26. Podría ser peor

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Capítulo 26

Después de lo de papá y que Arthur tuviera una situación que no quiso contarme por mensaje, lo único que me emociona es verlo en la entrada de mi casa.

—¿Cómo te fue en Juls? —Deja la mano en mi mejilla después de darme un beso.

—¡Fue increíble! —Mi emoción le produce una sonrisa y dejo atrás todo lo de ayer— el lugar es super grande, los trabajadores son como de caramelo de lo amables que son y el jefe me hizo la entrevista menos estresante del mundo, solo charlamos un rato mientras dábamos el paseo.

—¿Cuando te dicen que sin duda te aceptaron? —Ladeo la cabeza para darle un beso.

—Aún no es seguro, pero se supone en las próximas semanas.

Afirma con la cabeza dando un suspiro, de esos que tomas antes de decir algo que te llena de miedo. Se sienta cruzando las piernas para después volver a separarlas y luego volver a cruzarlas.

—Lu no quiero arruinar tu felicidad, pero me dijeron algo de lo que quiero que hablemos —Pasa la mano por su cabello.

El cuerpo entero se me debilita, por favor que no crea lo que dice su padre.

—Dime —Doy paso a que aclare lo que quiere decir.

—Manuel me dijo qué tienes planeado ver a John —Dios dame fuerza para no matar a Manu apenas lo vea— quiero saber cuando y donde porque me niego a dejarte ir sola.

—No requiero de tu compañía, si la quisiera te la hubiera pedido —Me siento frente a él.

—No te estoy preguntando si la quieres —Su respiración se acelera— él te puede lastimar, solo iré para protegerte de cualquier circunstancia que pueda suceder.

¿La persona más débil? Luciana.

—No necesito que me protejas, no soy una damisela que necesita del rey Arturo para que su vida sea perfecta —Gira los ojos molesto.

—Tu orgullo te va a matar Luciana, no estoy diciendo que mi ayuda te vaya a convertir la vida en un cuento de hadas, pero ya sabes que te puede hacer el estupido de tu ex esposo —Puntualiza en ex.

—Él no me hará nada —Alzo los hombros.

—No puedes ser tan ilusa de pensar eso —Niega con la cabeza, la vena de su garganta se nota con cada palabra.

Y por alguna razón me estoy enojando por cómo desde su percepción soy tan débil.

—¿Por qué actúas como mi padre queriendome proteger de algo que es mi problema? —Señalo con la mano.

Ríe sin gracia alguna manteniendo la mirada fija en mí.

—Si tu padre actuara como yo no habrías sufrido por un maldito estupido aprovechado.

En muchas oportunidades la sinceridad hiere enormemente y esta es una de esas veces.

Pasa la lengua por los labios reteniendo todo lo que tiene por decir. No se que procede, su postura y su voz me indican que está molesto, ahora estoy molesta por su actitud, por Manu y por John.

—No encuentro la razón de tu genuino enfado Arthur, simplemente es una charla y ya.

—Luciana, me enoja que otras personas me digan cosas sobre ti cuando deseo que seas tú quien me las cuente. No se que tengo que hacer para ganarme tu confianza —Da la vuelta a la mesa para apoyarse en mis rodillas— Luciana me interesa todo sobre ti.

—No te lo conté porque pensé que no te interesaba esa bobada, además estabas ocupado con tu hermano —Limpio las gotas de sudor de su frente.

—Genial, ahora están arruinando esto también —Se sienta en el piso mirándome casi como si recapacitara todo lo que ha hecho en su vida.

EfímeroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora