Capítulo 10
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Cierro la puerta a mis espaldas dándome cuenta que aún traigo el short de pijama, cuando me bañe parecía la mejor opción, pero ahora frente a él, ya no lo es.
-Es la hora perfecta para un atardecer -Señala su reloj- ¿Vienes?
-¡Si! -Lo agarro del brazo, supongo su idea es dar la vuelta a la manzana por la seguridad con la que camina- ¿Cómo va todo con Antonia?
-Ayer en la noche volví hablar con ella, parece que entendió porqué no debe de enviar una foto tan íntima a alguien o al menos a su edad -Deshace mi agarre para cruzar nuestras manos- ¿Cómo estás?
No ha olvidado que me encontró llorando en la autopista.
-Todo bien, sin ganas de querer que me atropelle un auto -Rio de mi chiste, pero él no.
-No creo que una psicóloga deba hacer chistes de ese tipo.
-En este momento soy una civil.
°°°
Apenas me ve salir quita uno de sus audífonos dejandolo en el bolsillo.
-¿Qué escuchas? -Llego hasta su lado.
-Classic de MKTO -Dejo ver la sorpresa en mi rostro- ¿Qué? Es buena.
-No he dicho -Me detengo cuando pone el audífono en mi oreja, además de que reinicia la canción.
Sonríe tomando mi mano para que continuemos el camino que acostumbramos.
-¿Tus vecinos se ven interesados en hacer esta caminata?
-Interesados en conocer la vida de los demás -O al menos al vecino de enfrente le interesa, desde hace cuatro días riega las plantas a la misma hora, preciso es cuando Arthur llega.
Señor, por favor no vaya ahogar la caléndula, es lo que atrae a las mariposas al vecindario.
-Si te incomodan mis visitas no dudes en decirmelo.
-Claro que no, me alegras las tardes.
Y así pasamos todos estos días. Ha sido un poco extraño hablar por chat con Arthur, además de sus visitas esporádicas y cortas en mi casa, proponiendo caminar, rodeando la cuadra viendo el atardecer, que disfruto de ambas cosas, su compañía y la imagen del sol escondiéndose. Una semana y media donde aunque no me pregunta directamente si he tenido alguna discusión con alguien que me haya afectado tanto como para bajarme de un auto a mitad de la autopista, se preocupa por ello. Realmente lo extraño no es hablar con él sino la diferencia de mis conversaciones con otras personas que después de uno o dos mensajes o un mínimo saludo en la universidad insinúan más de lo que estoy dispuesta hacer.
-Contesta el mensaje y ya -Manu pone su dedo para que el celular no se bloquee.
-No se que decirle.
-Te pregunto si todo está bien -Pone la boca en línea- ¿Por qué te preocupa "Darle un mensaje equivocado"? -Hace énfasis en las comillas.
-¿Alguna vez te ha pasado que te agrada tanto alguien que temes que sea efímera su estadía en tu vida?
-Me pasa con Alec.
-Ya ves y eso que ustedes llevan dos años juntos.
-En los cuales he pensado que lo poco o mucho que vivimos es valioso. Luciana deja que todo fluya, emocionate en el momento sin importar si acabará rápido o durará para siempre.
Dejo el celular a un lado fijándome en el camino, ya casi llegamos al local de Alec.
-Ha sido una semana confusa, me vio llorando por una bobada y aun así no se ha alejado creyendo que soy una loca emocional.
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Efímero
RomanceTodo en la vida está regulado por lo efímero, no sufrimos para siempre, no celebramos eternamente. Procuramos alargar los buenos momentos y evitamos los malos. La vida le ha dado a Luciana razones por las cuales amar, desconfiar, odiar y desear, es...