Capítulo 18

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El Omega preguntó

—¿conoces el vino?

El alfa negó.

—es una bebida hecha de un fruto pequeño llamado uva, lleva un proceso de meses y años; mi padre hizo hace mucho tiempo unas cuantas botellas. ¿Quieres probar?

—¿sabe bien? Preguntó Nam.

—depende, el sabor no te importará cuando sientas su efecto, el Omega sonrió demasiado alegre.

El príncipe aceptó el pequeño trago que Jin le ofreció, despues de verlo sonreír de aquella manera; la bebida no olía de forma agradable para él, pese a ello lo tomó de un solo trago.

Jin también tomó uno y esperó expectante la reacción del alfa.

—aggghhjjj no es rico, se quejo Nam haciendo caras raras.

Jin rio estrepitosamente, —no es venenoso, es solo que la fruta se fermenta.

—no entiendo nada de lo que dices, perdón por eso, dijo el alfa fascinado por la risa del Omega.

—tomaremos más si quieres, dijo Jin tomando otro trago de vino.
—la última vez que bebí, fue cuando mi padre murió, no es una bebida que quiera desperdiciar, después de todo es su trabajo.

Nam tomó otro trago, —me lo tomaré por ti, y por el trabajo que tu padre puso en él.

—¿por qué se siente raro mi interior? Dijo Nam asustado.

Jin sonrió al verlo vulnerable.

—el vino marea, te hace sacar lo que intentas guardar para ti, te hace reír o llorar de más, es una bebida que te embriaga.

Nam se sintió con calor de pronto, jamás había tomado algo como eso, la ciudad estaba libre de ese tipo de bebidas.

Jin llenó su vaso unas tres veces más junto al de él, ambos se sentían un poco mareados, sus cuerpos se sentían relajados y sin miedo.

—¡sabe mal pero me encanta! ¿puedes creerlo? Dijo Namjoon riéndose sin control.
—Mi vida ha sido dura, fingi ser cruel todo el tiempo para ser temido, pero en mi interior solo era un ser patético, intento de príncipe sin valor.

—ssshhh! ¡Callate! Dijo Jin llevando su dedo índice a los labios del alfa, eres más de lo que crees ser, eres lindo, ¡hueles tan bien! Eres bueno, solo que nadie te ha dejado el espacio para que lo pruebes.

Nam sintió su corazón estrujarse, sintió el dedo del Omega en su boca, así que dirigió su mano a la mano de Jin para quitarla y agarrarla; se puso de pie seguido por el contrario.

—¡tus manos son bellas y finas! Dijo el alfa tomándolas con dulzura, llevando una de ellas a su boca.

El Omega se sintió tímido y bajó su vista al suelo. —¿crees que son bonitas? ¿Yo soy bonito? Dijo en un susurro.

—todo en ti es hermoso, tu interior puro y tu exterior radiante; mírame Jin, ¿por qué agachas la cara?

El Omega vio hacia arriba otra vez, encontrándose el rostro del alfa demasiado cerca.

El alfa lo abrazó, esta vez lo hizo lento, descansando su cabeza en el hombro del omega; dirigió su nariz a la curva del cuello, algo que siempre había deseado.

Se llenó del aroma dulce y delicioso de caramelo, vainilla y ¿fresas? Aquel olor no lo había distinguido antes.

Jin se sintió nervioso, su cuerpo era víctima de un leve temblor al sentir la nariz del príncipe rozando su cuello, sin embargo llevó sus brazos a la cintura del alfa buscando sentir también más cerca el olor que tanto le hacía colapsar.

Serendipia (Namjin Omegaverse) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora