Capítulo 23

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Jin llevó a Nam a un escondite muchos metros hacia abajo en el valle; alejados del camino en una pequeña cueva oculta por grandes arbustos.

—¿estás bien? Dijo el alfa viendo a Jin temblar de pies a cabeza.

—parece que si, ¿Será que te buscaban a ti? ¿Querían rescatarte quizá?

El rostro de Jin denotaba el terror de aquellos pensamientos.

—pase lo que pase, no voy a moverme sin ti amor, no creo que quieran rescatarme, por algo fui exiliado ¿no?

—¿entonces? ¿Serán más exiliados? ¡El miedo me consume! ¡No quiero ser prisionero en esa ciudad de nuevo!

Nam abrazó a Jin de forma protectora. —todo estará bien, nadie se atreverá a tocarte si yo tengo vida; te juro a ti Seokjin que te protegeré aún con mi último aliento, soy un guerrero de palacio, no lo olvides.

Jin sollozó entre los brazos del alfa hasta calmarse.

Pasaron dos días en aquel lugar, comiendo frutos y cosas que no implicaran hacer fuego.

-iré a casa por más cosas, puedes esperarme aquí, dijo el alfa.

Jin lo observó con enojo.

—¿acaso te volviste loco? No debemos separarnos, iremos juntos a explorar y si no hay nada avanzaremos. ¿De acuerdo?

Nam observó a Jin en aquella faceta que no conocía y se limitó a obedecer en silencio, aceptaba que el Omega era el experto y debía seguirlo, era la única persona en el mundo que podía darle órdenes.

Caminaron sigilosos y en silencio, la noche se había hecho presente y cualquiera que anduviera por ahí no se atrevería a ir en la obscuridad sin temor a perderse.

Lograron llegar a casa, ambos se sintieron aliviados; cambiaron sus ropas en completo silencio y sin luz, empacaron alimentos, armas y demás.

Avanzada ya la madrugada salieron de nuevo, acompañados por la luz de la luna caminaron sigilosos con armas colgadas al cuello y en mano.

Habían avanzado algunos metros cuando alguien habló desde la negrura de la noche entre los arbustos a la derecha del camino.

—¿Eres el príncipe?

Namjoon se quedó de piedra, por instinto cubrió a Jin con su cuerpo y apuntó el arma a la oscuridad.

—¡contaré a tres para que salgas y des la cara, si no lo haces serás hombre muerto! Dijo Namjoon con su voz de mando.

La mano de jin temblaba, agarraba fuertemente la chaqueta de su alfa buscando protección.

—¡uno! Empezó Namjoon a contar. -¡dos!...

—¡vale! Saldré de aquí, no estoy armado, no voy a hacerte daño.

El hombre escondido salió de la maleza dando la cara a la claridad de la luna.

Su semblante era serio, la línea de perfil era perfecta, su boca fina y sus pequeños ojos estaban enmarcados por cabello negro liso que caía en su frente.

Sus manos estaban levantadas sobre su cabeza, denotaba su cuerpo esbelto y fuerte; no había duda, era un alfa de la ciudad.

—mi nombre es Jung Hoseok, vengo a rescatarte.

Namjoon se acercó hasta poner el cañón del arma en la cabeza del alfa.

—¡no soy el que buscas!  dudo mucho que esté por aquí; regresa por donde has venido y jamás vuelvas o morirás.

—entiendo, dijo Hoseok con toda tranquilidad volteando para quedar cara a cara con el príncipe. —entiendo que estés a la defensiva, no es fácil lo que te ha sucedido.

Namjoon quitó el seguro del arma.

—¿por qué parece que no entiendes? He dicho que te equivocaste de persona.

—¿entonces por qué no me has matado? ¡Si fueras otro, no te importaría mi vida! sin embargo la ansiedad y curiosidad te consume segundo a segundo.

Namjoon dudó, aquel alfa no tenía arma alguna, probablemente estuviera rodeado, así que decidió arriesgar todo.

