Efímero

22. Sorpresas y más sorpresas

Capítulo 22 

—¡Feliz cumpleaños! —Salto entre las cobijas enredando con ellas terminando en el piso— Buena forma de iniciar la legalidad mundial.

—Dios, Arthur casi me matas.

—Muy joven para morir.

Tiene un plato con una pequeña torre de waffles y una vela encendida en la mitad.

—Deberías de tocar antes de entrar —Me levanto del suelo con su ayuda.

—Jacob me abrió la puerta. Pide un deseo —Acerca el desayuno.

Despertar junto a él cada cumpleaños.

Y soplo la velita.

—¿Qué pediste?

—Los deseos no se pueden contar —Paso mis manos por debajo de su camisa para abrazarlo— Es una linda forma de iniciar mi día especial, gracias.

—Me encargaré que sea uno de los mejores cumpleaños que hayas tenido.

—Ya lo estás logrando.

Terminamos de desayunar y Arthur tuvo que irse porque hoy prometió salir con sus hijas, planea volver más tarde para celebrar mis cumpleaños..

Mis veintidós años, ¿Qué significa cumplir veintidós años? Superó la mayoría de edad mundialmente, pero me siento tan inmadura, frágil e inexperta como si tuviera dieciséis. Escuche y baile toda mi lista de música alegre, revisé las felicitaciones de algunos chicos y chicas de la universidad, Olivia aún no me llama, seguro está muy cansada. Mamá me mandó una nota de voz a las seis de la mañana y papá supongo que está vivo porque no me han invitado a su funeral.

Mis redes sociales siguen teniendo el mismo algoritmo, la nevera sigue en el mismo orden de hace quince minutos. No puede ser que el inicio de mis veintiún años sean tan aburridos. Arthur me envia una foto de nosotros, la que tomó con los waffles que trajo para mí esta mañana.

Yo: ¡Qué guapos! Gracias 💙

Arthur: ¿Qué estás haciendo?

Yo: Nada, solo aburrida.

Arthur: Duerme un poco más.

Yo: Son las 11. Ya no tengo sueño.

Arthur: Sal con Abigail o Manuel, no gastes tu cumpleaños en aburrimiento.

Yo: Tienen cosas que hacer, ya encontraré algo en qué ocuparme.

Me deja en visto, vuelvo a revisar mis redes sociales. Paso por la habitación de Jacob y sigue dormido. La nevera deja de ser apetitosa después de revisar por quinta vez.

Arthur: Estoy con Rose y creemos que es buena idea que vayas con nosotros al parque.

Yo: No quiero incomodar tu día con ellas.

Arthur: No vas a incomodar, además Rose fue quien quiere invitarte.

Yo: ¿Qué hay de Antonia?

Arthur: Está con una de sus amigas, tendrán un día en piscina. La acabo de dejar.

Yo: ¿Estás seguro que quieres que vaya?

Arthur: Tan seguro como que la mezcla de rojo y amarillo da naranja.

Yo: Buen chiste.

Arthur: Me lo acaba de contar Rose jajajaj. ¿Vamos por ti?

Yo: Si, por favor.

Me arreglo tan rápido deseando que todo transcurra normal, no como la última vez que estuve con sus hijas.