Efímero

2. Hola, de nuevo

Capítulo 2

Lunes en la mañana, todo da mal genio hasta que veo a Abigal esperándome en la cafetería para desayunar. Ayer le escribí sobre el correo del profesor Charpentier y se emocionó tanto como yo. Aunque ella estudia diseño gráfico nos conocemos desde la inducción, además me ayudó en un proyecto de semestres atrás.

—Aquí viene la chica estrella damas y caballeros —Menea las manos por encima de su cabello azabache recogido en un moño alto, dejando sueltos algunos mechones sobre la sien.

—Aún sigo anonadada, estoy tan feliz, además gran noticia, mi hermana se va a casar ¿Lo puedes creer? —Le muestro una foto de la cena del anuncio.

—Wow, nunca pensé que fueran a dar el paso tan rápido, quiero decir siento que hace poco Justin le enviaba saludos contigo cuando íbamos a su bar —Toma un sorbo de té sonriendo.

—Lo sé, los próximos pueden ser tú y Ben —Alzo las cejas mientras reviso el menú.

—No, claro que no, aún nos falta mucho —Manotea— hablando de él, estamos invitadas a la conferencia que dará en la tarde en su universidad, es algo sobre la economía de las empresas privadas o algo así, en fin, después de eso harán una fiesta que es lo que nos interesa así que —Extiende el sonido de la e.

—Así que no voy a ir está claro, no voy a entender sobre lo que habla, además recuerda que me estoy alejando de los.

—Excesos, lo sé, lo es —Finaliza por mi— pero deberías de ir, por favor ¿Que voy hacer mientras él está dando la conferencia?

—Ponerle atención no sería mala idea —Manuel deja el maletín en el piso sentándose a mi lado— Traje donas futura dama de honor —Acentuando en dama de honor con una mueca triste.

—Alec ya te contó la gran noticia —Cogo una de las donas rellenas de arequipe.

—Por supuesto que sí y lamento mucho que no seas la madrina, pero que va, no importa, serás la nuestra cuando nos casemos —masculla masticando una de las donas de glaseado de frutos rojos.

—Si es que se aguantan y lo hacen —Rie Abigail— ¿Por qué no eres la madrina de la boda? Son muy cercanas y todo eso. Ya me cogió la tarde para la clase —Mira su reloj de pulsera— los amo chicos los veo luego, Lu ¿Te veo en el parqueadero a las cinco?Por favor —Meneo la cabeza en afirmación— Eres la mejor —Grita alejándose de nuestra mesa.

Terminamos de desayunar y nos dirigimos a las clases, no fueron muy interesantes, todas estuvieron centradas en el mundo laboral y las pocas probabilidades que tenemos de triunfar ahí.

Siento como si mi cabeza fuera a explotar con tantas indicaciones, igual estoy segura que las voy a olvidar en cuestión de horas.

Al salir, el sol ya se está escondiendo dejando el cielo teñido de rojo, es una de mis cosas favoritas al salir a esta hora de las clases. Durante el camino hablamos sobre la boda de mi hermana y algunos deberes que tiene que entregar en sus clases. Sin darme cuenta ya estamos al frente de la universidad de Ben, aunque tiene la misma estructura que donde nosotras asistimos, esta cuenta con árboles frutales que perfuman la entrada.

Como el guarda de seguridad ya nos conoce, siempre nos deja entrar sin algún problema, esta vez no es la excepción. Ben nos está esperando en la entrada, nos saludamos y nos dirigimos al camerino del auditorio donde se hará la exposición, me alejo un poco para no protagonizar mi papel de mal tercio y me pongo a leer algunas de las notas que Ben tiene pegado en su tablero, pero una voz interrumpe mi pequeño acto de chismorreo.

—Hola, ¿Tú estudias aquí? —Podría decir que reconozco la voz grave detrás de mí. Giro algo expectante y efectivamente es la persona que esperaba, Arthur.