—¿cómo saliste? ¿Quién te ayudó?

Jin se puso expectante a aquellas preguntas, gracias a lo que Nam le contaba, sabía que sólo una persona había querido al príncipe en la ciudad.

—vengo en nombre de Park Jimin, es prueba suficiente.

Cerca de los arbustos otro hombre salió, era más bajo pero claramente un alfa, uno que Namjoon reconoció al instante.

—¡eres un maldito mentiroso! Gritó Nam tomando el cuchillo de Jin para atacar Hoseok, este se hizo a un lado en un ágil movimiento, sangrando de una cortada débil en su brazo —¿te atreves a usar el nombre de una persona de alto poder? Y ¿traes a un guardia del palacio?

Hoseok hizo una seña a Yoongi, este se acercó he hizo una reverencia.

—mi nombre es Min Yoongi, me alegra encontrarlo a salvo señor, dijo el alfa sin levantar la mirada. -pido perdón por adelantado, Park Jimin es...

"todo está listo Hoseok, es él"

Hoseok y Yoongi  escucharon aquello en su oído, Yoongi sacó un dispositivo de comunicación  y les mostró un pequeño mensaje.

"primo querido, llevó años buscándote, gracias a mi padre nunca pude hacerlo; ahora que puedo, de nuevo estoy jugando todas mis cartas por hallarte, las personas que tienes al frente son de mi entera confianza, vuelve con ellos; estaré esperándote con los brazos abiertos, siempre tuyo Jimin"

Namjoon cayó al suelo sobre sus rodillas, sus lágrimas no se hicieron esperar, se sentía vulnerable.

"alguien ha salido, el primer ministro ha movido a alguien, traelo aunque sea por la fuerza, debe ser resguardado en la ciudad"

Hoseok y Yoongi escucharon aquello en su oído, pero estaban preparados.

—¡no hay tiempo de explicar! Hombres de palacio han venido por ti también, debemos volver ahora, tú y tu silencioso acompañante; dijo Hoseok tomándolo del brazo mientras Yoongi se acercaba a tomar a Jin para avanzar.

Namjoon forcejeó lanzando a los alfas lejos, —su nombre es Kim Seokjin, no es mi acompañante.
—¡nadie toca a mi Omega! Gruñó con los ojos en tonos rojizos.
—¡nadie va a hacer lo que quiera con nosotros! Podría matar por él.
Si en algo tienen respeto por mi que soy el príncipe, respeten también a mi Omega, mi orden y mi palabra.

Hoseok y Yoongi se acercaron  sigilosos con pena de no haber preguntado antes por Jin.

—príncipe, pido una disculpa, tengo en mi oído un comunicador con Park Jimin, nos ha dado la orden de llevarlos y después se les explicará.

—¡dime algo amor, susurró Nam a Jin, —si tu me dices que no vamos a ningún lado, entonces no vamos; dijiste que no querías volver a la ciudad...

Seokjin lo observó con ojos llorosos y temblor en el cuerpo aferrándose a sus brazos.

—¡no quisiera ir! si nos quedamos aquí moriremos, si entramos a la ciudad probablemente también; lo único que se es que sea lo que sea estaremos juntos, lo prometimos ¿Recuerdas?

Nam tomó su mano y asintió al escuchar sus palabras.

—iremos con ustedes, pero ante cualquier sospecha de traición no dudaré en matar, el trato que se me dé como príncipe, también debe ser igualitario con Seokjin.

Ambos alfas aceptaron, los guiaron y llevaron con sumo respeto.

Jung Hoseok era el líder de los rebeldes, pero tenía esperanza en aquel príncipe y en Park Jimin, por eso eran merecedores de su respeto y cuidado.

Para darles confianza les permitieron llevar sus armas.
Sabían que llevaban con ellos el futuro del mundo y de la ciudad.

Serendipia (Namjin Omegaverse) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora