↪Daddy Issues↩| Toji Fushiguro |

↪066↩

ADVERTENCIA:

Capitulo lleno de "flashback" así que atentxs.

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— ¡Perdóname, mamá!

Pataleaba intentando soltarme de su agarre pero era imposible, ella era más grande que yo y también tenía más fuerza. Lloraba y suplicaba que se detuviera, pero no se detenía.

Un cigarrillo sobre la comisura de sus labios, su mirada llena de desdén mirándome y desgarrando con sus uñas el vestido que me había prestado una chica de mi salón para un festival escolar, porque yo no tenía vestidos lindos que pudiese usar.

— Repítelo, ¡Anda, dímelo!

— ¡Yo jamás te pedí nacer, mamá!.— Exclamé entre lágrimas viendo como la suave tela del vestido rosado era roto.— Estoy tratando de que me quieras, mamá, ¿Qué quieres que haga? ¡Quiero hacerte feliz!.

Hay tanto desdén en su mirada, coloca su mano sobre mí cuello y me deja caer contra el frío piso. El vestido había sido roto, y ahora sólo quedaba en ropa interior frente a ella, y aún peor, frente a uno de los tantos amantes que llevaba a casa que sólo veía todo mientras bebía licor.

— Si te murieras, todo sería más sencillo. Arruinaste mi vida, pídeme disculpas, ¡Pídeme disculpas, niña grosera!

— P.. Perdón, mamá.

Un grito de dolor sale de mis labios pero es callado al instante por su propia mano mientras que con la otra, sostenía su cigarro que estaba apagando contra mí descubierta piel, quemándola. Ella me miró indiferente, como si no fuese más que algo que podía dañar, porque me detestaba.

Lanzó la colilla de cigarro lejos y me soltó, pero quedé paralizada, incapaz de moverme al ver la mujer que estaba frente a mí, a la que llamaba "madre", la que se suponía que debía quererme.

— Niña boba, desaparece de mi vista. Te atreves otra vez a que me manden llamar para esos tontos eventos escolares y te arrepentirás.

Traté de cubrir mi cuerpo al pasar al lado de uno de los amantes de mamá que me dedicó una mirada de pies a cabeza para después sonreírme, pero no lo hizo de una forma amigable, simplemente trate de alejarme y encerrarme en mi habitación en donde lloré toda la noche, sintiendo la piel arder aún, recordando como algo bonito que me habían prestado había sido desgarrado volviéndose horrendo.

Escuchaba ruidos de la cabecera de la cama golpear contra la pared y también las voces combinadas de mi madre y ese hombre. Eran ruidos de los que terminé familiarizandome, porque siempre los escuchaba y poco a poco fue algo normal, cuando no debió ser así.

Los golpes de mi madre, sus constantes insultos, la forma en que me decía "que yo no tenía valor", fue algo de lo que no pude huir porque ella era mi madre; era mi familia, y debía amarla a pesar de todo.

Supongo que incluso si es tu familia, no tienes que tener la obligación de amarlos y no debería sentirme culpable por ello.

...

La melodía que sonaba desde las bocinas relajaba mi cuerpo, el caos que era y lo sola que me sentía. Mis manos estaban detrás de su cuello y ocultaba mi rostro en su pecho, disfrutaba de la sensación; la calidez de tener a alguien justo frente a mí, que me escuchará y lo que siempre anhele, que me amará.

Sonreí levemente en su pecho permitiendo guiarme por la música y por él, sus respiraciones agitadas las podía percibir y la forma en que sus manos recorrían cada esquina de mi cuerpo; tocando mis pechos, mi cintura, mis muslos, mi trasero, todo. Mi rostro ardía ante sus caricias.