Capítulo 33: La única diferencia es que estás enamorada

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Al parecer, despertar entre los brazos de Yeonjun se había vuelto una costumbre en los últimos días, y debía aclarar que no era una costumbre que le molestará en lo absoluto. Tal vez era una mala persona porque en lo único que podía pensar era en lo fantástico que era por primera vez, no sentirse culpable de lo que había sucedido entre ambos.

La falta de culpa era el sentimiento más liberador que había experimentado jamás.

Por unos minutos, observó a Yeonjun junto a ella. Su rostro era por completamente distinto cuando estaba dormido, relajado. Se levantó de la cama lentamente intentando no despertarlo y se alegró por haberlo logrado. Antes de salir de la habitación lo miró por un segundo y sintió algo removerse en su interior, salió de allí antes de que cosas locas comenzarán a pasarle por la cabeza. La inquietaba la idea de que todas sus defensas contra Yeonjun se había estado derrumbando en los últimos días.

Fue hacia su propia habitación y se sentó un momento sobre la cama hasta que se calmaran sus mareos, ¿No sé suponía que solo tendría mareos hasta los 3 meses? Esperaba que no se tardaran mucho en desaparecer.

Unos minutos después, tras sentirse mejor, entro al baño y se dio una ducha, luego se vistió para ir a trabajar. Por lo general, ella y Yeonjun no se veían en las mañanas porque él se marchaba mucho antes que ella, pero ese día parecía ser la excepción. Eran las 8:20 A.M y T/n tenía la impresión de que aún continuaba dormido.

Por un momento ella consideró la idea de despertarlo, pero pronto la desechó, sobre todo porque aún no pasaba la etapa de sentirse incómoda tras acostarse con él.

Salió de la casa en silencio para no despertarlo y se dirigió a la oficina. Como cada mañana, Sandra estaba esperándola. Como era más temprano de lo que acostumbraba a llegar, su amiga aún se encontraba en el aparcamiento.

-¡Vaya, la chica importante ha aparecido!- la saludo con una sonrisa- Te he llamado un millón de veces.

-Lo siento. La verdad es que tengo más de 12 horas que no veo mí teléfono- se excusó, mientras cruzaban la calle rumbo a comprar el café de Sandra y su chocolate- Ayer fue un día de locos.

-¿Esa es la razón por la que cargas esa cara de idiota emocionada?- cuestionó Sandra mirándola de arriba a bajo.

-Tal vez.

-¿Vas a decirme que fue lo que pasó?

-Muchas cosas pasaron, ¿Quieres la versión corta o la larga?

Sandra hizo una mueca, como si creyera que exageraba. Quería ver su cara cuando le dijera todo lo que había sucedido.

-Dime la corta- pidió.

T/n asintió mientras compraba su chocolate y el café de su amiga, luego caminaron hasta una mesa lo bastante alejada para que nadie pudiera escuchar su conversación, había pocas personas, pero ella prefería no arriesgarse.

Ambas se sentaron frente a la otra y T/n respiró profundo antes de comenzar a hablar.

-Bueno... Encontré departamento. Miranda se enteró de todo, los padres de Yeonjun también se enteraron...

-¡Oh por Dios! Tienes que estar bromeando- exclamó Sandra, provocando que las pocas personas que habían allí las mirarán extrañadas.

-No bromeó- aclaró- Anoche mismo fuimos a cenar con su familia. No estuvo tan mal como había esperado pero el padre Philip, es un idiota- susurró causando que su amiga sonriera.

-¿Entonces, todo está bien?

-¿A qué te refieres?- cuestionó con cautela.

-A ti y a Yeonjun- explicó cómo si fuera obvio- Ahora que todos saben y ya no va casarse con esa chica, Miranda, ustedes dos, ya sabes, ¿Estarán saliendo o algo así?

Y Ahora ¿Que Hago? (Yeonjun y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora