34. Efímero

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Capítulo 34.

TW / Advertencia: Violencia verbal - psicológica 

Veo como Manu da vueltas por la cocina hablando con la persona que traerá al niño las próximas semanas, aunque estoy frente a él no escucho lo que lo habla mi mente está en el día de ayer, Liz murió a manos de su abusador y no la defendí.

Por otro lado está Arthur, mentiría si dijera que sus palabras no me afectaron o que su mirada no me lastimó, pero lo hizo y más que la acción es el simple hecho de que pensé que él nunca me trataría de esa forma.

Vamos al hospital, pero mantenemos una gran distancia. Olivia me hizo asegurarle cinco veces que estoy bien para poder ir a realizar una cesárea de emergencia.

¿Cómo podría estar bien?

Justin y Alec son los únicos que se nos acercan a comentarnos de que ya le darán salida, agradezco que la atención está únicamente en Antonia, al parecer solo Manu y Olivia saben lo de Liz.

—¿Me acompañas a casa? —Me toma por sorpresa que me hable.

—Si —Me pongo en pie.

Esperamos que Amanda y Antonia se fueran con Tobias, no sé porque Arthur no las llevó y cuando hice el intento de preguntarle solo se quedó en silencio hasta que llegamos a casa.

—Lu, creo que es mejor decírtelo ya —Se pone frente a mí— Amanda decidió llevar a Antonia para la casa de sus padres, me iré con ellas.

Es un hecho, la felicidad solo es una miserableza efímera.

Siento como mi cuerpo se descompone ante la cantidad de emociones que tengo.

—Puedes ir conmigo, con nosotros. Nada cambiará —Toma mi rostro.

—Todo va a cambiar, aquí tengo un empleo, mi familia y mis amigos están aquí, toda mi vida está aquí. Allá no tengo nada —Niego dejando caer las lágrimas.

—Me tendrás a mí —Sus manos tiemblan.

—Es egoísta que pretendas que me conforme con tu amor para abandonar todo lo que he alcanzado.

Suspira quitando sus manos de mi cara, más que sentir la lejanía física siento como lo que hemos construido se va derrumbando en segundos.

—Entonces no soy suficiente para ti —Su voz, tal como la escuche antes cuando hablo con su padre.

—Arthur te quiero, pero eso no justifica que me pidas que deje todo por ti, por favor no me lo pidas porque lo haré y luego me arrepentiré de abandonar mis sueños por cumplir los tuyos.

—Genial —Sonríe de media boca sin una pizca de diversión— Tú eres la que arruina mi familia y precisamente tú te niegas acompañarme a arreglarla —Me da la espalda.

—Yo no arruine a tu familia, Arthur.

—Entonces ¿Qué hiciste al darle el maldito dinero a Antonia? —Gira hacia mí mirándome como si nunca hubiera existido un nosotros.

—Yo no le di el dinero para que escapara —Mi voz se quiebra, pero esta vez no llorare en una discusión en la cual no debería de estar, así que aclaro mi garganta— yo no le dije que escapara con su novio, ya te lo dije muchas veces, es tu problema sino me crees a mi, pero le crees a ella.

—Ella es mi hija —Cierra los ojos— y tú solo eres la chica con la que tengo sexo.

Se ha derrumbado por completo.

—Si solo soy la chica con la que tienes sexo, no creo que me quieras a tu lado para arreglar tu familia —Es el momento de irme.

Me dirijo a la puerta, pero sus palabras me detienen.

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