Capítulo 20

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La mañana llegó, el sol se hallaba alto; Namjoon abrió los ojos estirandose cómodamente, su sonrisa evidenciaba su buen humor.

—¡Buenos días queridisimo Nam, hoy será un día estupendo!
Se dijo a sí mismo.

Se levantó, y se vistió para ir a bañarse a la laguna en la pequeña cueva, aquel se había vuelto su lugar favorito.

"iré a preparar un buen desayuno y llevaré a Jin a comer al acantilado, eso lo hará feliz"
Pensó el alfa momentos después mientras volvía de la laguna.

Seokjin se removió en su cama, no había podido dormir bien, se sentía demasiado abrumado, sensible y caliente.

Su padre le había enseñado a sobrellevar sus celos, lo atendía y cuidaba esos días; lo llevaba a la laguna y le daba baños de medio cuerpo.

Desde que había muerto, Jin iba por sus medios una vez al menos o se quedaba en casa y se mojaba la cabeza, y brazos de vez en cuando; su dieta se basaba en frutas, puesto que sus ánimos decaídos no le permitían cocinar ni hacer nada esos días.

Se sentó en su cama, sabía muy bien que hacer, pero el recuerdo de tener un alfa cerca le dominaba, su lobo lo llamaba en su interior.

—¡que asco, odio estar sucio! ¡Solo quiero dormir, mi cuerpo me duele! Se quejó a punto de llorar.

Su ropa estaba hecha un desastre, todo estaba mojado por el lubricante que su celo provocaba, su aroma se sentía demasiado fuerte, las feromonas indicaban al rededor su estado.

El príncipe caminaba hacia la casa del Omega como era su costumbre, llevaba en sus manos una pequeña cesta con el desayuno preparado, sin embargo al llegar a la puerta sintió las feromonas y el aroma evidenciando el estado de Jin.

—¡oh Luna! ¡Esto no puedo sentirlo! ¡No puedo acercarme a él! ¡Mi control es débil si es Jin!

Intento irse pero decidió volver, los celos de los omegas no eran algo simple, se preocupó al recordar que Seokjin nunca había estado acompañado de nadie.

Su lobo se movió inquieto sintiendo el celo de su Omega, la preocupación lo irritó y pudo sentir en su interior emociones ajenas; todas denotaban frustración y fastidio, pero sobresalía la tristeza.

El alfa llamó a la puerta guardando toda la calma posible.

Seokjin se alarmó al escuchar que el alfa había llegado.

—¡no entres! ¡Ve a casa! ¡No te preocupes por mi, he estado solo siempre, puedo arreglarmelas bien por mi mismo! Dijo el Omega adivinando la situación.

—¿estas seguro? ¡Me preocupas!
Nam se mostró atento, 
—¿necesitas algo? Solo dímelo ¿si? Dijo en un tono desesperado suplicando que todo estuviese bien.

—estoy bien así, ve a casa...

Las mejillas de Jin se llenaron de lágrimas, sus celos no eran algo que le agradara, lo hacían sentir sucio y desamparado, en esos días le ganaba más la depresión al instinto y deseo sexual en sí; su soledad había causado estragos en él.

Namjoon caminó, su desesperación era palpable, sentía la tristeza de su Omega y su frustración, el aroma y feromonas le indicaban lo mismo; sin embargo no podía insistir y quedarse, así que se fue a casa cabizbajo, pensando en volver cada hora y media para comprobar de lejos si estaba todo bien.

Protegerlo
Mío solo mío...

El lobo del alfa lloriqueo.

Las horas pasaron lentamente, Namjoon se ocupó en ordenar su pequeña casa y limpiar, cada cierto tiempo se acercaba a la casa del Omega, su tristeza se le había contagiado, pero no podía insistir. Había decidido respetar el espacio de Jin, debía entender que vivir años solo no pasaban en vano, las cosas pasarían cuando debían pasar. No antes.

Serendipia (Namjin Omegaverse) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora