Capítulo 16: Grandes sacrificios merecen grandes recompensas

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Narra Yeonjun:

Juraba por Dios que era la ultima vez que se subía a ese maldito trasto. Aquel era sin duda alguna el peor auto en el que alguna vez había subido. No sabía con T/n soportaba pasar dos horas de todos sus días metida dentro de aquella cafetera.

-¿Puedes volver a repetirme por que razón aun conservas esa cosa?- bromeó mientras salían del auto y caminaban hacia su casa.

-No te importa.

-Es en serio- ignoró su respuesta cortante- Puedes comprarte algo mejor. Tienes un buen sueldo, es decir, no puede ser tan malo como para tener que cargar con esto.

-Mi sueldo tampoco te importa.

Vaya, que respuesta tan original. Era como si en los últimos diez minutos no le hubiera dicho otra cosa.

-Soy tu jefe- objetó.

-Entonces míralo en la nómina y no me molestes- indicó caminando tras él como si la llevara a la horca.

 Él se giró y se quedó mirándola a medio camino.

-¿Qué?- cuestionó T/n al notar que estaba mirándola- ¿Qué miras?

-Estaba pensando en lo mucho que ha cambiado tu humor. Antes eras tan tímida y tan... No sé. Ahora estas gritando y con mal humor todo el tiempo.

-Es tu problema si no puedes ser feliz con eso- respondió mientras él continuaba hasta la puerta y la abría.

-No estoy diciendo que sea malo- replicó- Es sexy.

-¿Tan sexy como tu eres idiota?

-¡Auch! eso dolió- comentó mientras entraba en la casa y encendía las luces.

T/n hizo un gestó con la mano, como si no le importara y fijó la vista en cada punto de la casa.

-Esta no es tu casa.

-Si lo es.

-¿Sabes? No estaba tan borracha como para no recordarlo- dijo con mal humor.

Por un momento él no supo que responder. Era la primera vez que T/n hacia un comentario directo o indirecto sobre aquella noche. Ella al parecer notó su repentina incomodidad y miró a otra dirección enfocando la vista en un cuadro que estaba colgado en la pared de fondo.

Su problema no era tocar el tema. No tenía ningún problema con hablar sobre ello, pero T/n no parecía muy dispuesta a hablar. Solía tensarse y tensarlo con la sola mención de aquel tema. Intentó bromear un poco para romper el hielo que acababa de formarse.

-Al parecer si estabas lo bastante borracha para no notar que no es el mismo barrio, ni la misma casa porque me mude.

-Oh- musitó T/n- Nos hubieras ahorrado esta conversación si lo hubieras dicho desde el principio.

-Fue divertido confundirte- ella le dedicó una mirada asesina, por lo tanto, él decidió cambiar radicalmente de tema- ¿Tienes hambre? Voy a pedir una pizza.

-¿Vas a pedir pizza después de ir a correr?- preguntó entrecerrando los ojos.

Él se encogió de hombros.

-Ya sabes lo que dicen, grandes sacrificios merecen grandes recompensas.

Dejó las llaves sobre la mesa de su sofá y caminó hasta la cocina para usar el teléfono. Podía hacerlo allí, pero prefirió poner un poco de distancia entre ellos, solo para acostumbrarse a la idea de que T/n estaba en su casa y, por lo menos hasta que encontrara donde ir, iba aquedarse. Iba a ser interesante ver hasta donde ambos podían llegar sin explotar, pensó mientras tomaba el teléfono y marcaba el numero.

Y Ahora ¿Que Hago? (Yeonjun y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora