Capítulo 30
Por fin, cuatro años, 1460 días, 35040 horas de estudio reflejados aquí, en mi grado.
Arthur me ayudó hacer esa cuenta, pero es mi grado, diré que la hice sola.
—Me voy a graduar —Lo digo para mi misma.
Es el momento, ya tengo el vestido y zapatos puestos, solo estoy a horas de recibir el diploma, es emocionante y temeroso a la vez.
Ya soy psicóloga.
—¿Tu mamá ya va a llegar? —Arthur termina de abrochar las mangas de su saco viéndose a un lado del espejo.
—¿Qué haré después de graduarme? —Giro sobre la punta del tacón.
—Supongo que trabajaras en lo que estudiaste.
—No eso no, quiero decir ¿Qué sigue después de alcanzar lo que fue tu mayor meta? ¿Encontraré otra por la cual luchar? ¿Qué pasa si en algún momento me aburro? ¿Qué tal que no sea buena en esto? —Quiero despelucarme de la incertidumbre.
—Luciana —Me toma de ambas manos— después de alcanzar tu mayor meta, celebras. Encontrarás una nueva por la cual esforzarte y ganar, si en algún momento te aburres encontrarás la razón por la cual te interesó la psicología y sino la encuentras trazaras un nuevo camino a algo que te guste, serás buena en esto y en muchas cosas más porque lo haces de corazón y con inteligencia.
—Tengo miedo de lo que sigue —Me concentro en organizar las mariposas de mi cuello.
—Y lo mejor viene después de ese miedo —Toma mis mejillas para darme un beso— cuando veas todo el fruto de tus esfuerzos el orgullo que vas a sentir será impresionante.
—Toma una foto de mi cara cuando eso pase —Deslizo mi dedo por la piel de su pecho que se alcanza a ver por no llevar corbata.
—Por supuesto —Sonríe sosteniendo mi mano— no vas a llegar tarde a tu grado por minutos de placer.
—Que aburrido, señor Cartter.
Buenas noticias, mi mamá y Olivia me están esperando al frente del carro muy lindas como siempre, malas noticias, mi papá no está aunque le mande la tarjeta, no se porque espero tanto de él.
—Deténganse —Oli saca su celular— como si fuera baile de graduación, por favor.
Arthur agarra mi cintura y yo inclino un poco mi cabeza hacia su hombro.
La foto será una de mis favoritas por siempre, el traje negro de Arthur con la camisa blanca sin abrochar los tres botones de arriba dejan ver su cadena plateada de siempre y el reloj negro de su mano derecha combinan con mi vestido negro, las sandalias negras y la gargantilla de hilo fino plateado con mariposas volando.
Nos despedimos para irme con mi hermana y mi mamá, ya siento más emoción y menos miedo, el cual desaparece totalmente al ver a Manu, muy pocos cumplen el sueño de graduarse con su mejor amigo y es lo más emocionante de la carrera.
Ya con la toga y en fila para entrar a la ceremonia veo que Arthur llega saludándome para tomar asiento al lado de Justin.
No necesito más aunque quiera a cierta persona en medio del público viéndome orgulloso, tengo a las personas que amo y me aman.
—Tulipanes —Extiende un ramo de flores rojas y algunas blancas envueltas en papel mantequilla— odias que estén de esta forma, lo se. Pero Maya, la ex novia de Tobías me dijo que las podíamos sembrar e intentar que tengan más vida.
Ahoga un grito en mi garganta tirándome hacia él.
—Gracias, gracias, gracias —Se los enseño a Olivia que está lejos de nosotros— esto es increíble Arthur, gracias por venir. Por esto y por todo.
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Efímero
RomansaTodo en la vida está regulado por lo efímero, no sufrimos para siempre, no celebramos eternamente. Procuramos alargar los buenos momentos y evitamos los malos. La vida le ha dado a Luciana razones por las cuales amar, desconfiar, odiar y desear, es...