempre he odiado dejar víctimas sueltas...
¡Tenías que ser tú!

Una sonrisa sarcástica surcó sus labios al recordar al Omega parado junto Jeon, su aroma se había impregnado en sus retorcidos pensamientos.

-¡mmmmm olía malditamente delicioso! Caramelo y vainilla.... Mmmm cuando lo tenga en mis manos voy a disfrutarlo como un premio a mi sacrificio... Susurró con desesperación.

-El viejo ministro subestimó mi ansia de crueldad, dijo apretando los puños hasta somatarlos en una vieja mesa. -matar al antiguo rey, siii su primera orden ridícula.

-"tu serás mi plan de respaldo" dijo imitando al fallecido primer ministro -¡viejo inútil! De nada me sirve ser su hermano menor, su juego era aburrido, jamás me hizo caso, solo me mandaba a torturar y matar.

Su respiración ansiosa y sus gestos burlones hicieron mella en sus palabras, -mi hermano estaba viejo, era incapaz de ver más allá, ¡ja! Cuidando un puesto de gobierno, ¡que estupido fue!

-¿para que querría yo gobernar? Dijo mientras reía de forma maníaca, -¡es mejor ser temido que temer! Voy a matar a esos siete bastardos, siiiii... ¡si que lo haré!

-Después voy a arruinar las esperanzas de la gente y voy a destruir su hogar; ¡la luz consumirá sus almas!

Las risas llenaron la estancia, mientras el alfa afilaba sus cuchillos haciendo un rechinido infernal.

El sol salió llenando de calor cada lugar, las personas empezaron con sus actividades, se vestían con sus mejores atuendos, desde el más pequeño al más anciano; caminando a las diferentes plazas para recibir noticias.

El zumbido que siempre anunciaba el potente campo de fuerza que rodeaba la ciudad era lo único que se escuchaba; la tensión y los nervios se sentían en el ambiente.

Los siete chicos no tuvieron noticias del alfa loco y solamente les quedaba estar alertas; los alfas protegían a los omegas y al joven beta, se habían colocado trajes que les protegieran en caso de atentados.

Habían realizado un plan de emergencia, el palacio tenía áreas seguras y las tres plazas donde las personas se estaban reuniendo tenían un mecanismo de defensa.

Despues de varios minutos de espera, el líder Jung se acercó al podio donde daría sus palabras a la población por primera vez.

-¡los saludo cordialmente!
Dijo con una sonrisa. -la tiranía ha terminado ¿cierto?

La algarabía resonó en todas partes.

-debemos ver hacia adelante, y expandir los horizontes, ¿Quién quiere vivir bajo gobiernos crueles? ¿Quién quiere vivir bajo leyes que sólo favorecen al poderoso? ¿Quién quiere seguir como esclavo de jerarquías y clases sociales?

Todos guardaron silencio, nadie quería aquella vida, habían aprendido a ver más allá y deseaban ser libres.

-las leyes, acuerdos y normas se harán de nuevo, continuó Jung Hoseok, -buscaremos igualdad y desarrollo, libertad y sana convivencia.
¡Poblaremos el mundo de nuevo!

Las personas celebraron aquella noticia.

Namjoon caminó para pocisionarse al lado de Jung mostrándose a las personas por primera vez.

-¡tengo miedo de que algo te pase! Dijo Jin en un susurro, agarrando con fuerza la mano de su alfa.
-no te preocupes, esto será sencillo y rápido. Dijo alejándose.

Serendipia (Namjin Omegaverse) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora