Efímero

14. Mystique

Capítulo 14 

—Luciana podrías apagar tu celular por favor, quiero dormir más.

Cerré los ojos unos segundos y ya amaneció, claro como no tuve ni una pesadilla el sol decidió salir más temprano. Sigo teniendo el brazo de Arthur a mi alrededor, pero una llamada está interrumpiendo nuestro agradable inicio de día. Si al menos recordara donde lo deje ayer podría ser más fácil colgarle a quien se que me este llamando tan temprano, a pesar de ignorar la primera llamada vuelven y timbran, recorro la habitación con la mirada recordando que el celular esta en la mesa al lado de Arthur, paso por encima de él alcanzando el celular fijandome que es el señor Charpentier.

—¿Comment ça va? Espero no haberla despertado Luciana aunque ya es una hora adecuada para levantarse a ser una persona productiva.

—Buenos días profesor, no me despertó ¿Como cree?, acabo de llegar de correr —Escucho pujar a Arthur tras darme una palmadita en el trasero— ¿Pasó algo?

—Muy buenas noticias para ti. Has conseguido un cupo para el concurso que mi hijo hace anualmente, ya sabes en el que según la calidad de la tesis te aceptan en su instituto y ponen en marcha el proyecto. ¿Qué te parece?

—¿Es en serio? —Me siento sobre las piernas de Arthur.

—Muy en serio, te debes sentir orgullosa Luciana, estás trabajando muy duro para que las personas se vean beneficiadas con tu tesis y tú misma te estas viendo beneficiada por ello. Felicitaciones, quiero que nos veamos en el hospital para revisar lo del caso clínico que puedas trabajar, te enviare un mensaje con mi horario disponible. Celebra con un buen desayuno, à bientôt.

Me quedo en la misma posición tratando de entender si aún sigo dormida y es un sueño el hecho de que gane un puesto en el concurso del Instituto Juls o realmente lo conseguí.

—Buenos días señorita, aunque me agrada este despertar te pido que te bajes de mi entrepierna —Se sienta aun conmigo arriba, aprovecho para abrazarlo de lo emocionada que estoy— ¿Buenas noticias o siempre te despiertas tan de buen humor?

—Logre obtener un puesto en el concurso de una fundación que evalúa tu tesis y ve las posibilidades de ejecutar tu hipótesis para aplicarla a muchos pacientes.

—Luciana, felicitaciones. Sabía que eras una super genio desde que hablamos por primera vez —Me devuelve el abrazo más fuerte— esto es tan genial, me alegra mucho.

—Gracias —Mi voz suena desanimada, me bajo de sus piernas.

—Ese tono de voz se debe a —Da espacio para terminar la frase.

—Son muchos participantes y muy pocas personas quedan en el instituto, no creo que lo consiga.

—Por supuesto que lo vas a lograr, me has contado muy pocos detalles sobre ello, pero cada que hablas sobre ese tema se te nota la dedicación y esfuerzos que le propones a tu tesis, estoy seguro que conseguirás quedarte.

—¿Y si no lo consigo?

—Luciana cree en ti porque por más que otros lo hagamos, eso no va a saldar la cuenta en tu mente —Además de guapo encuentra las frases pertinentes para motivarme.— Te hare el desayuno para celebrar, deberías de llamar a tus padres para contarles, estoy seguro que se van a emocionar.

No le contaré a mis padres hasta verlos en persona, busco entre las cobijas mi ropa interior, con esta falda cualquier movimiento que haga se me verá absolutamente todo.

—Arthur de casualidad sabes donde esta mi ropa anterior —Observo como sirve el desayuno.

—Puede que no o puede que sí —Me guiña un ojo.