Capítulo 7: Ni mañana, ni en un rato.

964 79 9
                                    

Narra Yeonjun:

La había jodido otra vez. Como si no fueran suficientes todas las metidas de pata colosales que había dado, ahora se le ocurría embarazar a una chica cuando estaba a punto de casarse con otra.

Habría dado cualquier cosa por cerrar los ojos y al abrirlos darse cuenta de que todo había sido un sueño, pero sabía que eso no iba a suceder. En vista de eso, tendría que reunir toda la madurez de la que no había hecho uso nunca y hacerse cargo de la situación: La primera parte del plan había sido hablar con Miranda, ella mejor que nadie merecía una explicación y había sido difícil, pero se la había dado. Naturalmente ella no lo tomaba muy bien.

Ahora solo faltaba dos cosas por hacer. Hablar con su familia y tener una seria, profunda y madura conversación con T/n. No sabía cuál de las dos le apetecía menos.

Escucho un ruido sordo proveniente de afuera de su oficina. Hacia menos de dos minutos que Miranda había salido de allí, pero no creía que llegara al límite de la histeria de destruir cualquier cosa que se le atravesará en su camino, así que salió a ver que diablos era lo que sucedía ahí fuera.

Lo primero que experimentó fue sorpresa, porque lo último que hubiera imaginado era que se encontraría con T/n tirada sobre su escritorio, pateando con los pies al aire mientras aparentemente buscaba algo. Lo segundo fue confusión, ¿Que hacía ella allí a aquellas horas cuando hacia poco él mismo la había dejado en su casa? ¿Que estaba buscando?

Lo tercero que sintió fueron ganas de reír, T/n parecía un pez arrastrándose por la arena, porque se le había caído una de sus sandalias mientras pataleaba y la otra colgaba de la punta de su pie. Se cruzó de brazos y se apoyo contra la puerta para observarla un poco más.

-¡Aja! Aquí están, malditas- la escuchó decir, seguido del tintineo de unas llaves.

Ella bajo del escritorio y se giró hacia la puerta, dándose de frente con su mirada. la cara de terror de T/n era digna de ser fotografiada, Yeonjun controlo las ganas de reírse a carcajadas y, en cambio, adoptó su expresión más seria y madura.

-¿Que haces aquí?- preguntó mirándola a los ojos.

Ella carraspeó y miro a los lados, como si esperara obtener ayuda de alguna forma con la respuesta. Yeonjun no creía recordar ningún momento en el que T/n lo hubiera mirado a los ojos, salvo aquella vez que había estado lo suficientemente borracha como para acostarse con él.

-Yo... Bueno. Vine por mi auto y las llaves estaban aquí así que tuve que subir por ellas.

¿En serio había hecho un viaje tan largo solo para buscar el trasto que llamaba auto? ¿No podía recogerlo al otro día? Evitó preguntar sobre porque T/n actuaba como una demente y decidió abordar "el tema"

En su interior una voz le gritaba que, si quería ser un hombre maduro y responsable, debía empezar por llamar la situación por su nombre, por lo que era, el hecho de que T/n, su secretaria, estaba embarazada de él, quien supuestamente se casaría en tres meses.

Tal vez si pensaba en otras cosas, como que su padre iba a asesinarlo cuando se enterará, o que muy posiblemente el padre de Miranda le cortaría los testículos, podría calmarse un poco.

¿A quien intentaba engañar? De ahora en adelante lo único que harían las cosas sería empeorar.

-Tenemos que hablar.

"¡Que inteligente, Yeonjun! Eso ya lo habías dicho"

Estaba harto de intentar tener una conversación que no le apetecía, pero una voz interior le decía que, si no había sido lo suficientemente responsable como para embarazar a su secretaria, por lo menos debía de serlo para solucionarlo. Así que debía tener esa conversación. Ni siquiera sabía que hablarían, pero tenían que hacerlo.

-En serio no estoy de humor ahora. Debo volver para la cena- aclaró.

-No estabas de humor hace unas horas y tengo la impresión de que no lo estarás nunca.

-Bien, me gusta que nos entendamos. Iré a casa y hablaremos el lunes.

T/n hizo amago de salir, pero él la tomo del brazo, no iba a escaparse tan fácil. Sabía que si la dejama marcharse, todos los días inventaría una excusa para evitarlo.

-No, hablaremos hoy. No mañana, ni en un rato. Ahora- dijo con aquella voz que solía usar cuando no quería que lo contradijeran.

Yeonjun pudo distinguir la mirada desafiante de T/n. Quería negarse, pero si era inteligente, y lo era, terminaría accediendo porque lo conocía lo suficiente como para saber que no daría su brazo a torcer.

Durante unos segundos, entre ambos se llevó a cabo un duelo de miradas, hasta que al final T/n apartó la vista. El embarazo le había dado valor, pero no todo el que necesitaba para enfrentarse a él, aún.

-Bien. Hablaremos, pero será el final. No quiero que volvamos a tocar el tema.

Perdón ¿Que? ¿El final? Sin duda estaba enloqueciendo. Lo hablarían un millón de veces si era necesario, porque ella llevaba a su hijo dentro, ¡Joder!

Aún así, no dijo nada, si la llevaba la contraria solo lograría discutir y en aquel preciso momento aquello era lo que menos quería. Había tenido discusión para un año o dos con Miranda hacia unos minutos.

Le hizo un gesto con las manos para que saliera y la siguió, dentro del ascensor T/n se paró en una esquina como si tuviera miedo de algo y por un momento Yeonjun sintió un poco de pena por ella. Poniéndose en su lugar, imaginaba que su situación no debería ser la mejor. Embarazada a su edad, y todo lo que eso implicaba; sobre todo embarazada de él, cuando era más que evidente que no estaba en la lista de personas que más le simpatizaban, podía sentirse atraída por él, pero no podía ocultar que fuera de eso no lo soportaba.

Tan pronto como las puertas se abrieron, ella salió como si el diablo la persoguiera, Yeonjun, por el contrario, se tomó cada segundo en su camino hacia el exterior, observándola con disimulo y pensando en el caos que ambos habían provocado.

-Dime que quieres hablar- pidió T/n.

Él había estado tan centrado en sus pensamientos que ni siquiera había notado que habían llegado al auto de ella y que T/n estaba con los brazos cruzados aguardando por él. Por un momento se atrevió a preguntarse como era posible que aquella chatarra no se derrumbara contra ella.

-Aqui no, sube al auto.

A veces le resultaba frustrante el hecho de que pensaba algo para decirle y en su mente sonaba bien, pero en cuanto salía por su boca parecía un ogro. Así eran las cosas con T/n, no lograba ser agradable por mucho que lo intentaba.

Carraspeó, tratando de cambiar su tono áspero a uno más agradable.

-Quiero decir... Este no es el mejor lugar para esta conversación. Vamos, luego te traeré a buscar esa cosa y puedes volver a tu casa.

-No- puntualizó ella aún con los brazos cruzados.

-¿Como que no?

-Ire en mi auto y cuando termines de decirme lo que sea que quieras hablar conmigo, volveré a casa solita.

-Bien- cladico- Como prefieras.

Comenzó a caminar hacia su auto, si ella quería ir rodando por ahí en ese trasto tan feo, él no iba a ser quien se lo impidiera. Bien por ella. Aquel había sido un día de pesadilla y no quería seguir peleando.







Y Ahora ¿Que Hago? (Yeonjun y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora